Arte y búsqueda

Esta semana Anne Igartiburu alaba en su columna el trabajo de los artistas.

Anne Igartiburu
ANNE IGARTIBURU

El vértigo de lo desconocido al que se enfrenta el artista en el proceso de creación de una obra, sea cual sea, pasa por una fase de soledad profunda, que es equiparable al momento crucial en la toma de decisiones de un ser humano.

Siempre me han llamado la atención las personas con talento creativo. Ponen sus emociones al límite para sacar una conclusión y un aprendizaje. El ejercicio de humildad, a la que se entrega sin medida cualquier pintor, poeta, compositor o escultor en el viaje a lo más profundo de su ser para luego materializarlo externamente, es una aventura no exenta de riesgos. En el camino se harán preguntas e incluso se medirán con los que ellos creen grandes; retarán a las musas en las horas más intempestivas para que luego aparezcan cuando ellos, los creadores, les invoquen a placer. Todo un misterio. Pero, como digo, no es una senda cómoda. Se sentirán vacíos, inertes, ausentes, ignorantes o todo lo contrario: pletóricos, omnipotentes y sublimes. Pero siempre sabrán que su estado es variable y la intensidad de su pasión, volátil. La tensión a la que se somete el artista, curiosamente de manera voluntaria, es una necesidad que le llega desde ese anhelo por la búsqueda de la belleza solo entendida por él. Una belleza inspirada por el momento y las circunstancias por las que atraviesa el creador incansable.

Hace no tanto que se nos fue uno de los mejores profesionales del teatro que ha tenido nuestro país. Querido y respetado. Admirado por todos, Francisco Nieva dejó grandes obras pero hay una frase que me invita a defender esta idea: "El artista es la única persona en el mundo que sabe jugar con su libertad y exponerla de vez en cuando peligrosamente simplemente por capricho". Creo que no se podría describir mejor, el precipicio al que se lanza cualquier artista cuando crea jugando con sus emociones y con esa necesidad, a veces visceral, por expresarse o incluso cuando expone su obra al resto de los mortales. Es cierto que "juega con su libertad" porque se reta a romper ataduras y cuestiona lo establecido. Y se lo toma muy en serio. Tanto, que provoca estados de ansiedad que a su vez se vuelven necesarios para seguir creando.

Luego llega el momento de mostrar su trabajo. Un gesto valiente y comprometido al que no se puede resistir el artista porque sus impulsos le llevan a ello casi siempre de manera irremediable por el deseo de compartir. Quizá por eso, siempre me inquieta y emociona ponerme ante una creación, cuando está hecha para contarme algo que me descubre lo desconocido y que me lleva más allá en esa conexión. Gracias artistas.

Música para la ocasión...

‘La mamma morta’, de la ópera Andrea Chénier por Maria Callas.

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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