joyero de capa caída

Las espectaculares tiaras que Carolina de Mónaco perderá si se separa de Ernesto de Hannover

La casa de Hannover disponía de un joyero fabuloso que ha ido menguando con los años. Carolina de Mónaco ha lucido dos de las tiaras más importantes, que perdería en caso de divorcio.

Carolina de Mónaco es princesa de Hannover. GEtty
Las  tiaras que Carolina de Mónaco perderá si se separa de Ernesto de Hannover
Elena Castelló

La casa de Hannover es una de las más antiguas casas reales de Europa. Reinó en Hannover hasta principios del siglo XX y en Gran Bretaña entre los siglos XVII y XIX. Entre sus pertenencias destaca un joyero espléndido que, sin embargo, ha ido menguando con el paso de los años. Muchas piezas fueron a parar a ramas colaterales de la familia y otras fueron vendidas.

Un ejemplo de las primeras es la llamada tiara prusiana, de diamantes, con motivos griegos, que perteneció a Federica de Hannover, hija del príncipe de Hannover y nieta del Kaiser Guillermo II. Hoy, esa tiara pertenece a su hija, la reina Sofía, que la llevó el día de su boda con el rey Juan Carlos, y que se la ha cedido a su nuera, la reina Letizia, que la llevó también el día de su enlace matrimonial. No sabemos quién la heredará, si alguna de sus hijas o su nieta, la futura reina Leonor.

Ernesto de Hannover, marido de Carolina de Mónaco, es hoy el príncipe de Hannover, y jefe de la Casa, y tanto la princesa Carolina, como sus nueras, Alessandra de Osma y Ekaterina Malysheva, han lucido una de las dos tiaras más importantes de la casa, la tiara floral. La de Brunswick pasará probablemente a su heredero, marido de Ekaterina. En cualquier caso, Carolina de Mónaco perdería el derecho a llevar las dos si se divorciara de su marido. Recordamos de qué dos tiaras se trata y nos fijamos en otra pieza, no lucida por Carolina, pero que sí sigue en el joyero de los Hannover.

Joyas como regalo de bodas

La princesa Victoria Luisa de Hannover, duquesa de Brunswick, y madre de la reina Federica, reunió un magnífico joyero con motivo de su boda con el príncipe Ernesto Augusto de Hannover. Algunos regalos fueron de su padre, el káiser Guillermo II, otros de su futuro marido. Otras piezas fueron regalo del pueblo alemán. Entre estas está la llamada tiara de Brunswick, una diadema de estilo muy elaborado, compuesta por tres grandes diamantes centrales y laterales que imitan una corona de laurel.

Esta tiara perteneció a la emperatriz Josefina de Francia y llegó a Alemania con los años. En 1913 fue adquirida por el pueblo de Brunswick y, tras ser reparada y modificada por el joyero de la corte, Hermann Jürgens, fue regalada al príncipe Ernesto Augusto de Hannover, futuro duque de Brunswick, como regalo de bodas para su novia, la princesa Victoria Luisa de Prusia, abuela de la reina Sofía.

Otro regalo fue la tiara prusiana de diamantes, obsequio del Káiser y de la Emperatriz Augusta, que hoy pertenece a la reina Sofía. El novio regaló también a Victoria Luisa la tiara collar de diamantes, que nadie ha lucido en público desde hace más de cuarenta años. Por su parte, los príncipes de Hannover regalaron a su nuera la llamada tiara de la corona de laurel esmeralda, que llegó a la Archiduquesa Francesca de Habsburgo, que la lució hasta su divorcio del jefe de la Casa de Habsburgo, el archiduque Carlos, en 2017 y, posiblemente, pase a su hijo Fernando Zvonimir de Habsburgo.

La tiara de Brunswick que ha lucido Carolina de Mónaco

La princesa Victoria Luisa lució la tiara de Brunswick en sus retratos de boda y en sus primeros retratos oficiales como duquesa de Brunswick. Fue una de sus tiaras favoritas y siguió exhibiéndola en todo tipo de eventos reales durante los años 1920 y 1930, entre ellos la boda del príncipe Christian de Schaumburg-Lippe y la princesa Feodora, que tuvo lugar en Dinamarca en 1937 o la gala nupcial de su hija, la princesa Federica con motivo de su boda con el príncipe heredero Pablo de Grecia, en Atenas en 1938. Ambas fueron dos de las celebraciones más importantes de la realeza europea antes de que estallara la II Guerra Mundial.

