Son grandes amigos

El amor de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova: boda sevillana, embarazo sorpresa y divorcio traumático

Genoveva Casanova y Cayetano Martínez de Irujo vivieron un complicado romance que culminó en una ceremonia nupcial en Sevilla, pero con un matrimonio que apenas duró dos años.

Cayetano de Irujo y Genoveva Casanova tuvieron un matrimonio fugaz pero una amistad que aún perdura. / gtres

Elena Castelló
ELENA CASTELLÓ

Cayetano Martínez de Irujo habla todos los días con su exmujer, Genoveva Casanova, según revelaba ella hace un tiempo. En estos años, han sido un gran apoyo el uno para el otro, especialmente en momentos difíciles, como las 11 intervenciones quirúrgicas que sufrió el Conde de Salvatierra, por problemas intestinales, o los recientes problemas de salud de Genoveva, tras sufrir una embolia pulmonar.

También el hijo de la duquesa de Alba ha sido de los primeros en apoyar a su ex tras la publicación de las polémicas fotografías con Federico de Dinamarca. «Me preocupa muchísimo Genoveva. La cuido, me ocupo de ella en todos los sentidos», contaba a los medios de comunicación.

El cuidado, el interés y el apoyo es recíproco. «Para mí, Cayetano es mi familia», ha explicado la mexicana en más de una ocasión. «Es mi pilar, somos los dos pilares de una familia de cuatro». Desde el final de su matrimonio, ambos han tenido claro que lo importante era la educación de sus hijos. El secreto de su complicidad: no juzgar lo que hace el otro.

Pero sus relaciones no siempre fueron armoniosas. Cayetano y Genoveva se conocieron en Sevilla, mientras ella realizaba un intercambio con la Universidad de México, a finales de los noventa. Se enamoraron en una competición hípica en Jerez de la Frontera, en 2000. Y, en julio de 2001, fueron padres de los mellizos Luis y Amina. El embarazo de Genoveva fue una sorpresa. La relación no estaba consolidada para que ambos fueran padres o se casaran, pero afrontaron juntos la situación.

Cayetano y Genoveva se conocieron en Sevilla y se casaron en el Palacio de Dueñas. / gtres

Una boda espectacular, pero un matrimonio efímero

Cayetano nunca negó su compromiso como padre con Genoveva. No fue hasta 2005 cuando decidieron pasar por el altar. Ambos deseaban celebrar una boda íntima, pero la expectación que levantó lo hizo imposible. Se convirtió en uno de los eventos del año. Se celebró en la capilla del palacio de Dueñas de Sevilla, a las seis y media de la tarde. Cayetano lució su traje de maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

La novia lució un diseño de encaje de Manuel Mota, con cuatro metros de cola. Genoveva organizó el viaje desde México a Sevilla de su familia y amigos. En la ceremonia cantó un grupo de mariachis y Luis y Amina, sus mellizos ayudaron, junto con su prima Tana, hija de Eugenia Martínez de Irujo, en algunos momentos de la misa.

Los padrinos fueron la Duquesa de Alba, vestida en burdeos por Tony Benitez, pero sin mantilla, al tratarse de una ceremonia en su propia casa, y el padre de Genoveva, Larry Casanova. Al finalizar el casamiento, los invitados disfrutaron de un menú elaborado por Salvador Gallego. La Duquesa salió a saludar a la prensa, pero no los novios. Cayetana les regaló, como regalo de bodas, una casa en Somosaguas.

Genoveva todavía recuerda con emoción a la duquesa de Alba. Se convirtió en su nuera favorita. Pero el matrimonio duró poco. Tan solo dos años después le ponían fin y las relaciones de Genoveva y Cayetano tras la separación no fueron tranquilas. La razón de su divorcio fue la diferencia de caracteres. «Discutíamos por todo», contaba años después Genoveva. «Hasta que me di cuenta de que éramos dos personas con caracteres fuertes. Ni opuestos ni parecidos, sencillamente fuertes». La mexicana no dudó en calificar el divorcio como «traumático».

Genoveva Casanova y Cayetano Martínez de Irujo en una imagen de archivo. / GTRES

En 2015, las diferencias se agravaron, cuando Cayetano dejó de pagar la pensión que debía pasar a sus hijos, una cantidad que el conde de Salvatierra consideraba excesiva: más 11.000 euros mensuales, 8.000 de manutención y 3.000 del alquiler del domicilio en el que Genoveva vivía con los niños en Madrid. Los problemas se resolvieron y ambos llegaron a un acuerdo. Tuvieron diferencias también cuando Genoveva decidió solicitar la anulación eclesiástica de su matrimonio.

Cayetano no se opuso, pero dijo no entender el motivo. Genoveva explicó que era algo que necesitaba «espiritualmente». Hoy, pasados los años, comparten muchos momentos, como la Semana Santa sevillana. Están unidos también por razones profesionales. Comparten algunos proyectos inmobiliarios. Tampoco es infrecuente ver a Genoveva junto a la actual novia de Cayetano, Bárbara Mirjan.

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