Víctima del amor y el lujo

La fascinante historia de Firyal de Jordania, la princesa a la que Stravros Niarchos abandonó con una nota y un broche de diamantes

De entre todas las fascinantes royals jordanas que tienen una historia sorprendente que contar la más elegante y esquiva es la princesa Firyal, que pasó de ser familia de la reina Rania a amante de Stavros Niarchos a la comidilla de la alta sociedad neoyorquina.

La princesa Firyal de Jordania, en una imagen de archivo. Wikimedia Commons
Firyal de Jordania, la princesa a la que Stravros Niarchos abandonó con una nota y diamantes
Silvia Vivas

Tras su discreta boda en Ammán en 1964, con el príncipe Mohamed bin Talal, el destino de la princesa Leirjal Firyal Irshaid de Jordaniaparecía escrito: su nombre aparecería para siempre ligado al de los hombres que ocuparan su corazón. Le sucedió con su exmarido, que fue durante toda una década el heredero del trono de Jordania; con su siguiente pareja, el poderoso naviero Niarchos Stavros y con su última relación conocida, el millonario Lionel Pincus. Todas estas relaciones fueron noticia y todas ellas tuvieron un final polémico.

Nacida en Jerusalén en 1945, hija de Farid Irshaid, un político jordano, de su primer matrimonio solo conocemos la fecha de la boda, el nombre de los dos hijos que tuvo con el tío del actual rey de Jordania (el príncipe Talal y el príncipe Ghazi que forman parte de la corte de Rania de Jordania) y la fecha de su divorcio: 1978.

Desde aquella separación, la elegante Firyal se convirtió en una especie de celebridad de la alta sociedad mundial, especialmente en Nueva York. Su nombre figuraba en la lista de las mejor vestidas y le gustaba visitar las fiestas más elegantes y las subastas de arte más exclusivas. Y fue precisamente en una de ellas donde el siguiente hombre de su vida se fijó en ella: Stravros Niarchos.

Un romance lujoso con un final atípico

El magnate griego era conocido por poseer una de las colecciones de arte más importantes si se trataba de obras de Van Gogh y Degas, pero aquel día acudió a la subasta de la galería Christie 's de Nueva York para pujar por dos cuadros de Renoir. Aunque lo que realmente llamó la atención del millonario fue la elegante mujer con pendientes de esmeraldas y porte de reina que se sentaba en la primera fila: la princesa Firyal.

Para cuando acabó la puja Niarchos estaba resuelto a conquistarla. La invitó a cenar, pero ella le rechazó. Y así comenzó la etapa de la galantería al estilo Stavros, es decir, cargada de regalos. La primera cita entre princesa y naviero finalmente se produjo gracias al envío de varios ramos de rosas rojas al alojamiento de la royal. Tras aquel primer encuentro al siguiente ramo le acompañó una pulsera de diamantes de Tiffany 's.

Firyal de Jordania y Stavros Niarchos, en una imagen de archivo. GETTY IMAGES

Varias citas más tarde la pareja ya era considerada inseparable. Se puede decir que la década de los 80 les perteneció, o al menos eso creía la alta sociedad. Su historia de amor, celos, fiestas y discusiones públicas y privadas casaba a la perfección con los cruceros en el yate Atlantis, las vacaciones en la isla privada del magnate y las estancias en su famosa villa rosa en St. Moritz. Royal y millonario se entendían muy bien por qué, al fin y al cabo, tenían los mismos gustos: los purasangres, las obras de arte y los diamantes.

A nadie le puede extrañar, por lo tanto, que tras una década juntos Stavros Niarchos dejara a la princesa Firyal igual que comenzó con ella: con un regalo exquisitamente caro. Concretamente, el millonario se limitó a escribir «el final» en la nota que acompañaba a un broche de diamantes y no la volvió a ver.

El salto de la princesa Firyal a las páginas de los escándalos

No sabemos cómo sobrellevó la princesa jordana una ruptura tan brusca, pero sí que el desaliento le debió de durar poco. Retomó sus estudios acudiendo a la Universidad de Columbia, desarrolló su labor como directora de la Asociación de las Naciones Unidas, ejerció como embajadora de buena voluntad de la UNESCO, presidenta de la Fundación Hope, presidenta honoraria del Opera & Poetry Institute de Verona y de la junta directiva del Museo de Artes Decorativas de París.

Y aún le quedó tiempo en su apretada agenda social para conocer al que sería su siguiente pareja famosa y ultra rica: Lionel Pincus el fundador de la firma de capital privado Warburg Pincus. La relación entre el viudo de 67 años y la elegante princesa casi dos décadas menor comenzó en los 90 y se interrumpió abruptamente en 2009, cuando el millonario falleció y comenzó el escándalo por el reparto de su herencia.

La princesa Firyal de Jordania en la inauguración en el Museo Natural de Historia de Nueva York en 2003. gtres

Fue entonces cuando los hijos de Pincus acusaron públicamente (y en los juzgados), a la princesa de haberse aprovechado de su novio, anciano y mentalmete incapacitado, para gastarse hasta 62 millones de su fortuna. Mucho de ese capital lo había invertido en la remodelación a su gusto de un lujoso apartamento de 50 millones de dólares ubicado en el hotel Pierre de Nueva York y que se convertiría en el epicentro de todas las demandas en su contra.

Al final la justicia dio la razón a la princesa jordana que abandonó el hostil Nueva York por el mucho más discreto Londres. Allí ha permanecido anónima y bien rodeada por lo mejorcito de la sociedad elitista británica sin volver a llamar la atención salvo en las listas de las mejor vestidas… Excepto en una ocasión, cuando en 2021 le robaron algunas de sus joyas de gran «valor sentimental», entre ellas, piezas de Tiffany 's y un broche de Cartier. ¿Sería las que le regaló Niarchos?

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.