La vida de Nina Wendelboe-Larsen, la mujer que sustituyó a Carolina de Mónaco en el corazón de Philippe Junot: discreción, tragedias y la boda de su hija Isabelle

Octubre de 1988. El empresario Philippe Junot (ex de Carolina de Mónaco), se casa, por segunda vez, con una joven danesa de 24 años, tras su divorcio de la princesa en 1980. La razón de este divorcio eran las continuas infidelidades él. Le llamaban «el príncipe de la noche». Pero su reputación de playboy parecía haber tocado a su fin gracias a la socialité de origen danés Nina Wendelboe-Larsen.

El matrimonio poco duró –se divorciaron en 1997–, pero tuvieron tres hijos: Victoria, de 30 años, Alexis, de 29, e Isabelle, de 27, que este año se casa con Álvaro Falcó, marqués de Cubas, hijo de Fernando Falcó, fallecido el año pasado por coronavirus, y de Marta Chávarri, que tuvo una breve relación con el padre de la novia.

Nina y Philippe siempre han mantenido una buena relación a pesar del divorcio. Hijo del político y millonario Michel Junot y descendiente de Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes y general que luchó junto a Napoleón, Philippe Junot tiene hoy ochenta y un años y vive entre París y Marbella, retirado de sus negocios de inversión y promoción inmobiliaria. Junot fue padre de nuevo, en 2005, de una niña, Chloe, con la modelo Helen Wendel.

Pero, ¿quién era esa joven rubia de modales exquisitos con la que posaba en las portada de «¡Hola!» anunciando su compromiso? Nina Wendelboe-Larsen nació en Ystad, en Suecia, en 1963. Hoy vive en Nueva York y viaja a menudo a España, especialmente en este momento en el que su hija Isabelle está preparando su boda. El enlace de Nina y Philippe fue uno de los acontecimientos de la vida social en los años ochenta. Su boda también fue portada de «¡Hola!».

Nina aparecía en ella con un glamuroso diseño de raso con anchas hombreras que se fundían en un cuello bardot. El matrimonio duró 10 años. Antes de instalarse en Madrid, vivieron en Copenhague, en París, en Londres y en Nueva York. Llegaron a España tras el 11-S, y se instalaron en una casa del exclusivo parque Conde de Orgaz. Los niños estudiaban en el Liceo Francés. En el círculo de amigas madrileño de Nina estaban Isabel Sartorius, a la que había conocido en la Universidad y Cari Lapique.

Nina y Philippe se habían conocido en Nueva York, a finales de los años ochenta. Ella acababa de licenciarse en Economía por la Universidad de Georgetown. Fue allí donde se hizo amiga de Isabel Sartorius, una amistad que todavía continúa. Trabajaba en la ONU y era una activa socialité de la noche neoyorquina. Sus amigos eran aristócratas, artistas y herederos, entre ellos Andy Warhol. Ella no sabía quién era Philippe cuando le conoció. Se casaron en 1987. Ella tenía 24 años y él, 47. Juntos eran asiduos de la noche marbellí y del Marbella Club y, aún hoy, se reúne a menudo la expareja y sus tres hijos en la localidad malagueña para celebraciones familiares. Los inviernos los pasaban en St. Moritz.

La infancia de Nina fue privilegiada y muy protegida, llena de lecturas y de su afición por los caballos. Su madre, Anna Margrethe, descendía de una familia aristocrática danesa, y ella se crio en el castillo de Marsvinsholm. Todavía conserva su pasión por la equitación. Cuando era adolescente, la familia se trasladó a Bruselas, cuando el padre, Iörgen Wendelboe-Larsen, comenzó a trabajar en las instituciones europeas.

Nina es una mujer de elegancia exquisita, con gran sentido del humor y gran discreción. En estos años se ha volcado en la educación de sus hijos, que han pasado por el colegio suizo Le Rosey, donde se educan ricos y famosos de todo el mundo. También está muy pendiente de cuidarse. Apenas prueba el alcohol, por ejemplo, a pesar de las noches locas del pasado. Su salud le dio un susto en 2018, cuando unos análisis revelaron que es portadora de un gen que predispone al cáncer de mama. Se practicó la mastectomía bilateral profiláctica y se quitó los ovarios. Un caso idéntico al de la actriz Angelina Jolie. Ella colabora hoy con mujeres en tratamiento.