Buenas noticias (por fin) para Kate Middleton: por qué sus padres podrían convertirse en condes

Carole y Michael Middleton, suegros del príncipe Guillermo, siempre han sido dos personas muy relevantes en la vida de los príncipes de Gales. Pero los últimos acontecimientos acaecidos en la Familia Real británica, en especial la enfermedad de Kate Middleton, ha evidenciado el importante apoyo y la ayuda de los padres de la princesa.

Y es por eso por lo que ya hay numerosas e influyentes voces en el Reino Unido que han empezado a movilizarse para que el rey Carlos III destaque a sus consuegros con un título nobiliario, probablemente el de condes. Sería una forma extraordinaria de agradecer su contribución a la Corona en forma de apoyo incondicional y cuidados.

Y no solo hacia su hija Kate, futura reina de Inglaterra, sino también a sus nietos, en especial a George, el hijo mayor de los príncipes de Gales y segundo en la línea de sucesión al trono después de su padre Guillermo. Veremos qué pasa.

La relación entre Kate Middleton y sus padres, Carole y Michael, siempre ha sido muy cercana. Ni siquiera su condición de futura reina la princesa de Gales ha afectado en la frecuencia con la que su hija se encuentra con sus queridos padres. De hecho, sus progenitores viven cerca de los príncipes de Gales pensando desde el primer momento en poder visitar a sus nietos y, también, en encargarse de ellos cuando Guillermo y Kate se encuentran de viaje.

Pero la reciente operación de la princesa de Gales, así como su diagnóstico de cáncer, han hecho que la cercanía de Carole y Michael Middleton a la familia de su hija sea aún mayor. Se sabe que durante la pasada Semana Santa la suegra del príncipe Guillermo ha estado especialmente pendiente de su hija Kate. Y prueba de ello son las fotos que salieron de la madre royal conduciendo un coche en el que viajaba con su hija convaleciente, de la que aún no se conocía su enfermedad, y en cuyo rostro se apreciaba cierta tristeza y preocupación.

Por eso, no son pocos en el Reino Unido los que insisten en la prioridad de que el rey Carlos III destaque a sus consuegros con un título nobiliario. Un gesto que mostraría el agradecimiento del monarca por el cuidado y entrega de Carole y Michael a los príncipes de Gales y sus tres hijos. Pero que también tiene que ver con que, de no ser así, el príncipe George sería el primer rey del Reino Unido con abuelos plebeyos. Algo que no convence a muchos monárquicos y que tiene ya algún antecedente similar, como cuando el rey Enrique VIII destacó con el título de conde de Wiltshire al padre de Ana Bolena, que también era de origen plebeyo.

El príncipe Guillermo perdió a su madre, la inolvidable Diana de Gales, cuando tenía tan solo 15 años. Una edad lo suficientemente madura como para sentir con todo el peso una pérdida tan importante. Y aunque su relación con Camilla, esposa –y antes amante– de su padre el rey Carlos es hoy bastante buena, no siempre ocurrió así. Por eso no es difícil pensar que el príncipe de gales haya encontrado en Carole Middleton, la madre de su esposa Kate, una figura más próxima a la madre que a la suegra.

Sobre todo en lo que se refiere a las últimas noticias acontecidas en la Familia Real británica, especialmente las enfermedades del rey Carlos y, sobre todo, de Kate Middleton. Los padres de la princesa están más pendientes de su hija que nunca y, también, de sus nietos –los pequeños George, Charlotte y Louis– , así como de su yerno.

También se ha publicado que hace unas semanas, Guillermo y Carole Middleton quedaron a solas en un pub de Norfolk, cerca de Anmer Hall, la residencia de los príncipe y su familia durante la pasada Semana Santa. De ser cierto, sería la evidencia de la necesidad que siente el futuro rey de charlar y desahogarse con una mujer que para él representa lo más parecido a la figura materna.

Más aún ahora, cuando su mujer está inmersa en un tratamiento para curar el cáncer que padece. Una triste realidad que hace que Guillermo esté bajo una enorme presión que necesita gestionar fuera de la rígida institución a la que pertenece. Y nadie mejor que con Carole, ejemplo de apoyo y cariño materna. ¿Quién podría merecer más que sus suegros el regalo de un título nobiliario?