Crear una cuenta
Iniciar sesión
Las chaquetas de tweed son prendas fetiche de la maison. Carolina de Mónaco la luce en 2013 para la presentación de la colección otoño-invierno junto a su confidente Lagerfeld. En cambio, Carlota abrió el desfile de la firma demostrando su afición por la hípica en la colección primavera-verano de este año.
Getty Images
Madre e hija demuestran que el negro y blanco son colores habituales en su fondo de armario. En concreto, para el homenaje al kaiser de la moda en el Grand Palais en 2019.
Getty Images
Carlota y Carolina son asiduas a lucir joyas de la casa real, todas ellas llenas de ostentación. Quizás para la hija predilecta sea una tarea pendiente el llevar maxi joyas al igual que su madre.
Getty Images
Carlota Casiraghi decide tomar prestado un vestido para el Baile de la Rosa de 2017, que su madre ya llevó en el año 2000. Siendo un diseño de Chanel con un pronunciado escote y conformado por una falda de seda con bordados florales.
Getty Images
El complemento que facilita ese toque distinguido a cualquier look más básico. Carolina de Mónaco era adepta a los pañuelos, una tendencia acogida por su hija para acudir al desfile de Saint Laurent en 2020.
Getty Images
Para la boda real de Alberto y Charlene de Mónaco parece ser que se pusieron de acuerdo con el rosa pastel. Cabe destacar que Carolina remata con una pamela voluminosa, mientras que Carlota con un tocado más discreto.
Getty Images
El little black dress es una prenda recurrente que puede salvar cualquier ocasión. Carolina con delicadas plumas para el 45 aniversario de Valentino en 2007 y Carlota con detalles de lentejuelas para Saint Laurent en 2019.
Getty Images
El color azul es simbología de honor en la realeza. Carolina de Mónaco lo luce en 2013 para inaugurar una exposición en el museo nacional de su país. Carlota prefiere llevarlo con cinturón para marcar figura en la presentación crucero de Chanel 2017.
Getty Images
Las plumas son sinónimo de extravagancia, por lo que son ideales para Carolina, concordando a la perfección con su personalidad. En concreto, este vestido lo portó para una fiesta en el Casino de Mónaco en 2019. Mientras que Carlota arriesga (y acertando) con la magnífica obra de Anthony Vaccarello para Saint Laurent para el Baile de la Rosa en 2018.
Getty Images
Tanto para el Baile de la Cruz Roja como para el de la Rosa, ambas han sabido ponerse de acuerdo para llevar vestidos metalizadas. Descubriendo ese lado más rock que ambas tienen, pero que Carlota lleva innato.
Getty Images