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El 25 de marzo de 2006 España perdió a una de sus cantantes más queridas. Rocío Dúrcal se fue y en la memoria de los españoles quedó la estampa devastada de su familia, rota de dolor. En aquellos días horribles, los cuatro
–Junior, Carmen, Antonio y Shaila– eran uno solo. Poco más de dos meses después, nos dejaba la otra Rocío. A diferencia de la intérprete de rancheras, la familia de Rocío Jurado ya mostraba tensiones cuando ella cayó enferma y no resultó una gran sorpresa el conflicto por su herencia. Antonio, el mediano de los hijos de Dúrcal y Junior, era un desconocido, pero tanto Carmen como Shaila, gozaron siempre del cariño del público. Por eso nadie entendió que se abriera una brecha familiar, en apariencia insalvable, cuando afloró un legado desconocido en el extranjero que Antonio Morales ‘Junior’, les habría ocultado. Dos bandos –el de las entrevistas y el de los juzgados–, el fallecimiento de Junior, un supuesto robo de joyas y un embargo parcial. Todo eso es lo que han vivido los Morales de las Heras en los últimos diez años. Esta es su historia familiar.
La posibilidad de una crisis entre las dos hermanas comenzó a planear con la exclusiva de la boda entre Shaila y Dorio Ferreira, celebrada en Acapulco en abril de 2008. "Estoy muy contenta e iré a la boda ilusionada, pero también dolida por los rumores. Siempre nos hemos llevado muy bien y desde que murió mi madre nos hemos unido mucho más, por eso no me he enfadado con todo lo que se ha dicho", decía Carmen. Sin embargo, las imágenes que precedieron a esa declaración justificaban las habladurías. Una reportera, ante la cámara de un programa de televisión, le adelantó la noticia de la boda de su hermana en el mes de noviembre. Muy sorprendida, Carmen se echaba el pelo hacia atrás y parpadeaba, para acabar murmurando que "no tenía ni idea".
Quizá preservar la exclusiva llevó a un secretismo que fue felizmente arreglado. También que a la cainita España le gusta más una puñalada que un pastel y tal vez nunca hubo conflicto. Carmen encontró un hueco en la gira con su obra teatral, Olvida los tambores, y estuvo junto a su hermana pequeña, que vistió de Rosa Clará. Ambas tuvieron muy presente a Rocío, Marieta. Junior les recordó que a su madre no le hubiera gustado verlas llorar y ellas aguantaron el llanto. En esa época, instalada en México, Shaila comenzaba a cosechar discos de oro y de platino, en la línea que marcó su madre. Lo peor estaba por venir. Y fue ese mismo año.
A finales de 2008 Junior publicó su autobiografía, 'Mucho antes de dejarme', cuyo título evocaba de manera manifiesta a su desaparecida esposa. Si muchos lectores consideraron innecesario y hasta de mal gusto que en sus páginas cobrase vida una tal Vilma Santos, amante filipina que nadie conocía, con el recuerdo de Rocío aun tan presente, podemos imaginarnos qué pensaron sus hijos. Junior lo vendió como un ejercicio de sinceridad llevado por la necesidad de emborronar su imagen de viudo irreprochable. Una expiación pública que tuvo un precio: ninguno de sus hijos asistió a la presentación. Sí Edurne González y Óscar Lozano, exparejas de Antonio y de Carmen. Junior aprovechó la circunstancia para romper el espejismo y revelar algo que tampoco esperábamos: tras salir de la clínica en la que ingresó para deshabituarse del alcohol, Carmen y Antonio apenas si se habían interesado por él. Junior se sentía solo y únicamente Shaila estuvo a su lado. El dolor de la muerte por Marieta había larvado otro que ahora comenzaba a aflorar.
Un año después, en enero 2009, Carmen y Antonio acudían a los tribunales para reclamar la legítima de la herencia de su madre. Rotas las relaciones con su padre, Shaila se mantuvo al margen mientras sus hermanos movían ficha. Rocío dejó firmado un testamento en 1992 en el que legaba a su esposo el tercio de libre disposición y la cuota legal usufructuaria de la herencia –cerca de un millón de euros–. Respecto a su patrimonio, sus hijos eran los herederos universales. Sus vestidos y joyas serían para las dos chicas. Junior habría aceptado entregarles una novena parte indivisa, unos 350.000 euros. Pero la situación llegó a tensarse en extremo, porque el reparto no acababa de producirse y Junior se resistía a entregar las joyas. La hecatombe sobrevino cuando sus hijos –concretamente Antonio, ordenando unos papeles– conocieron que existía un suculento patrimonio fuera de España –se habló de unos cuatro millones y medio de euros–, que Junior consideraba privativo suyo.
