Ekaterina Malysheva: la nuera modelo y diseñadora de Carolina de Mónaco es la razón por la que Ernesto de Hannover ha llevado a juicio a su propio hijo

Ekaterina Malysheva es el motivo por el que Ernesto de Hannover no fue a la boda de su propio hijo y por el que se van a ver las caras en breve en un juicio multimillonario. Una circunstacia que no parece afectar a la diseñadora rusa que además de ser tan princesa de Hannover como Carolina de Mónaco se lleva fenomenal con Grimaldis, Casiraghis y Hannovers por igual.

Ekaterina se lleva bien con todos, excepto su suegro. Si quiers ver los mejores looks de Beatrice Borromeo, pincha en la imagen./Instagram

Ekaterina se lleva bien con todos, excepto su suegro. Si quiers ver los mejores looks de Beatrice Borromeo, pincha en la imagen. / Instagram

Silvia Vivas
SILVIA VIVAS

En 2017 Ernesto Augusto Jr., príncipe de Hannover, selló su amor con la mujer que amaba, Ekaterina Malysheva con dos bodas a las que no acudió su propio padre, Ernesto de Hannover. ¿El motivo? El Hannover senior, el más conocido por la prensa rosa por ser el marido de Carolina de Mónaco y por sus escándalos etílicos se negaba a dar el visto bueno a la mujer de su primogénito a pesar de que su enlace era aceptado por el resto del mundo... al fin y al cabo llevaban cinco años juntos.

Vídeo.

Tras mostrar su disconformidad por el enlace con su ausencia , Ernesto de Hannover pasó a defender su postura a través de los medios de comunicación y, por último, en los tribunales: demandó a su hijo para recuperar el patrimonio que le había cedido hacía ya una década. ¿Cómo afectó el gran cabreo de su suegro a la recién estrenada princesa de Hannover? Pues parece ser que poco o nada, porque a decir verdad Ekaterina Malysheva ha sabido llevar una vida tan principesca como discreta y conservar la amistad y el respeto de Grimaldis, Hannovers e incluso Casiraghis. De hecho, no es extraño verla hablar amigablemente con Sassa de Osma, Alexandra de Hannover o Beatrice Borromeo. ¿Pero quién es Ekaterina y cómo conoció a un hombre capaz de desafiar a su padre y ir a juicio por ella a costa de una fortuna?

Ernesto de Hannover Jr. y su mujer, Ekaterina Malysheva el día de su boda civil / gtres

Cómo llegó Ekaterina Malysheva a ser la Hannover más poderosa, discreta y desconocida

La historia de Ekaterina Malysheva y Ernesto Augusto Jr. de Hannover es, lo que se conoce popularmente, como un cuento de hadas Disney... con nubarrones de tormenta al fondo. Ekaterina procede de una familia rusa sin vínculos con los títulos nobiliarios. Aunque nació en Rusia, se crió en Praga. Desde muy joven tuvo claro que se quería dedicar al mundo de la moda, y aunque hizo sus pinitos como modelo (algo más que la une a Beatrice Borormeo y Sassa de Osma), al final acabó dedicándose al diseño.

Con 19 años se fue a vivir a Londres para formarse como diseñadora de moda en la prestigiosa escuela London College of Fashion. Como la mismísima Tatiana Santo Domingo con sus Muzungu Sisters, Ekaterina consiguió su objetivo y crear su propia firma de ropa, EKAT Suits, que enamoró desde el primer día a celebrities como Sienna Miller. Su especilidad son las mallas y monos ajustados de colores vibrantes y estampados psicodélicos o repletos de lentejuelas como el que pudimos ver que llevaba Michaela Coel en la reciente gala MET.

Ekaterina posa emabarzada llevando uno de sus célebres monos de su firma de moda EKAT / instagram

Además de interesarse por la moda, Ekaterina comparte con Beatrice Borromeo algo más: su interés por los documentales comprometidos socialmente. Ha producido varios de ellos y uno, The Square, llegó a ganar tres premios Emmy y estar nominado a los premios Oscar.

Su vida desde 2017 ha transcurrido pacíficamente y en la sombra, dedicándose a su negocio y a su familia (ya tienen tres hijos... a los que su abuelo no conoce) y llevándose bien con todo el mundo, excepto con su suegro.

Por qué Ernesto de Hannover no quiere aceptar a Ekaterina en la familia

Por algún motivo que nadie es capaz de desentrañar Ernesto de Hannover no considera ni a Ekaterina ni a su familia dignos de disfrutar ni ahora ni nunca de nada que tenga que ver con el legado y el patrimonio de los Hannover. Y lo dejó muy claro desde el día en que se anunció que la pareja se iba a casar.

Ekaterina y Beatrice Borromeo fundidas en un abrazo en la boda de Annunciata de Liechtenstein / gtres

Mucho antes de la fecha de la boda (y del noviazgo de Ekaterina con el junior de la familia), Ernesto de Hannover había cedido a su hijo parte del patrimonio familiar. Fue durante el periodo de 2004-2006, unos años especialmente salvajes en la vida del cabeza visible de los Hannover, un momento en el que se temía por su salud.

Para que su primogénito se fuera «fogeando» con la enorme herencia que tendría que manejar de pasar lo peor, Ernesto de Hannover decidió cederle la gestión y propiedad de varios de sus castillos (entre ellos el de Mairenburg en el que celebró su boda y el de Grünau) y la presidencia de la Fundación Duque de Camberland.

Vídeo. La guerra familiar de los Hannover

Cuando se enteró de que su hijo se iba a casar con una plebeya rusa, las buenas intenciones se desvanecieron y demandó a su propio hijo para recuperar todas las propiedades. «Está en riesgo el futuo de la familia», llegó a declarar el príncipe en la revista alemana Handelsblatt.

Su objetivo, que aireó en la prensa, era evitar a toda costa que su patrimonio acabará en la familia de la mujer de su hijo. Y también estaba muy dolido porque su primogénito había tomado decisiones sobre dicho patrimonio sin consultarlo antes con él (como por ejemplo cuando ofreció al estado alemán un castillo por el precio simbólico de un euro porque no tenía dinero para costear la reforma que necesitaba la propiedad ni su mantenimiento).

Mientras la resolución a esta demanda aún está pendiente de los tribunales alemanes, Ekaterina y su marido mantienen un perfil bajo y acercan lazos con el resto de la familia. Ekaterina visita a menudo a Sassa de Osma en Madrid o disfruta con la hija pequeña de Ernesto de Hannover, la princesa Alexandra de Hannover, de un retiro con fiesta incluida en un cortijo sevillano. Abraza a Beatrice Borromeo en las bodas reales europeas, invita a su banquete nupcial a los Casiraghi al completo o posa sonriente con su suegra, la mujer a la que Ernesto de Hannover fue infiel y Carolina de Mónaco traicionó. Pase lo que pase en ese juicio en noviembre, parece que no ha sido Ekaterina quien ha salido perdiendo con su matrimonio.

21 de marzo-19 de abril

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