Carolina de Mónaco luciendo la tiara de Brunswick. gtres

La princesa Victoria Luisa conservó la tiara y cuando falleció el 11 de diciembre de 1980, la heredó su hijo mayor, el príncipe Ernesto Augusto de Hanover, cuya primera esposa, Ortrudis de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, había muerto unos meses atrás. Su segunda esposa, condesa Mónica de Solms-Laubach nunca la utilizó. La tiara Brunswick no fue usada por la primera esposa de Ernesto de Hannover, Chantal Hochuli, y estuvo guardada hasta 2004, cuando la princesa Carolina de Mónaco, la segunda princesa de Hannover, y esposa del nieto de la princesa Victoria Luisa, la lució en la boda del príncipe heredero Federico de Dinamarca con Mary Donaldson.

Carolina no ha vuelto a utilizarla, pero podría hacerlo. Quizá está esperando la ocasión, aunque dada su separación del Príncipe Ernesto desde hace una década, es improbable que lo considere oportuno. Lo más posible es que la luzca la princesa heredera, Ekaterina Malysheva.

La tiara floral de Hannover

Esta tiara es una de las más valiosas joyas históricas de la familia real de Hannover. No se sabe con certeza su procedencia, pero sí que data de mediados del siglo XIX, aunque las princesas de Hannopver no la utilizaron en público durante más de un siglo. La princesa heredera Thyra de Dinamarca, esposa del heredero de Hannover a mediados de siglo, no utilizaba grandes joyas, mientras que la princesa Victoria Luisa de Prusia, duquesa de Brunswick, solo utilizó la tiara de Brunswick y se negó a pasar las joyas de la familia a su nuera, la princesa Ortrud, de resultas de una pelea familiar.

Se trata de una pieza realizada en platino y diamantes con grandes motivos florales. La tiara fue lucida públicamente por primera vez por la princesa Chantal, primera esposa del príncipe Ernesto Augusto de Hannover, y la completó con el aderezo de topacios de Hannover para asistir el baile previo a la boda del príncipe heredero Alois de Liechtenstein con la duquesa Sofía de Baviera, en el castillo de Nymphenburg, en 1993.

Carolina de Mónaco con la tiara floral Hannover. GTRES

Carolina de Mónaco, segunda esposa de Ernesto Augusto de Hannover también la utilizó en la gala previa a la boda del Príncipe Heredero Federico de Dinamarca con Mary Donaldson, en 2004. Al contrario de la de Brunswick, esta tiara sí ha sido utilizada por las dos nueras de Ernesto Augusto de Hannover. La primera en utilizarla fue Ekaterina Malysheva en su boda con el príncipe heredero, Ernesto Augusto de Hannover, en Hannover, en 2017.

Al año siguiente, la tiara fue utilizada por Alessandra de Osma para casarse con el príncipe Christian de Hannover en la iglesia de San Pedro en Lima, en Perú. El príncipe Ernesto y la princesa Carolina están separados, pero hay dos nuevas princesas que podrán exhibir en público ésta y otras joyas de la Casa de Hannover.

La tiara collar de diamantes

Esta tiara collar de diamantes fue la preferida de la princesa Ortrud, madre del actual príncipe de Hannover, Ernesto Augusto, marido de Carolina de Mónaco. era su pieza más usada. Fue también un regalo de bodas para la princesa Victoria Luisa de Prusia, en 1913, por parte de su prometido Ernesto Augusto de Hannover, duque de Brunswick. Victoria Luisa lució la pieza con la tiara de Brunswick para sus retratos oficiales como duquesa de Brunswick.

En 1951, la princesa regaló esta pieza, que montó como tiara, a la princesa Ortrud de Schleswig-Holstein- Sonderburg-Glücksburg cuando se casó con el príncipe de Hannover, su hijo mayor. La princesa Ortrud la lució en su baile prenupcial celebrado en el castillo de Marienburg y también con su vestido de novia.

La princesa Ortrud continuó luciendo su tiara con el conjunto de topacios de Hannover para eventos reales como la boda del príncipe Juan Carlos de España y su sobrina, la princesa Sofía de Grecia, en 1962 o la boda de su sobrino, el rey Constantino de Grecia, y la princesa Ana María de Dinamarca en 1964.

El príncipe heredero tuvo una discusión con su madre, la princesa Victoria Luisa, que conservaba la tiara de Brunswick y otras joyas de la familia –llegaron a ir a los tribunales–. Como consecuencia, la princesa Ortrud dispuso de pocas joyas familiares y al fallecer poco tiempo antes que su suegra, nunca lució ciertas piezas históricas, como la tiara de Brunswick.

HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.