La historia de amor de Konstantin de Bulgaria y María García de la Rasilla: boda royal, dos hijos y separación tras 31 años

Jorge C. Parcero Actualizado · 13 de junio de 2025, 13:21 h

Después de más de tres décadas de matrimonio y dos hijos en común, los mellizos Sofía y Umberto, de 26 años, Konstantin de Bulgaria, hijo del rey Simeón de Bulgaria, y María García de la Rasilla están haciendo vidas separadas. Ambos residen desde hace unos meses en domicilios independientes, según asegura la revista Vanitatis, añadiendo que no habría terceras personas involucradas en esta decisión que «solo ha sorprendido a los amigos cercanos» y que habría sido producto «del desgaste de la convivencia en un matrimonio donde los hijos se han hecho independientes y hay poco que decirse».

Sin embargo, María García de la Rasilla ha querido salir al paso de estas informaciones sobre su separación y matizar que «no hemos decidido nada» y que tanto ella como su todavía marido están «muy sorprendidos». Ha sido en conversación con la revista ¡Hola! cuando la princesa de Vidín ha admitido que su matrimonio está atravesando una fuerte crisis y que ambos se están dando un tiempo.

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María García de la Rasilla ha querido insistir en que por el momento no hay ninguna decisión tomada sobre el futuro de su relación sentimental. «Por el momento no es definitivo y este tipo de noticias hacen mucho daño, es una pena. Aún no hay nada decidido. Nos estamos dando un tiempo y no hemos tomado ninguna decisión», fueron sus palabras después de que trascendiera la noticia de que ambos viven en domicilios distintos aunque mantienen una relación cordial.

Discreta y elegante, la prensa del corazón comenzó a fijarse en María García de la Rasilla cuando entró de la mano de su padre, el financiero Álvaro García de la Rasilla Pinedo, en la Iglesia madrileña de Santa Bárbara para casarse por todo lo alto con el príncipe Konstantin de Sajonia-Coburgo Gotha el 7 de julio de 1994.

En aquel enlace, todo un acontecimiento social donde la novia deslumbró con un vestido de seda de corte minimalista y un largo velo de tul sujeto por una tiara de su tatarabuela, pudimos ver a numerosos representantes de la realeza europea, incluyendo a los Borbón y Grecia al completo. El entonces príncipe Felipe, íntimo amigo del novio desde la infancia, ejerció incluso de testigo en la boda.

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Fruto del matrimonio nacieron dos hijos mellizos, Umberto y Sofía, que han mantenido un perfil bajo al igual que sus padres y han desarrollado sus carreras profesionales lejos de España, concretamente en Londres y París. Salvo en celebraciones familiares, como fue el último cumpleaños del rey Simeón, apenas les hemos visto durante estos últimos años.

Con una cotidianidad muy alejada de la pompa de una familia real, su matrimonio de más de tres décadas se ha caracterizado siempre por huir del foco mediático en la medida de lo posible. Algo que no ha sido posible con la lluvia de titulares que se ha producido tras la noticia de su crisis matrimonial.

En lo profesional, tras formarse en la Universidad Pontificia de Comillas, Konstantin de Bulgaria se ha dedicado al sector de la banca mientras que María García de la Rasilla colaboró con el departamento de Protocolo de la Embajada de Estados Unidos en España durante el mandato de James Costos. En esa época ayudó al embajador a establecer relación con figuras relevantes de la sociedad española, desde actores a empresarios, pasando por artistas, aristócratas o diseñadores.

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Durante estos años ambos han mantenido una estrecha relación con la familia real española, destacando la especial conexión de María con la reina Letizia. Prueba de esta cercanía es que el príncipe Konstantin es padrino de bautizo de la infanta Sofía, mientras que el príncipe Felipe es a su vez padrino de la hija del matrimonio.

A punto de cumplir su 31º aniversario de bodas, María y Konstantin se enfrentan a un momento de incertidumbre sobre el futuro de su relación. Mientras las especulaciones continúan sobre si ruptura es final o no, ellos se mantienen firmes en su decisión de que nada es definitivo todavía.

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