celebrities

Una década del adiós de Rocío Jurado

Diez años han pasado desde que la cantante, 'la más grande' como era conocida entre nosotros, falleció debido al cáncer de páncreas que padecía. Rocío Jurado nos dijo adiós como ella solo podía hacerlo: una soleada tarde de abril que recordamos en el décimo aniversario de su muerte.

Rocío Jurado se despidió de la prensa, y de todos, antes de entrar en su casa el día que abandonó por última vez la clínica Montepríncipe./Gtres

Rocío Jurado se despidió de la prensa, y de todos, antes de entrar en su casa el día que abandonó por última vez la clínica Montepríncipe. / Gtres

Rocío Barroso
ROCÍO BARROSO

Han pasado diez años, pero aun recuerdo su mano alargada agitada al viento justo antes de entrar en su casa, de la que nunca volvió a salir. Era la más grande y como tal nos dijo adiós. Fue la última vez que vimos a Rocío Jurado con vida. Ella lo sabía y quiso dar su particular despedida a la prensa -con quien siempre mantuvo una relación de idas y venidas, pero con conciencia y conocimiento- como solo ella podía hacerlo: con las alas desplegadas al viento y una gran sonrisa de la mano de su marido, José Ortega Cano, a las puertas de su casa, donde fallecería.

Ha dejado de respirar"

amador mohedano

Alrededor de las seis de la tarde del sábado 28 de abril de 2006, Rocío Jurado abandonaba la clínica Montepríncipe, en la que había estado ingresada después de regresar de Houston y donde durante meses recibió tratamiento para el cáncer de pancreas que padecía. Visiblemente tranquila, mantuvo la sonrisa durante todo el trayecto hasta su casa en La Moraleja. Regreso que difícilmente pudo iniciar debido a la cantidad de gente apostada a las puertas de la clínica que quería saludarla. Con la serenidad y el saber estar que siempre la caracterizó, bajó la ventanilla para coger una flor que nuestro compañero Adriano Silva quiso regalarle, y le tiró un sentido beso con la mano en señal de agradecimiento.

Acompañada por toda su familia y toda la prensa -incluso los que habíamos terminado el turno nos quedamos a su lado- llegó a su hogar. A las puertas de la misma tuvo el último gesto de agradecimiento con nosotros y ya no la volvímos a ver. Tres días después, el 1 de junio, su hermano y representante, Amador Mohedano, anunciaba su muerte. "A las cinco y cuarto ha dejado de respirar. Tranquila, sin grandes angustias y rodeada, como ella quería, de lo suyos", comunicó una hora después del fallecimiento de la cantante en el mismo sitio en el que la habíamos despedido. Con esta frase, que ponía fin a cinco meses de guardia en los que la cámara 9 de Europa Press fue un constante testigo sin moverse de la casa de la cantante, nacía la leyenda de Rocío Jurado.

Olor a yerbabuena, silencio contenido y sumo respeto

A las ocho de la mañana estaba ya en el centro cultural de la Villa, hoy Fernando Fernan Gómez, donde tendría lugar la primera capilla ardiente, la segunda fue en Chipiona, su tierra natal. Camino Paniagua, directora de Europa Press reportajes, me despertó a las cinco y media de la mañana: "¿Dónde estás?". La repuesta era obvia: “Durmiendo”, pero no era necesario decir más. 'Minidv' en mano, taxi a la plaza de Colón y me puse a trabajar.

Hastas las once y media de la mañana no se abrió la capilla ardiente. Profundo respeto con olor a yerbabuena es el recuerdo que me queda de las 12 horas que Rocío fue velada. Frente a su féretro -flanqueado por Rocío Carrasco, arropada en todo momento por Fidel quien, en un gesto de consolación, acariciaba su cuello, y Ortega Cano rotos de dolor- vi pasar numerosos rostros conocidos: desde Pedro Almodóvar hasta Isabel Pantoja, y anónimos que quisieron despedir a la cantante. E imnumerables gestos de cariño, sentidos abrazos y muchas lágrimas.

Al cerrarse la capilla ardiente, el cuerpo de Rocío fue trasladado hasta la base de Torrejón de Ardoz para poner rumbo a Chipiona. Allí, tras ser velada por más de 10.000 personas y despedida con la 'Salve Rociera', descansa en paz.

Ejemplo de fortaleza

Con la misma entereza que comunicó su enfermedad en 2004, la vivió. "Tienes un tumor malo. Tienes un cáncer muy difícil de detectar, porque está en una fase primaria, nivel dos. Fue un mazazo muy grave", fueron sus palabras en la rueda de prensa que organizó en el jardín de su casa, donde llamó a las cosas por su nombre y mantuvo la compostura. Durante dos años, Rocío lo intentó todo para que el cáncer no pudiera con ella. Y, al igual que durante su vida, fue un ejemplo a seguir. No así su familia, a la que mantuvo unida y en buena sintonía mientras estuvo viva, pero con su muerte nació la fractura del clan jurado.

Rocío Jurado durante la rueda de prensa en la que comunicó su enfermedad. / agencias.

Las primeras diferencias comenzaron con la venta de la casa de La Moraleja, punto de encuentro de la familia hasta entonces, dispuesto así por la propia cantante en su testamento. En él nombró heredera universal a su hija Rocío Carrasco, pero también fueron beneficiados sus hermanos, Amador y Gloria, sus sobrinos e incluso su fiel amigo, confidente y secretario Juan de la Rosa, quien falleció meses después, en enero de 2007. Su marido, José Ortega Cano, y sus hijos, José Fernando y Gloria Camila, recibieron lo que les correspondía.

A partir de aquí y en la falta de acuerdo en el museo dedicado a su memoria las fractura entre Rocío Carrasco, la familia Mohedano y Ortega Cano eran evidentes. Rencillas y desplantes que se han ido acrecentando a lo largo de los años y que durán hasta hoy. Pero que forman parte de otra historia, la escrita después de Rocío Jurado.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

¿Qué me deparan los astros?