¿Quiénes son en realidad los Hannover? Hay mucho más allá de los dramas de Carolina de Mónaco y Ernesto: juicios, escándalos, robos y problemas con los nazis

Para muchos de nosotros son una de las familias de la nobleza europea con más escándalos a sus espaldas gracias los pleitos pendientes entre ellos y al matrimonio de Ernesto de Hannover con Carolina de Mónaco. Pero en la historia de su familia hay mucho más.

Pincha en ela imágen para ver las fottos más tiernas de Carolina de Mónaco y sus mejores looks. / getty images

Elena Castelló
ELENA CASTELLÓ

La casa de Hannover (cuyo reino está en el noroeste de Alemania) es, en gran parte, una dinastía británica, aunque de origen alemán. Nace con el elector de Hannover, Jorge Luis de Brunswick-Luneburgo, que llegó al trono británico como Jorge I en 1714. Entre 1714 y 1837 la casa de Hannover estuvo estrechamente ligada también con Irlanda. La razón es que la reina Ana de Gran Bretaña murió sin herederos. Su sucesor más cercano era Jorge I, duque de Brunswick– Luneburgo. Su madre, Sofía de Rhineland-Palatinado, era nieta del rey inglés Jacobo I. Jorge I dejó el reino de Hannover y se instaló como rey en Inglaterra.

A Jorge I, que reinó hasta 1727, le sucedieron cinco monarcas: Jorge II, que reinó hasta 1760, Jorge III, hasta 1820; Jorge IV, hasta 1830; Guillermo IV; hasta 1837; y la reina Victoria de Inglaterra, que reinó hasta 1901 y fue la más longeva en el trono, tras su tataranieta Isabel II. Tras la muerte de Victoria, reinó la casa de los Saxe-Coburgo-Gotha, el apellido de su marido, Alberto. Esta dinastía continúa en el trono, pero en 1917 el rey Jorge V le cambió el nombre por Windsor, para evitar la oposición de los ingleses por su origen alemán, enemigo en la I Guerra Mundial.

Los antepasados directos de Ernesto de Hannover Hannover era un estado soberano y se convirtió en reino en 1814. La reina Victoria no pudo conservarlo por la Ley Sálica, que excluía totalmente a las mujeres del trono, que regía en Hannover. Lo heredó Ernesto Augusto, duque de Cumberland, y hermano de Guillermo IV, tío de Victoria y su predecesor en el trono.

Pero, ¿cómo llega la línea hereditaria hasta el actual representante, Ernesto Augusto de Hannover, duque de Herzog, Brunswick y Luneburgo? Su nombre completo es Ernst August Albert Paul Otto Rupprecht Oskar Berthold Friedrich-Ferdinand Christian-Ludwig y es también príncipe de Gran Bretaña e Irlanda. Es la dinastía real más antigua de Alemania, aunque ya no existe como reino desde 1866. Su padre, Ernesto Augusto de Hannover, que falleció en 1987, reclamó sus títulos ingleses ante la justicia en 1956 y, a pesar de considerarlo una contradicción, el juez dio la razón a la casa de Hannover.

Con la revolución de 1919 en Alemania, los títulos dejaron de ser reconocidos. Se convirtieron en parte del apellido y figuran en el pasaporte, pero nada más. Ernesto Augusto, marido de Carolina de Mónaco, no reina sobre nadie, hoy por hoy, a pesar de su impecable pedigrí que le une a la monarquía británica. Ernesto de Hannover es un Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, por su madre, la princesa Ortrud, lo que le convierte en primo de la reina Sofía, también de la reina Isabel II, y en tataranieto del último Kaiser de Alemania. Su abuela era la princesa Victoria Luisa, hija del Kaiser.

Además de su polémica judicial con su heredero, también llamado Ernesto Augusto, por lo que él considera una venta ilícita del castillo familiar de Marienburg, que ha quedado apartada hasta el año que viene, Ernesto de Hanover ha protagonizado una buena cantidad de escándalos, especialmente por enzarzarse con la prensa y mostrarse en público con una copa de más. Pero existe uno que ha quedado enterrado en el tiempo y que saltó justo después de su boda con Carolina de Mónaco.

El periódico alemán Bildzeitung publicó que el abuelo del príncipe Ernesto Augusto, llamado también así, había conseguido gran parte de su fortuna apropiándose de empresas y negocios pertenecientes a judíos, que los nazis habían confiscado en los años 30. Fue así como consiguió ser el mayor accionista de un importante banco austriaco y de la mayor empresa de construcción austriaca, que había estado en manos judías hasta 1938. La familia poseyó las acciones hasta comienzos de los años noventa, según decía el periódico.

Ernesto de Hanover ha protagonizado una buena cantidad de escándalos. / Getty images

El abuelo del príncipe había solicitado el carnet del partido nazi en 1941, pero ya en 1933 arengaba a los habitantes del norte de Alemania a «seguir al Führer, el canciller Adolf Hitler». Mientras tanto el padre del príncipe, también llamado Ernesto Augusto se unió a las SS en 1933 y permaneció en ellas un año. En 1949 obtuvo su certificado de denazificación.

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