Carlos Sobera vende su teatro, el Reina Victoria, a Pescaderías Coruñesas

Cuando no se han cumplido ni siquiera dos años, el actor, presentador de televisión y empresario Carlos Sobera ha vendido el Teatro Reina Victoria, de Madrid. Un teatro construido en 1916 y que está situado en una de las zonas 'premium' de la capital de España, en el número 24 de la Carrera de San Jerónimo, a tan solo 300 metros de la Puerta del Sol y casi enfrente del complejo hotelero y comercial de lujo que se está construyendo en la Plaza de Canalejas.

La operación de venta se escrituró oficialmente el pasado mes de enero por 9,4 millones de euros, según las liquidaciones de impuestos anotadas en el Registro de la Propiedad, aunque fuentes teatrales afirman que el presentador vasco solo se ha llevado por la compra 8,2 millones. En todo caso, una cifra muy superior a los 7 millones de euros que desembolsó en marzo de 2016 a través de la sociedad Arequipa Producciones, una empresa que comparte con su esposa, la abogada y productora teatral Patricia Santamarina Cerdeiriña, desde el año 2015.

El sorprendente comprador del teatro de Sobera es la sociedad Pescaderías Coruñesas, propiedad del restaurador Evaristo García Gómez y de sus hijos Diego, Paloma y Marta García Aspiroz. Esta sociedad familiar, que empezó gestionando una pescadería en el año 1911 y que hoy tiene un comercio emblemático en la capital de España cerca de la Glorieta de Cuatro Caminos, ha ido diversificando sus negocios, principalmente en el sector inmobiliario. La firma también dispone de varios restaurantes de lujo, entre ellos, los emblemáticos O'Pazo, El Pescador y Filandón, a los que se suma ahora un negocio de catering.

Es precisamente dentro de esta última línea de negocio donde la empresa, que gestiona activos que superan los 89 millones de euros y que ya en 2016 ganó más de 3,3 millones, ha afrontado la compra de esta gran manzana inmobiliaria de Madrid, que no solo incluye el Teatro Reina Victoria sino también todo el edifico que circunda desde la calle madrileña del Príncipe hasta el Hotel Inglés, en la calle Echegaray. Sin embargo, este no es el primer movimiento inmobiliario que esta empresa de restauración realiza.

Ya en 2014 adquirió, en subasta pública, por unos 6,6 millones de euros el Palacio de la Trinidad, situado en la céntrica calle de Francisco Silvela. Un edificio construido en 1928 por el arquitecto Luis Alemany Soler, quien dos décadas más tarde construiría también el Estadio Santiago Bernabéu. Este palacete, de valor arquitectónico indiscutible, tuvo diferentes usos por parte del Estado y estuvo ocupado por el Instituto Cervantes hasta el año 2006. El problema de este palacio radica, al igual que el Teatro Reina Victoria, en que se trata de un inmueble protegido y el Ayuntamiento de Madrid no aprueba el proyecto de reforma para convertirlo en un lugar donde realizar convenciones, eventos o alquilar salas de reuniones.

Fuentes del mundo teatral critican duramente a Carlos Sobera, el presentador de 'First Dates' (Cuatro), por este pelotazo especulativo inmobiliario. Según ellos, hace menos de dos años llegó a declarar: "Estoy hipotecado, pero muy contento. Es muy jodido sacar adelante un teatro, pero es una aventura de las que merecen la pena. Si te tienes que arruinar haciendo algo, mejor que sea haciendo esto que comprándote un jet privado".

Por eso hoy, fuentes del mundo teatral, afirman que «"obera se ha arrugado por completo. No ha sabido mantener una finca vieja con un mantenimiento caro y con una producción muy escasa. No ha sabido entender que el teatro no es un negocio, es un veneno que llevas dentro. Lo que recaudas hoy solo te sirve para sacar adelante la próxima función y no para enriquecerte. Y aunque el teatro está mal, necesita más inversión y cuando lo compró lo hizo con una hipoteca muy alta, creo que se ha rendido muy pronto", afirman.

Tanto que cuando Sobera alternaba sus grabaciones en televisión con su papel en la obra '5 y… Acción' en el Reina Victoria, el presentador presumía en público de la reforma del teatro. En concreto, de cambiar la marquesina, que fue transformada en los años 60, y devolverle su diseño original de 1916. "Pero todo estaba ya en marcha y donde dije digo, ahora digo Diego", afirman.

Lo que es evidente es que el Teatro Reina Victoria es un espacio con dilatada historia y muy conocido en la escena madrileña. Fue gestionado durante muchos años por el empresario teatral y exdirectivo del Real Madrid Francisco Muñoz Lusarreta hasta su muerte en 1986. Luego pasó a manos de su hija Delfina, hasta que sus verdaderos propietarios, Pilar Prieto Gómez-Acebo y la sociedad Alquisel S.L., recurrieron a los tribunales y consiguieron en el año 2000 una sentencia a favor del Tribunal Supremo para rescindir su contrato. Enrique Cornejo, uno de los últimos románticos del teatro, fue su último arrendatario hasta la llegada de Carlos Sobera.

Buena parte de las razones de la venta pueden estar en la situación financiera de la empresa que abordó la gestión del teatro, Arequipa Producciones, cuyo administrador único es Carlos Sobera y en la que su mujer Patricia es la apoderada. Está domiciliada en Barakaldo y su objeto social era inicialmente "la gestión de salas de espectáculos".

Llegó a tener 18 trabajadores en 2014 hasta llegar a 7 en el 2016. Pero lo peor son sus datos económicos: en 2016, año de la compra del teatro y en el que amplió el objeto social de la empresa a "la adquisición, compra, venta, arrendamiento, tenencia, disfrute, administración, promoción, construcción de toda clase de inmuebles", la facturación descendió hasta 1.068.095 euros, lo que llevó a cerrar el ejercicio con unas pérdidas de 77.074 euros. De los 8,2 millones de euros de activos que tiene la sociedad, la parte principal corresponde al Teatro Reina Victoria, que ahora acaba de vender.

La dificultad de la operación inmobiliaria radica en que el Teatro Reina Victoria está protegido como tal, aunque en los últimos años ya se ha alquilado su espacio, con capacidad para más de 600 espectadores, para eventos de empresas privadas como Loewe, Banco Mediolanum o Europ Assistance. De momento, el teatro continúa con sus funciones, con programación cerrada hasta el 10 de agosto de este año. Fuentes teatrales afirman que Sobera estaría pagando a Pescaderías Coruñesas un canon de 25.000 euros por su alquiler.

Lo que pueda ocurrir desde este verano es completamente incierto. Pero puede suponer el final de una emblemática sala que tuvo como anfitriones en su primera obra a los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, y donde en 1975 Victoria Vera escandalizó a la opinión pública madrileña en plena transición al aparecer con los pechos al aire en la comedia '¿Por qué corres, Ulises?', de Antonio Gala; o que en los últimos años hizo disfrutar al público con obras como Cinco Horas con Mario, con Lola Herrera. A partir de agosto, el futuro es muy incierto.

- Carlos Sobera se sincera sobre su enfermedad

- Carlos Sobera: "Ha sido un buen susto"

- Preocupación por el estado de salud de Carlos Sobera

¿Sabías que Carlos Sobera es Leo? Consulta su horóscopo