FUNERAL ROYAL Por qué Constantino ha sido enterrado sin honores de Estado: el gran temor de Juan Carlos I y la familia real española

El funeral de Constantino de Grecia se ha celebrado en la intimidad, a pesar de los esfuerzos de la familia real por rendirle honores de Estado. ¿Podría suceder algo así en España?

Ana María de Grecia, su hijo Pablo y la mujer de este, Maroe-Chantal Miller, frente al féretro de Constantino de Grecia en su funeral en la catedral Metropolitana de Atenas. / GETTY IMAGES

Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

No es la despedida que la familia real griega deseaba para el rey Constantino, patriarca de una Corona exiliada que ha puesto en un brete al gobierno griego. Las negociaciones de los hijos del rey, Pablo, Felipe y Nicolás, no dieron los frutos esperados y ni hubo capilla ardiente ni se le tributaron honores de Estado en su funeral. Al final, el adiós al rey griego fue como el de cualquier otro ciudadano de su país. Con invitados de lujo, eso sí.

Algunas horas antes del funeral, celebrado en la Catedral Metropolitana de Atenas, los monárquicos pudieron despedir al rey Constantino en la iglesia de San Eleftheiros. Allí estuvo su féretro, cubierto por la bandera griega, desde las seis de la mañana. No hubo gran exhibición de fervor ciudadano y, a las 12 hora local se emplazó en la nave central de la catedral, el mismo lugar donde se casaron los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, en 1962.

Aunque la importancia de los invitados, con 15 casas reales presentes, le dio empaque a la despedida final de Constantino II, lo cierto es que su funeral no contó con ninguna pompa especial. El fallecido jefe de la casa real griega fue enterrado vestido de civil y no se le pudo homenajear con ningún tipo de exhibición militar en los ceremoniales. Recordemos que el rey Constantino terminó en el exilio por apoyar un golpe de estado en 1967.

El rechazo de los griegos a la familia real aún es considerable, lo que explica que el gobierno griego no haya hecho concesiones a Pablo de Grecia, el nuevo jefe de la casa real. Ni siquiera permitieron que el ataúd fuera portado por la Guardia Presidencial, los famosos Erzones, y fue trasladado por funcionarios anónimos. La inhumación se produjo en el cementerio real de la finca de Tatoi, hoy propiedad del Estado griego, que dio al camposanto calificación de Patrimonio Nacional.

El rey Felipe VI lució el Toisón de Oro, la máxima distinción que concede la familia real española, en el funeral de Constantino II. La reina Letizia, por su parte, llevó el broche con la perla 'Peregrina'. / GETTY IMAGES

En realidad, la organización del funeral de rey Constantino de Grecia ha supuesto un quebradero de cabeza de proporciones considerables para el gobierno griego, que ha tenido que volver a revisar qué papel le consigna a la monarquía exiliada y a la familia real. Ha prevalecido la persistencia de la impopularidad de la familia y que Constantino no fuera, de hecho, jefe de Estados. En realidad, solo lo fue siete años: entre 1967 y 1974.

Esta discreta y sencilla despedida a Constantino II preocupa, y mucho, a la monarquía y los monárquicos españoles. Tras este funeral privado, sin honores de Estado, al rey griego se abren mucha incógnitas de cara a la negociación que Casa Real ha de conducir con el gobierno español llegado el momento. El asunto: acordar el protocolo que se seguirá en el funeral del rey emérito de Juan Carlos I.

Por qué los detalles del futuro funeral del rey Juan Carlos ya podrían haberse acordado en su mayor parte

El rey emérito Juan Carlos no ha sido depuesto, pero, como Constantino, tampoco fallecería como jefe de Estado. Sin embargo, conserva a título honorífico la dignidad de rey emérito y la ley dicta que recibiría honores análogos a los dispuestos para un príncipe de Asturias: ceremonial militar, himno nacional, salvas de cañonazos (menos que un jefe de Estado) y gritos de 'viva España'. ¿Por qué se sospecha que su despedida no contará con la pompa que hubiera merecido de no haber terminado en el exilio?

La familia del rey prácticamente al completo, a su llegada al funeral de Constantino de Grecia, en Atenas. / gtres

Según afirmó José Bono, ex ministro socialista y ex presidente del Congreso de los Diputados, el protocolo para el funeral de Juan Carlos I se acordó por primera vez entre 1991 y 1993. Sin embargo, la biógrafa de Juan Carlos I, la escritora francesa Laurence Debray, desveló que volvió a negociarse con su salida de España con destino a Abu Dabi. Acaso fue una de las condiciones que puso a su hijo, el rey Felipe VI, para aceptar el exilio.

A propósito del fastuoso funeral de la reina Isabel II, Debray aseguró en a medios de comunicación que el rey emérito Juan Carlos tendría una despedida tal solemne como la que tuvo su abuelo Alfonso XIII, 30 años después de morir en Roma. Esto es: con desfile por Madrid en un armón de artillería y escolta de la Guardia Real a caballo, velatorio en el Palacio Real y funeral en El Escorial.

Los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía se dejaron ver en público, algo que no sucedía desde el funeral de la infanta Pilar de Borbón, hace dos años. / gtres

Sin embargo, en la práctica mucho de lo que ocurra en el funeral de Juan Carlos I depende, en la práctica, de su hijo el rey Felipe VI. Recordemos que, tras el fallecimiento de don Juan, conde de Barcelona, el rey emérito decidió que su padre fuera enterrado con honores de rey, a pesar de no haber llegado a reinar. El presidente del gobierno de entonces, Felipe Gonzalez, así lo sancionó.

De hecho, la instancia donde se decide si un funeral es o no de Estado es la gubernamental: sería el gobierno el llamado a convocar un gran funeral que sirviera de acto simbólico de afirmación de la monarquía, con luto oficial, banderas a media asta o con crespón negro y homenaje oficial. En caso contrario, podría reducirlo a un acto privado, únicamente adornado con los honores militares marcados por la ley.

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