La espectacular tiara de la duquesa de Montellano que Isabelle Junot llevó en su boda: lágrimas de perlas y diamantes

Isabelle Junot escogió para su boda con Álvaro Falcó, celebrada el 2 de abril de 2022 en el palacio de Mirabel de Plasencia, un vestido de corte romántico, pero muy sobrio, realizado por Alessandra Rinaudo, directora creativa de la firma Pronovias. El vestido tardó en confeccionarse 200 horas. Con escote cuadrado tipo «balconette», cuerpo ajustado con fajín del que partía una falda voluminosa con cola de dos metros y medio desde la cintura y mangas francesas.

Realizado en gazar de seda en color blanco, destacaba su juventud y derrochaba frescura. Pero, además de por su vestido de novia, la hoy marquesa de Cubas destacó por la espectacular tiara perteneciente a la familia de su marido que escogió para su look nupcial.

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Se trataba de una pieza de perlas y diamantes que también lució en su boda Xandra Falcó con Jaime Carvajal Hoyos, que se celebró en el mismo lugar, el 30 de mayo de 1988. La joya perteneció a los duques de Montellano, Carlota Maximiliana de Escandón y Felipe Falcó y Osorio, VIII duque de Montellano, bisabuelos de Xandra y Álvaro. La actual duquesa de Montellano es Carla Pía Falcó y Medina, condesa de Santa Isabel, prima de los fallecidos Carlos Falcó, marqués de Griñón, y Fernando Falcó, marqués de Cubas. Carla se casó, en 1981, con Jaime Matossian Osorio y tiene cuatro hijos: Felipe, Santiago, Clara y Cristina. ​

Cuando, en 1891, Carlota Maximiliana de Escandón y Barrón, hija de Antonio de Escandón y Garmendia, banquero e industrial mexicano, afincado en Paris, preparaba su boda con Felipe Falcó y Osorio, VIII duque de Mointellano, gentilhombre del rey y grande de España, sus padres le encargaron a la joyería parisina Chaumet lo que entonces se conocía como «corbeille de mariage», un conjunto de valiosos regalos, en su mayoría joyas, además de algunas piezas, como espejos.

Chaumet fue la joyería oficial de la emperatriz Josefina y ha realizado joyas tanto para el maharajá de la India como para la emperatriz Eugenia de Montijo y gran parte de la realeza y la nobleza europeas. Todavía hoy, la familia conserva algunas de las piezas más valiosas, como la espectacular «parure» de brillantes y turquesas que la actual duquesa de Montellano lució en la boda de su hijo, Felipe Matossian, marqués de Pons, con Ina Morenés, en febrero de 2024.

La duquesa llamó poderosamente la atención con sus joyas, que tienen más de un siglo de antigüedad. La otra pieza de gran valor y belleza que se conserva en la familia es la tiara de perlas y diamantes que lució Xandra Falcó en su boda y, años más tarde, llevó Isabelle Junot en la suya.

La pieza la lució, por primera vez, Carlota Maximiliana, bisabuela de Xandra y Álvaro, aunque, con los años, fue ligeramente modificada. La original, realizada a finales del siglo XIX con un diseño clásico de esa época, estaba formada por roleos y otras formas de fantasía y estaba coronada por perlas en forma de lágrima y diamantes en talla almohadón. Hoy la pieza, tal y como la lucieron Xandra e Isabelle, ya no tiene las perlas de lágrima y los diamantes. La joya no ha perdido su esencia, pero resulta más ligera que la original.

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