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Isabel Preysler: "Me gustaría que mis hijas se casaran antes que yo"

Eejerció como madrina en la inauguración de la nueva tienda de Pronovias en madrid. Allí hablar de Mario y de una futura boda fue inevitable. Esto es lo que nos contó.

Isabel Preysler en el acto de Pronovias que amadrinó en Madrid. / cordon press.

TERESA BARRIOS

La vida es así. Te pone de repente a un hombre por delante y te enamoras perdidamente hasta perder la cabeza. Que no es que ella la haya perdido, pero familiarizada está. No con perder la cabeza, pero sí con el hecho de enamorarse como una quinceañera, que ya quisiéramos todos.

Tan novia la vio Alberto Palatchi, presidente de Pronovias, que fue una cuestión de caza y captura para que Isabel amadrinara la inauguración de la 'flagship store' que han estrenado en Madrid. Una maravilla de tienda.

La perfecta novia

Y una maravilla de madrina. A ver, Alberto, Preysler vende sola, no hacen falta marcas detrás, obviamente la ves casadera... "Isabel es maravillosa, tiene una imagen impecable y... sí, ya sabes que casadera es". Pues eso.

Nos costó sacárselo a Palatchi pero al final lo dijo. A santo de qué iba a pagar él una millonada por contratar a Isabel para una inauguración de importancia relativa. Ahora, lógicamente, la importancia es toda. Nada como firmar –léase pagar– para asegurarse presencia en los medios. Y resumimos porque, al final, es lo mismo de siempre. "No tengo ninguna prisa por casarme. Habrá que respetar primero los tiempos del divorcio de Mario. Me consta que el proceso está siendo muy amistoso".

No tengo anillo de compromiso aun"

Políticamente correcta, porque Isabel es maestra en eso. Pero tratamos de rascar. "No tengo anillo de compromiso aun. Los anteriores quisieron casarse y esta situación es diferente".

Aclaremos entonces: los anteriores son sus tres exmaridos –incluido Miguel Boyer, que tristemente falleció durante el matrimonio–, y esta situación es diferente básicamente porque Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, figurón social y literario, hombre admirado y requeteleído, todavía no ha firmado los papeles del divorcio. Proceso complicado este para algunos de los hijos del escritor: la de ese adulto que ve cómo su padre enloquece de amor ante una señora conocida en España por sus relaciones.

Pero conocer a Isabel es quererla. "Para mí la felicidad es Mario. Esta relación vale la pena", nos contaba en Pronovias. Y tanto. Este noviazgo, Isabel, te ha llevado de nuevo a la picota y de repente todo el mundo te quiere a su lado... "Cierto, pero a Mario le ha venido regular. No está acostumbrado y lo está llevando con resignación". Aunque eso no impidió al Nobel celebrar su 80 cumpleaños por todo lo alto, como les mostramos en las páginas siguientes.

Reina de corazones

En palabras de Alberto Palatchi, Isabel Preysler era una apuesta segura "porque es la reina de corazones". Lo fue, lo es y lo será. Que termine pasando por la vicaría –llámese juzgado– es cuestión de tiempo. Ella lo sabe pero, prudente, respeta el proceso de divorcio. Eso sí, sería su cuarto matrimonio: "Por ley natural, me gustaría que mis hijas se casaran antes que yo".

¿En serio me ves vestida de blanco y de largo?"

Ay... Ninguna ha resultado ser tan enamoradiza. Al final, la alianza caerá por encima de las niñas, pero Isabel lo tiene claro: "¿En serio me ves vestida de blanco y de largo? No, nunca sería así, no me veo. Y tampoco tengo edad". En el fondo sueña con ser madrina de nuevo

–la boda de Julio Jr. se quedó a medio hacer–, más abuela de lo que es –qué lejos viven los hijos de Chábeli– y esposa abnegada porque lo ha sido siempre. "Una vez que Mario esté divorciado, tema en el que no entro en absoluto porque me parece algo muy íntimo, quizá nos planteemos una posible boda. Pero no la necesito. Soy feliz con el amor tan profundo que me demuestra cada día" Y a ver quién supera eso.

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