APELLIDO MALDITO

El trágico matrimonio del marqués de Hartington y Kathleen Kennedy, hermana pequeña de JFK: un romance prohibido y un accidente mortal

La historia de Kathleen Kennedy es una de las más tristes de la familia Kennedy, aunque se mantuviera en secreto durante décadas, por considerarla escandalosa. La joven hermana del expresidente de Estados Unidos, perdió a su primer esposo cuatro meses después de casarse y falleció en un accidente de avión sin haber cumplido los treinta años.

Katleen Kennedy, hermana pequeña del presidente JFK. getty images
El romance prohibido del marqués de Hartington y Kathleen Kennedy, hermana pequeña de JFK
Elena Castelló

No era especialmente bella ni inteligente, pero tenía un encanto que desarmaba enseguida al interlocutor. Kathleen –a la que llamaban Kick en familia– era la cuarta hija de Joseph y Rose Kennedy, hermana del presidente John F. Kennedy. Había nacido en 1920, en Massachussets, y recibió la educación de una chica católica de clase alta y fue enviada al Riverdale County School y luego al Convento del Sagrado Corazón de Greenwich, en Connecticut, un lugar que siempre detestó.

En 1938, su padre, Joseph, fue nombrado embajador de Estados Unidos en el Reino Unido, el primer estadounidense católico irlandés que recibía ese honor. La llegada de la familia a Londres fue seguida por la prensa y rodeada de mucha publicidad. Con él estaban su esposa Rose, su hija Kathleen y sus hijos menores.

Joseph y Rose consideraban a su hija Kathleen poco atractiva, pero para los aristócratas británicos fue todo un descubrimiento. La consideraban desenfadada y divertida, a diferencia de las inglesas, cohibidas y siempre serias. Sus padres decidieron organizar la presentación de Kathleen y la de su hermana Rosemary en la corte como debutantes. La Temporada de Londres consistía en una sucesión de cenas y bailes que se celebraban cada verano, en las que jóvenes de las familias de la alta sociedad eran presentadas. Kathleen causó un gran impacto.

Con 18 años fue nombrada debutante del año y consiguió atraer la atención de los jóvenes aristócratas más deseados. Los Kennedy, sin embargo, no pretendían a las jóvenes estadounidenses adineradas de la era Eduardiana que pretendían comprar títulos y palacios a cambio de sus fortunas. Kathleen regresaría con su familia a Estados Unidos y se casaría allí: ese era el proyecto de los Kennedy.

Un problema de religión

Lady Nancy Astor, de origen estadounidense, apoyaba firmemente a las jóvenes estadounidenses en Gran Bretaña. En abril de 1938, Katleen conoció a William Cavendish, marqués de Hartington, hijo del duque de Devonshire, en el palacio de Buckingham. Era uno de los solteros más ricos de la sociedad británica. A los padres de William, los Duques de Devonshire les encantó y la invitaron a pasar unos días en verano a su casa de Eastbourne. Sólo había un problema: su familia era fervientemente protestante y la familia Kennedy, fervientemente católica. La relación parecía condenada inevitablemente al fracaso.

Luego llegó la guerra, en de 1939, y el embajador Kennedy envió a su familia a Estados Unidos, a pesar del deseo de Katleen y William de estar juntos. Durante los cuatro años siguientes, Kick permaneció en Estados Unidos, estudiando trabajando en un periódico, «The Washington Times-Herald», mientras William servía en el ejército británico. Pero Kick estaba decidida a regresar al Reino Unido, y se unió a la Cruz Roja. Rose Kennedy estaba horrorizada por la decisión de su hija de casarse con William. Para Kathleen, que quería ciegamente a su madre y la protegía, fue una decisión sumamente difícil.

William Cavendish, marqués de Hartington y Kathleen Kennedy. GTRES

Las familias seguían sin aceptar la unión. Pero tras meses de reuniones con clérigos anglicanos y católicos, se llegó a un acuerdo: la pareja se casaría en el registro civil y sus hijos serían criados como protestantes, algo que los Kennedy nunca aceptaron. Katleen y William se casaron en mayo de 1944, en el registro civil de Chelsea. El hermano mayor de Katleen, el teniente Joe Jr., fue el único Kennedy presente en la ceremonia.

Un segundo amor

Pero la tragedia les persiguió, a pesar de la momentánea felicidad. Apenas estuvieron cinco semanas juntos. En agosto de ese año, Joe Jr., de 29 años murió al explotar su avión mientras sobrevolaba Francia en una misión de bombardeo. William regresó a su unidad en Francia y murió, en septiembre, en combate en Bélgica, apenas cuatro meses después de casarse con la nueva Lady Hartington. Con el tiempo, las cenas y los fines de semana en el campo aliviaron el dolor de Katleen. La joven lady Hartington volvió a enamorarse.

El elegido era Peter Wentworth, octavo conde Fitzwilliam, por supuesto, protestante (de nuevo) y muy rico. Los Kennedy estaban indignados. Parecía que Kick se empeñaba en tropezar una y otra vez en la misma piedra. Además, Peter estaba casado, aunque en proceso de divorcio. Para los Kennedy era inaceptable. Katleen se instaló en una bonita casa de estilo georgiano en Smith Square, en Westminster, cerca de donde vivía Fitzwilliam.

Joseph Kennedy decidió hablar con la pareja, ya convencido de darles de su permiso. Pero el destino se interpuso. Katleen y Fitzwilliam habían previsto viajar a Cannes, haciendo escala en París para repostar. Entonces, el piloto insistió en que las condiciones meteorológicas eran malas y que era más seguro posponer el viaje. Pero Fitzwilliam insistió. La avioneta se estrelló en las montañas. No hubo supervivientes. Era el 13 de mayo de 1948. Kathleen tenía 28 años.

Su madre, Rose Kennedy, no asistió al funeral e impidió a sus hermanos que lo hicieran. No quería que un escándalo ensombreciera la recién inaugurada carrera política de John, que el año anterior había sido elegido congresista. Su padre fue el único Kennedy presente en el funeral. Kathleen Kennedy Cavendish, marquesa de Hartington, fue enterrada casi en secreto en la finca familiar de Chatsworth. Años después, JFK visitó la tumba y escribió a la duquesa de Devonshire para agradecerle lo hermosa que estaba su tumba.

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