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Beatrice Borromeo en el Día Nacional de Mónaco inspirará tu próximo look de invitada de boda de invierno

La esposa de Pierre Casiraghi ha apostado por un look impecable que ha eclipsado, incluso, a Tatiana Santo Domingo.

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Pincha en la foto para saber cuánto se gastan en ropa las 'royals'. Getty
Ana Calvo
Ana Calvo

La Familia Real de Mónaco se ha reunido casi al completo para celebrar en la capital del Principado su Día Nacional. El nivel de estilo estaba muy elevado, con la siempre acertada Princesa Carolina, una impecable Charlene con un impoluto look 'total white', la elegantísima Tatiana Santo Domingo y la que, quizá, sea la próxima 'royal influencer', la joven Alexandra de Hannover. Sin embargo, entre todas ellas y en ausencia de Carlota Casiraghi, una ha brillado con más fuerza: Beatrice Borromeo.

La periodista y esposa de Pierre Casiraghi nos ha dejado con la boca abierta con un estilismo de inspiración retro y espíritu 'parisien' que derrocha sofisticación y que, sin duda, ya se antoja como uno de los mejores looks del año entre las 'royals' europeas.

El protagonista absoluto del look de Beatrice Borromeo en el Día Nacional de Mónaco es un original abrigo de silueta 'oversize' con llamativo estampado en negro y verde botella, que ha combinado con un tocado de redecilla de estilo vintage, guantes, clutch y salones de tacón bajo, todo en negro. Como detalle de estilo, la periodista no ha dudado en protegerse del frío (al contrario que nuestra Reina Letizia) con unas medias tupidas que, vilipendiadas durante mucho tiempo en el 'street style', quedaban ideales en el conjunto.

¿No os parece pura inspiración este look de Beatrice Borromeo para ser la invitada con más estilo en una boda de invierno de día?

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.