Los momentos más críticos en la relación de Federico y Mary de Dinamarca: alcohol, reproches y supuestas infidelidades

Con lágrimas en los ojos en el altar, Federico, futuro rey de Dinamarca, juró el día de su boda, el 14 de mayo de 2004, que «a partir de hoy, Mary es mía y yo soy suyo. La amo y la protegeré con todo mi amor». Han pasado 21 años desde aquel emotivo momento en la catedral de Copenhague, pero el romance de cuento de hadas de los ahora reyes Federico y Mary ha estado desde entonces bajo la lupa.

Las fotos del monarca junto a Genoveva Casanova publicadas en otoño de 2023 y los rumores que desataron,, desmentidos por la propia socialité, que, además, ha tomado medidas legales contra la publicación que sacó sus fotos juntos, supuso una crisis de comunicación muy seria para el controvertido príncipe danés. Para la ex de Cayetano Martínez de Irujo fueron también momentos muy duros por la enorme repercusión del reportaje.

Aquella improbable historia de amor entre Federico de Dinamarca y Mary Donaldson que comenzó con un encuentro fortuito en un pub de Sídney no tuvo un inicio plácido. La joven australiana contó en un principio con la oposición de su suegra, la reina Margarita, que no la aprobaba como novia del futuro soberano danés y eso provocó las primeras tensiones en la relación.

Sin embargo, Mary Donaldson supo ganársela y, el día de su boda, la reina expresó su amor por su nueva nuera en un emotivo discurso, señalando que había demostrado «valor para situar su vida futura en Dinamarca», añadiendo que todo el país la recibía «con los brazos abiertos» y que «con calidez y dignidad nos has recibido a nosotros, a tu nueva familia, y a todos tus nuevos compatriotas. Infundes confianza. A tu alrededor florece también el jardín de Dinamarca».

Si la australiana se presentaba ante sus nuevos compatriotas con una imagen inmaculada, no se podía decir lo mismo de su marido. Antes de comenzar a salir con ella, había mantenido un romance de tres años con la modelo Malou Aamund. Pero la Casa Real le obligó a romper la relación tras un escándalo que terminó con ella detenida mientras ambos viajaban en un coche que conducía de forma errática.

Antes de casarse con Mary, Federico era conocido por su imagen de príncipe fiestero y parece que continuó siéndolo después del sí, quiero, para consternación de su esposa. En 2008, medios daneses publicaron que el royal fue expulsado de un club nocturno de Pekín a las 3 de la mañana, después de que una noche de borrachera con sus amigos se le fuera de las manos.

Apenas un mes antes de este incidente, Mary habría sacado ella misma a su esposo de un club nocturno de la ciudad danesa de Skagen, harta de sus borracheras. En 2009, la escritora Trine Villemann publicó un libro en el que afirmaba que «el consumo excesivo de alcohol» del príncipe Federico se había convertido en una «pesadilla» para su matrimonio. Y en 2011, el monarca fue grabado bailando con una rubia misteriosa días antes de que Mary de Dinarmarca diera a luz a sus gemelos, Vincent y Josephine.

Más recientemente, en 2018, se estrenó una polémica película que retrataba los años de juventud del príncipe, incluyendo escenas de sexo salvaje con modelos. El largometraje cayó como una bomba en Dinamarca y según los medios locales, la princesa Mary se molestó mucho por aquellas revelaciones.

Pero sin duda la crisis más mediática y grave en el matrimonio llegó tras la publicación en la portada de una revista española de unas imágenes de Federico junto a la socialité mexicana Genoveva Casanova en Madrid. Las fotografías dieron la vuelta al mundo.

Mientras Genoveva negaba tajantemente cualquier tipo de relación sentimental entre ambos, asegurando que eran tan solo buenos amigos, la casa real danesa mantuvo un férreo silencio sobre las fotos en torno a este espinoso asunto.

Semanas después, Mary era vista con lágrimas en los ojos en el aeropuerto neozelandés de Queenstown mientras se despedía de unos amigos, poco antes de compartir un misterioso post en Instagram. Dejando a sus fans perplejos sobre si había un significado más personal en su post, escribió: «El tiempo es una cosa peculiar. Cuantos más años has cubierto, más rápido parece pasar el año siguiente. Al mismo tiempo, te vuelves cada vez más consciente de lo precioso que es cada momento y cada año».

Pero cuando los rumores sobre la salud del matrimonio alcanzaban ya un nivel preocupante, llegaba otra noticia bomba: la abdicación de la reina Margarita. Esta sorpresiva decisión fue interpretada por los expertos en la realeza como una especie de control de daños y un movimiento estratégico para convertir a su nuera en Reina y evitar un posible y catastrófico divorcio. Algo que, de momento, se ha conseguido.