La infanta Cristina reconecta con Iñaki Urdangarin: por qué la hermana del rey no va a borrar a su ex como le sucedió a Jaime de Marichalar

Aunque solo nos lleguen retazos, informaciones endebles en forma de filtraciones, sobre las vidas privadas de las infantas Cristina y Elena, es bastante lo que podemos intuir por la lógica que suelen seguir los divorcios. Sobre todo cuando no son amistosos. Los acontecimientos que ligan a la pareja continúan sucediendo durante un tiempo, hasta que la distancia termina por imponerse. Para entonces, o los ex reconstruyen un nuevo vínculo o dejan de verse definitivamente.

En el caso de la infanta Elena no se cumplió la regla, evidentemente. Sabemos que la hija mayor de los reyes Juan Carlos y Sofía se separó de Jaime de Marichalar y no debió volver a verle ni para firmar los papeles del divorcio. Ni siquiera la existencia de dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, la hizo recapacitar acerca de su decisión. Cosa que nos dice bastante acerca de la gravedad de los conflictos que debieron afectar al matrimonio.

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Gracias a filtraciones que ha publicado el digital Vanitatis, sabemos que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se han visto en Barcelona, entendemos que con la máxima discreción por ambas partes, por no decir con secretismo. Un encuentro cara a cara que, quizá, implica que los ex aún mantienen comunicación telefónica, quizá vía WhatsApp. Y que la ruptura de la pareja, por humillante y dolorosa que fuera para ella, no fue tan imperdonable como la de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar.

Jamás sabremos a ciencia cierta cómo influyó la cárcel y todo lo vivido a raíz del caso Nóos en la familia Urdangarin Borbón, aunque sí podemos imaginar que aquellos años de presión mediática y juicios debió pasar una factura al matrimonio que va más allá de la relación final de Iñaki con Ainhoa Armentia. Sin duda, la pareja debía llevar tiempo rota, cosa que explicaría que la infanta Cristina pueda retomar una relación mínimamente civilizada con el padre de sus hijos.

Si se confirma que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se han visto en Barcelona, que han estado bajo el mismo techo departiendo con normalidad, no queda más remedio que asumir que la dramática ruptura por infidelidad que desataron las fotos del romántico paseo por la playa del deportista y su nueva novia no fue tal. Aunque la relación fuera novedad para la hermana del rey Felipe, cabe pensar que el matrimonio llevaba tiempo sosteniéndose solo por uno de sus lados. Pudo ser que Cristina de Borbón, aún enamorada, no quisiera soltar.

La situación entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina que los acontecimientos nos van pintando nada tiene que ver con la que se vislumbra en la inexistente relación entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena. Aquí, evidentemente, la primogénita de los Borbón y Grecia estaba deseando 'soltar' a su marido, por las razones que fueran. Pero, además, el divorcio sucedió cuando sus dos hijos eran aún pequeños y no tenían, por así decirlo, ni voz ni voto. Froilán, el mayor, solo tenía 11 años.

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La edad de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, con todos los varones mayores de edad cuando se produjo la ruptura definitiva, es un factor importante que pesa en la relación de los ex duques de Palma de Mallorca. Cualquiera de ellos puede convertirse en mediador en la relación presente y futura de sus padres, aunque es Pablo quien, por su carácter y posición, tiene todas las oportunidades para servir de puente entre ellos. Y, por lo que parece, es lo que está haciendo.

Sabemos que Iñaki Urdangarin se han convertido en 'coach' de motivación de su hijo Pablo en su carrera deportiva en el balonmano, que apunta a tantos triunfos como los que tuvo su padre. Así lo confesó el joven en una reciente entrevista, en la que desvelaba que sus conversaciones telefónicas con su padre antes de los partidos importantes le ayudaban a liberar la presión. El ex olímpico no pudo reciclarse como 'coach' deportivo a la salida de la cárcel, pero su hijo sí se está beneficiando de su experiencia.

Conocemos, además, que Pablo Urdangarin es el guardián y futuro residente del gran piso en Pedralbes que adquirió la infanta Cristina a principios de 2024. Más aún: es la razón por la que su madre vuelve cada vez que puede a Barcelona para disfrutar de sus triunfos en la cancha del Granollers. La relación con su hijo deportista es uno de los puntales de su nueva vida de divorciada y, probablemente, una de sus mayores alegrías.

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Así las cosas, resulta de lo más verosímil que la pareja, escandalosamente divorciada en diciembre de 2023, haya aceptado reunirse no en el famoso piso de Pedralbes (casi el mismo en el que vivieron sus primeros y felices años de matrimonio), sino en el que comparte su hijo Pablo y bajo los auspicios de este. El motivo, siempre según la información de Vanitatis: celebrar los últimos éxitos deportivos del joven, más en concreto su renovación en el Granollers por un año más.

Si se confirma este encuentro y, mejor, si se repite, podemos esperar más sorpresas en la relación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, posiblemente hacia una normalización del contacto cuando ambos lo consideren pertinente. Una reconciliación acaso silenciosa que, seguramente, beneficiará sobre todo a sus hijos, víctimas colaterales de un divorcio que se desató de la peor manera. Vía exclusiva en una revista y provocando un escándalo de morbo fenomenal.

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