La agenda internacional de Ana Patricia Botín (aunque ella prefiere el más corto Ana Botín) explica en gran medida sus vacaciones: una inmersión en los paisajes favoritos de su querida Cantabria. Sus recientes publicaciones en Instagram desvelan su entrañable manera de disfrutar del tiempo libre que le dejan sus responsabilidades como presidenta del Banco Santander: paseos por la naturaleza o visitas a chiringuitos locales, acompañada por la persona con la que comparte su vida. El discreto aristócrata jerezano Guillermo Morenés.
El perfil de Instagram de Ana Botín, un paso adelante en lo que se refiere a su exposición pública, nos permite ahora comprobar que su matrimonio con Guillermo Morenés va viento en popa, algo que ella ya había dejado claro en sus contadísimas entrevistas y apariciones televisivas, casi siempre motivadas para promocionar su Cantabria natal. Pero, ¿quién es este discretísimo hombre de la tierra de Bertín Orborne del que apenas sabemos nada?
La referencia a Bertín Osborne no es baladí: Guillermo Morenés es el hijo menor de los marqueses de Borguetto y está emparentado con la familia Garvey, propietarios de las famosas bodegas de brandy y jerez, rivales de Osborne. Los Morenés de Jerez son una familia de terratenientes con propiedades en el coto de Doñana, hasta que la expropiación de 1998 les arrebató su palacio de Las Marismillas, refugio de verano de Mariano Rajoy en 2013 y lugar de hospedaje de muchos mandatarios internacionales.
Lógicamente, la formación del joven Guillermo Morenés tuvo que ver con la tierra: se licenció como ingeniero agrónomo y, a continuación, obtuvo un MBA en la Universidad de Nueva York. El primer encuentro de Morenés, Willy para casi todo el mundo, fue en verano de 1980, en una cena organizada precisamente en la Gran Manzana por Ana Botín, a la que una invitada trajo varios amigos. Inmediatamente le llamó la atención su sentido del humor y gracejo andaluz. Fue el alma de la fiesta y, por lo que cuentan sus amigos, continúa siéndolo
Ana (Botín) conoció a Guillermo (Morenés) cuando tenía solo 20 años, con lo que podemos afirmar sin arriesgar demasiado que fue una de sus primeras inversiones y, probablemente, la más exitosa. Lo cuenta la periodista Ana Samboal en su libro 'Ana Botín. Nacida para triunfar: La reina de la banca': Guillermo supo despertar el interés de Ana Botín desde el minuto uno y aquella fiesta se saldó con un intercambio de números de teléfono.
¿Cómo conoció Ana Botín a Guillermo Morenés?
La relación comenzó en una fiesta y siguió a distancia: entonces él había vuelto a vivir en Madrid para hacer prácticas en el Bank of America, y ella continuaba en Estados Unidos, trabajando para JP Mprgan. «Nunca salimos en plan novios», reconoció Ana Botín a Jesús Calleja en su sonada intervención en el programa 'Planeta Calleja' en 2020. De hecho, durante aquellos primeros años solo podían verse en verano, cuando ambos disfrutaban de sus vacaciones.
Tras cuatro años de noviazgo telefónico, Ana Botín decidió pedirle matrimonio. Algo que tuvo que hacer por teléfono, ya que no tenían otra manera de estar en contacto. No fue romántico, pero sí un síntoma más de quién llevaba la batuta en aquellos primeros pasos de la pareja. Era ella la que marcaba el ritmo y advertía a Guillermo Morenés de lo que iba a enfrentar si se embarcaba en el matrimonio.
«Si no nos casamos, esto va a ser muy difícil», le dijo Botín a Morenés. Lo hicieron el 15 de septiembre de 1983, en la Capilla de la Asunción de Santa María de la finca Puente San Miguel, propiedad de la familia. »Una de las cosas más importantes que hicimos cuando nos casamos fue un acuerdo en relación a la familia, la casa y los hijos», confesó Ana Botín. «Decidimos que siempre íbamos a compartir todo al cincuenta por ciento y Guillermo lo cumplió».
Según cuenta Ana Samboal en su libro, Morenés ha llevado mucha de la carga mental de lo familiar. De hecho, se encarga de todo lo relativo a lo doméstico: «Hasta de los regalos de los ahijados de Ana», cuenta la periodista en su libro.
«Yo no podría haber hecho la mitad, ni un tercio de lo que he hecho, sin Guillermo», confesaba la presidenta del Santander a Jesús Calleja. Guillermo Morenés, también presente en aquel programa, quiso puntualizar: «Estamos juntos desde el primer día porque nos hemos respetado mucho, he respetado a mi mujer y ahora la admiro mucho».
La vida profesional de Guillermo Morenés, hoy inversor a través de varios fondos, siempre ha estado ligada al apellido Botín. Fue el encargado de llevar negocio de los cultivos de El Castaño, la finca que los Botín poseen en los montes de Toledo: 80.000 hectáreas que discurren por tres pueblos y que albergan hasta un pequeño aeropuerto privado.
Durante casi una década, trabajó junto a su cuñado Javier Botín en M&B Capital Advisers, un negocio de intermediación bursátil del que Willy se apeó en 2009, después de que la empresa se viera afectada por el escándalo Madoff.
Hoy, como vemos, el matrimonio disfruta de las tierras cántabras desde su gran casa en Carriazo, un pequeño municipio que no llega a los 200 habitantes y que pertenece a la localidad cántabra de Ribamontán al Mar, justo en la orilla opuesta a la ciudad de Santander. Allí se reúnen con sus nietos y sus tres hijos: Felipe, casado con Julia Puig, heredera del la empresa de perfumes y moda; Javier y Pablo. Y, como vemos en el perfil de Instagram de Ana Botín, sin apearse de su etiqueta de estilo favorita: la deportiva.
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