Irina Shayk, de incógnito por Barcelona

No le salió muy bien la estrategia de intentar pasar desapercibida. Lógico. Cuando una es tan famosa en todo el mundo como Irina Shayk y, además, se tiene el físico que ella tiene, llamativo por naturaleza, lo de que la gente no se fije en una, es complicado.

Aun así, la modelo rusa intentó que nadie la 'cazara' a su llegada a Barcelona, donde participará en la Pasarela Gaudí que se celebra desde hace unos días.

Vestida de negro, con el pelo recogido y gafas de sol, se apresuró a meterse en un coche con la cabeza gacha. Es cierto que, al venir sola, sin la compañía de su novio, Bradley Cooper, contaba con un punto a favor, pero los 'paparazzi' estuvieron espabilados.

Irina desfilará para Pronovias esta tarde, firma con la que ya ha colaboró el año pasado y de la que, parece, se ha convertido en una especie de musa. Quizá algún día Alberto Palatchi vea a Shayk luciendo uno de sus diseños. Y, puede, sea junto a Bradley.