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OTRA SEMANA SANTA EN EMIRATOS

La amarga Semana Santa de las infantas Elena y Cristina en Abu Dabi: la injusticia con los Urdangarin y Marichalar

Una Semana Santa más, las infantas Elena y Cristina acuden a Abu Dabi para pasar las vacaciones con el rey Juan Carlos. Es uno de los muchos viajes que realizan solas o en compañía de sus nietos.

El rey Juan Carlos se ha apoyado sobre todo en sus hijas, la s infantas Elena y Cristina, desde su marcha a Abu Dabi. gtres

Un año más la familia Borbón inicia una Semana Santa agridulce, una circunstancia amarga que parece perseguirles desde que el rey Juan Carlos decidiera vivir en Emiratos Árabes. Desde su mudanza en 2020, no ha habido abril que no haya tenido la compañía de sus hijas, Elena y Cristina, y sus nietos. En 2021 acudieron las infantas, pero en 2022 hubo desembarco masivo: estuvieron en Abu Dabi todos los Urdangarin y Victoria Federica de Marichalar.

En 2023, Froilán de Marichalar y Borbón ya vivía con su abuelo, con lo que fue la infanta Elena la que viajó a Abu Dabi para pasar unos días con el rey Juan Carlos. También lo hizo en 2024. Otras fechas señaladas, como la Navidad o el cumpleaños del emérito en enero, movilizan a sus hijas y nietos para desplazarse a Emiratos o Suiza, el tercer país escenario de los encuentros de los Borbón. Y quedan los desplazamientos que no se hacen públicos y los viajes del padre del rey Felipe VI a España. En suma: las visitas son frecuentes.

Este año, las dos hijas del rey emérito visitarán a su padre en su gran mansión de Abu Dabi, una donación del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan, propietario del club de fútbol Manchester City, valorada en 12 millones de dólares. Situada en la exclusiva isla de Nurai, cuenta con seis habitaciones, una piscina infinity, playa privada y todas las comodidades propias de un inmueble de lujo. Aún así, el rey Juan Carlos se queja amargamente: quiere volver a España.

Decíamos que la reunión de los Borbón esta Semana Santa será amarga, aunque quizá no por las razones que parecen más evidentes. Llevamos días hablando de ello: el rey Juan Carlos ha decidido reivindicar su figura no solo con unas polémicas memorias, anunciadas para este año 2025, sino con una estrategia legal que implica demandas para aquellos que se refieran a su comportamiento fiscal y sentimental. Unas demandas selectivas, pues de momento solo apuntan a dos personas.

Elena y Cristina apoyan las demandas del rey Juan Carlos

Aunque la persona que más cruda ha sido en el comentario de la vida privada del rey Juan Carlos no ha sido demandada (nos referimos, evidentemente, a Bárbara Rey), el emérito anunció que insiste en defender su derecho al honor al respecto de las declaraciones del ex presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla. Además, ha interpuesto demanda contra Corinna Larsen, en este caso en Suiza, por sus declaraciones en documentales y podcasts y en reclamación de 65 millones de euros que su ex amante se quedó como 'regalo'. Por lo que se ha publicado, las infantas Elena y Cristina y el resto de mujeres fuertes de su entorno le apoyan. Zarzuela, sin embargo, se desmarca absolutamente.

No es descabellado imaginar que el rey Juan Carlos y sus hijas mantendrán conversaciones, seguramente difíciles, al respecto de esta estrategia legal y del impacto que haya podido tener en Zarzuela. Sin duda, las demandas contra Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen no vienen nada bien a los reyes Felipe y Letizia. Colocar a la Corona en un contexto de litigio no parece la mejor idea. Recordemos que el emérito continúa siendo miembro de la familia real.

Las infantas Elena y Cristina, inseparables en su apoyo al rey Juan Carlos. gtres

Apuntemos, sin embargo, a otra razón probable para la amargura de esta nueva reunión de Semana Santa de los Borbón. Nos referimos a la manera en la que el rey Juan Carlos ha justificado sus deseos de ajustar cuentas legales con Revilla y Larsen, una circunstancia que se desveló en Espejo público, el programa de Susanna Griso. Allí se dijo lo siguiente: «Según su entorno, el Rey emérito se siente muy solo».

Necesariamente, no ha debido de caer demasiado bien a las infantas Elena y Cristina este lamento del rey Juan Carlos. Ambas se han preocupado de acompañar a su padre siempre que ha sido posible, tanto en Emiratos Árabes como en Sanxenxo, Londres, París o Ginebra. También sus hijos, los nietos Urdangarin y Marichalar, han viajado de vez en cuando a Abu Dabi para pasar tiempo con su abuelo y Felipe Juan Froilán vive con él. Entonces, ¿por qué dice el emérito que se siente tan solo?

El rey Juan Carlos se siente solo a pesar de sus hijas

No puede ser más ilustrativo del carácter del rey Juan Carlos esta queja, a todas luces injusta con sus hijas. Pese a desmerecer los esfuerzos que las infantas Elena y Cristina hacen para acompañarle en Abu Dabi, ha preferido lanzar un nuevo mensaje a su hijo, el rey Felipe VI, para achacar a su ausencia esta soledad de lujo en Emiratos Árabes. Como si la constante presencia de su nieto Froilán tampoco le resarciera de una soledad, al fin y al cabo, elegida.

No cualquier persona puede acompañar a un rey, parece ser, y mucho menos al rey Juan Carlos. Según desveló José María Irujo en El País, su amigo de cabecera y probable cerebro en la sombra de estas demandas es el libio Abderramán El Assir (74 años), personaje de la jet set divorciado de María Fernández Longoria y de profesión, traficante de armas. «Él y su yerno, el abogado Hugo Linares Espinós ejercen de secretarios de Juan Carlos y atienden su agenda», sostiene el periodista. El Assir tiene vigente una orden de búsqueda y captura internacional de Francia.