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El 23 de diciembre de 1971 se celebró en el Palacio de El Pardo la petición formal de mano. Carmen Martínez Bordiú y Alfonso de Borbón se casarían en el mismo sitio el 8 de marzo de 1972. El lugar era la residencia familiar de Francisco Franco, su hija Carmen y su numerosa familia de siete hijos, entre los que estaba Carmen Martínez Bordiú, la más rebelde de todos ellos.
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Carmen e Isabel mantienen una amistad indestructible. Ambas se han apoyado a lo largo de los años y han sido fieles confidentes la una de la otra. Tanto es así que cuando Isabel Preysler aún era marquesa de Griñón y empezaba su relación con Miguel Boyer, Carmen los alojó en París donde estaba viviendo. Lo único malo que Carmen ha dicho de Isabel a lo largo de todos estos años es que: "Es imposible quedar con ella y llegar a tiempo a los sitios. Por eso prefiero ir por mi cuenta".
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Tras separarse de Alfonso de Borbón, Carmen conoció al anticuario francés Jean Marie Rossi y se enamoró perdidamente de él. Los 22 años de diferencia entre ellos no supusieron un impedimento para contraer matrimonio por lo civil en diciembre de 1984. Carmen lo dejó todo, incluidos a sus hijos, y se fue a vivir con Jean Marie a París, algo que Alfonso de Borbón nunca le perdonó. La pareja tuvo una hija llamada Cynthia.
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Carmen y su madre, Carmen Franco, han estado siempre muy unidas. En los últimos años iban siempre juntas a todos los eventos. Para Carmen la enfermedad de su madre a la que diagnosticaron un cáncer terminal en 2017 y su posterior muerte a los pocos meses, fue un revés muy grande. La nieta de Franco reconocía días después a los medios que su madre había tenido una vida plena.
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Carmen tiene cinco nietos, cuatro de su hijo Luis Alfonso y uno de su hija Cynthia. "Es una abuela experimentada y muy consentidora", reconocía su nuera Margarita Vargas. A Carmen se le cae la baba con ellos y pasa todo el tiempo que puede a su lado.
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A los 50 años Carmen Martínez Bordiú encontró de nuevo el amor con José Campos. El 18 de junio de 2006 decidieron pasar por el altar en Santander. La relación duró siete años, Luis Miguel Rodríguez, fue el detonante de su ruptura y la pareja no terminó muy bien. En la actualidad José Campos se recupera tras haber superado un ictus, ha encontrado de nuevo el amor y es padre de una niña.
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En el 2006 participó en el concurso de "Mira quién baila!". En la presentación Carmen reconocía que le gustaba mucho bailar y que estaba encantada de aprender todos los bailes que pudiera. La nietísima recibió infinidad de críticas que a ella no le importaron: “Me ponen verde por ser nieta de Franco y me llaman gorda (que lo estoy) como si las gordas no pudiéramos salir de casa”. Años más tarde Carmen aseguró que se lo había pasado genial y había disfrutado mucho de la experiencia.
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La nieta de Franco confesaba en el programa de Bertín Osborne 'En la tuya o en la mía', que se enamoró por primera vez a los 60 años y fue cuando conoció a ''El Chatarrero''. La pareja nunca llegó a confirmar su relación y tuvieron varias idas y venidas. Carmen terminó cansándose de las infidelidades de Luis Miguel Rodríguez.
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Para Carmen la muerte de su madre fue un duro golpe. Sus hijos siempre han sido su mejor apoyo en los momentos difíciles. En la foto les vemos a la salida de la iglesia junto a la mujer de Luis Alfonso, Margarita Vargas, a la que Carmen considera como una hija más y con la que tiene una magnífica relación.
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Carmen lleva una vida apacible alejada de los focos en la localidad portuguesa de Sintra, Portugal. Se instaló allí en 2020 junto a su novio, el coach australiano Tim McKeague, de 35 años y con el que lleva cuatro años de relación. Lo único que pide Carmen en esta nueva etapa es que la dejen en paz: "He querido desaparecer totalmente de los medios y vivir esta etapa de mi vida como quiero", ha declarado.
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