El legado que dejó Dúrcal no fue solo artístico. Ese otro patrimonio consistiría en cinco apartamentos en Miami, un adosado en Puerto Vallarta (México), un piso en México DF, dos parcelas en Marbella y parte de una vivienda en Estepona, más ciertos activos repartidos en tres sociedades. Naturalmente, esta es una lista presunta. Los papeles en que constarían esos bienes filtrados a la prensa jamás vieron la luz. En septiembre de 2009, Carmen y Antonio acudieron de nuevo a los juzgados y, esta vez, incluyeron a Shaila en su demanda. El clan llegó al cénit de su desencuentro cuando Junior volvió a aparecer en una revista, en marzo de 2010, para asegurar que dejaría como heredera universal a Shaila y negaría a los dos mayores el tercio de mejora y libre disposición. "Muchas veces me pregunto si mis hijos solo querían a su madre y me han tenido engañado toda mi vida", se lamentaba el cantante.
Y además...
Entre febrero y marzo de 2011 enterraron de nuevo las hachas. Según dijo su entorno, fue Luis Guerra, pareja de Carmen, quien medió. Un juicio que prometía ser muy doloroso y objeto de la atención pública no llegó a iniciarse gracias a un acuerdo extrajudicial. Así, en mayo de ese mismo año, Ibiza escenificó la paz familiar: Junior, Antonio con Bárbara –su actual pareja– y Shaila con Dorio, asistieron a la boda de Carmen con Luis. En diciembre de 2011, Junior escogía un plató para realizar su particular penitencia: "Han sido tres años muy duros. El tiempo que he perdido con mis hijos ya no lo podré recuperar, por eso me arrepiento de haber perdido tres años de convivencia con ellos (…). A mis hijos les sentó muy mal que publicara una infidelidad, porque no lo sabían. Fue un error mío. Me arrepiento de haberle sido infiel a Rocío, pero ese desliz no cambió lo que sentía por ella", confesaba con los ojos llorosos. Cuando Junior murió, en abril de 2014, la familia distaba de ser lo que fue en tiempos de Marieta, pero al menos, los tres estuvieron unidos por un sentimiento común y con la paz firmada. La fortuna de tantos años, grande o pequeña, que Marieta y Antonio Morales acumularon en vida quedó repartida a partes iguales.
La casa familiar de Torrelodones, en la finca La Berzosilla, está escriturada a nombre de una sociedad, Jacaranda SL, de la que Antonio hijo es administrador único en sustitución de su padre. Dedicado al negocio de los restaurantes, está al frente también de Ocotal 43, Frisbee Grill, A2 Frisbee y Jarcha 2012, así como de Drinking Frisbee –alquiler inmobiliario– y es consejero de Center Communications Holding SA –actividades de producción cinematográfica y de vídeo–. Es el más circunspecto de los hermanos y el único que sepamos que tiene una deuda. Hemos consultado el Registro de la Propiedad y un 33 % de la mansión en la que falleció Junior está trabado por un juzgado de Collado-Villalba a instancias del abogado David Rocasolano, primo de la Reina Letizia y acreedor de Antonio Morales Jr.
En efecto: en los tiempos de pleitos, el mediano de los hermanos dejó a deber a su letrado 25.409 euros más 7.622 de intereses, según consta en la nota registral. Algo que haría muy difícil su venta en caso de quererla. Carmen Morales ha atendido a nuestra llamada. Con voz amable y tono evasivo nos contestó: "Sí puedo decirte que por ahora no hemos pensado vender la casa". También le preguntamos por el presunto robo de objetos de valor, acaecido en la misma casa, y que fue divulgado por una revista hace menos de un año, asunto que Carmen despacha riendo: "Me estás hablando de cosas muy viejas. Llámame y hablamos de cosas profesionales y no de asuntos de los que no hablamos o hemos desmentido". Carmen está creando una empresa dedicada a la organización de eventos que comenzará a funcionar muy pronto. Y lo celebramos. Hablamos también con Dorio, esposo y mánager de Shaila, que nos adelanta desde un estudio de grabación que están trabajando en su próximo single, que verá la luz en dos meses. Todo es alegría en su voz, desmentidas las supuestas desavenencias con sus hermanos mayores en esta misma revista por la propia Shaila hace cerca de un mes. Su mensaje fue tan claro como el que nos hace llegar Carmen: "Recuerdo a mi madre todos los días, no importa si falta desde hace un año, cinco o diez. Siempre está con nosotros".
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.