«Madrid está impagable»
«Madrid está impagable»
Casi al mismo tiempo que se hacían virales las declaraciones en Bruselas de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, sobre el problema de la vivienda en España, la influencer Marta Pombo provocaba otro gran revuelo en las redes sociales sobre este mismo problema, aunque con un enfoque completamente distinto. Si la ministra realizaba «un llamamiento a los inversores, a los promotores sociales de vivienda, para construir vivienda asequible», la hermana de María Pombo se lamentaba de no tener dinero suficiente para comprar la casa de sus sueños.
Pongámonos en antecedentes. La controversia, que llega unas semanas después de que María Pombo asegurara en sus redes que leer no es necesario o importante («no sois mejores porque os guste leer, hay que superarlo»), comenzaba cuando la influencer y empresaria de éxito publicaba un vídeo en su cuenta de Instagram sobre la casa donde le gustaría vivir con su familia.
Marta, casada con el odontólogo y también influencer Luis Zamalloa, y con tres hijas, lleva tiempo a la caza de un nuevo hogar en el barrio donde reside en la capital, Hortaleza. «Los que me seguís desde hace un par de años, sabéis que amo mi barrio. Y yo hasta tenía fichada una casa que siempre veía un poco abandonada, vacía desde luego, y siempre la manifestaba. Manifestaba esa casa todos los días», explica en el vídeo, antes de añadir que «pasaba por delante de ella y me quedaba mirándola, imaginando la reforma» e incluso «modificaba mi ruta al cole para verla».
«Imaginaos mi cara cuando la casa sale a la venta. ¡Yo no lo puedo creer! Y ahora imaginaos mi cara cuando me dicen el precio», la escuchamos decir con rostro apenado. «¡No tengo dinero para comprarla, güey!», dice a continuación con un inesperado acento mexicano (ella es madrileña de familia cántabra) desde unas stories en blanco y negro.
«¿Qué locura de precio en Madrid es esta?», dice después con evidente sorpresa. «Y, además, es que hay que reformar la casa, que es evidentemente una casa muy grande. Es un espectáculo de casa, un sueño. Mi dream house, forever and ever. Pero, ¿de dónde lo sacamos?», continuaba quejándose amargamente, pasando ahora al inglés.
«O sea, Madrid está impagable. Es verdad que una tiene aspiraciones muy altas de comprar una casa con jardín en Madrid, yo lo sé. ¡Pero tampoco a esos precios!», sería lamentándose mientras hacía un rápido análisis de la evolución del mercado inmobiliario en la capital, recordando que «hace dos años, una casa así salía por muchísimo menos, porque vi casas aquí en el barrio que me las quitaron, por bastante menos precio». Finalmente, resignada, termina diciendo que «tengo paciencia, voy a seguir esperando, pero no sé hasta cuándo. Tampoco sé si me va a llegar el dinero».
Las críticas a este mensaje de Marta Pombo –que comparte con su familia la propiedad de una casa en el pueblo segoviano de Adrados y otra en Cantabria– no tardaban en descargar con fuerza. Una de las más celebradas fue la de un usuario de Twitter que ironizaba sobre sus lamentos diciendo: «Pues si Marta Pombo no tiene dinero para comprarse la casa que ella quiere, imaginaos la gente que no cobra 5.000 euros por promocionar un champú».
Otra de las voces muy críticas con la influencer fue la periodista Nuria Marín, que la acusó de «frivolizar» con un tema tan relevante como es el precio actual de la vivienda en nuestro país. «A lo mejor, lo que hay que hacer no es 'manifestar', sino manifestarnos para poder comprarnos una casa», era su propuesta al respecto.
Por alusiones, la aludida quiso matizar sus palabras, asegurado que ella tan solo trata de «vivir con alegría y gratitud lo bueno y lo malo», y disfrutar de forma consciente de su situación privilegiada. Y mientras daba las gracias a sus seguidores por el apoyo ante las críticas, matizó que «de eso se trata la vida, de que cada uno viva la suya, respetando al resto con sus vidas».