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Lady Colin Campbell, nacida George y renombrada Georgia, se ha convertido en la escritora más peligrosa de la corte de Isabel II, la enemiga número uno de los royal británicos gracias a una saga de libros superventas llenos de escándalos reales. No diremos que su gran proyecto literario es toda una venganza hacia la élite que la rechazó solo un año después de entrar en la aristocracia, pero casi.
De hecho, ha utilizado sus contactos entre la nobleza de su país, algunos procedentes de su rica familia de colonos y otros, gracias a su corto pero bien aprovechado matrimonio, para poner negro sobre blanco los secretos más jugosos de la familia real británica. ¿Chivata? Seguro. ¿Rencorosa? Puede. ¿Imaginativa? Sin duda. Empezando porque no es ninguna lady. El título es un oportuno recuerdo de su matrimonio con el hijo del duque de Argyll, Lord Colin Campbell.
Lady Colin Campbell ha enumerado las amantes de Felipe de Edimburgo, publicó las confidencias que le hizo Diana Spencer (fue la primera en relatar su matrimonio fallido con el príncipe Carlos) y desveló la verdadera cara de la reina madre Isabel Bowes-Lyon, a la que describía como la monarca más exitosa desde Cleopatra.
Sus libros desparecen de las estanterías en cuanto aterrizan. Sin embargo, su vida no ha sido, ni mucho menos, un camino de rosas. Y eso que nació en una familia rica, colonos británicos en Jamaica, en 1949, cuando aún eran tratados casi como reyes en la isla.
Fue el destino el que la colocó ante un reto gigantesco: nació intersexual, con genitales que no podían ser cien por cien adscritos ni a un hombre ni a una mujer, y sus padres decidieron criarle como a un niño.
Le llamaron George Williams Ziadie y comenzaron a suministrarle hormonas para que su cuerpo se desarrollara como el de un varón. Fue un error: George era una niña. De hecho, cuando ya de adulta quiso desandar ese camino, los médicos le confirmaron que era una mujer.
«Mi familia era muy conocida y quería evitar a toda costa el escándalo», ha recordado Lady Colin Campbell. «Me vestían de niño, pero mis primos preguntaba siempre porqué: veían que era una niña.
Aún así, me enviaron a una escuela de niños de los 11 a los 18 años y allí sufrí bulling. La solución que me dio mi padre fue la siguiente: «Una dosis de matarratas». Por suerte, su abuela financió en Estados Unidos la operación que volvería a asignarla como mujer a los 21 años y pudo cambiarse el nombre: Georgia Arianna Ziadie.
Próximo destino: la moda. En 1970 ya era estudiante del Fashion Institute of Technology y modelo: su extrema delgadez le abrió todas las puertas en las agencias neoyorquinas. Su agente la vendía como la nueva Penelope Tree, pero su padre no quiso que continuara en el negocio: opinaba que era «cosa de maricas».
La vida de Georgia, sin embargo, no se detuvo por este nueva zancadilla paterna. En una fiesta de la alta sociedad neoyorquina conoció a lord Colin Campbell y surgió el flechazo. De hecho, se casaron solo cinco días después de conocerse: una locura.
Durante la luna de miel, la ex modelo pudo conocer la otra cara de su recién estrenado marido: era bebedor, drogadicto y sus costumbres sexuales eran violentas. El lord admitió además que había accedido a casarse por dinero y porque los hombres de la familia Argyll (es el hijo del undécimo duque) «solo se desposaban con bellezones». Se separaron a los diez meses y cuatro meses más tardes ya estaban divorciados.
Ella salió huyendo de su violencia, pero él no pudo soportar cuando supo que su esposa era intersexual. Solo tres meses después de la boda, un periodista publicó su partida de nacimiento y afirmó que era un transexual (error máximo, pues la intersexualidad no tiene nada que ver con la transexualidad).
«No pude volver a tocarla», reconocería más tarde. «Mi hermano me llamó y me dijo: ¿Te das cuenta de que has estado casado con un hombre?». La ignorancia de la época no podía ser más cruel.
Su siguiente novio, también breve, fue el actor Larry Lamb, con el que ha continuado siendo amiga hasta la fecha, prueba de que no es tan fiera la leona como la pinta su ex. Lord Colin Campbell llegó a pedir a los concursantes de un reality de la televisión donde participaba su esposa que «la evitaran a toda costa».
Eso sí: se convirtió en una asidua a las fiestas más salvajes de la alta sociedad, donde la droga corría como la espuma. Confesa ex adicta al popper y a la cocaína, en su libro 'Guía para convertirse en una lady moderna' (1986) recomienda lo siguiente: «Usar a un hombre que vive, respira y siente como juguete glorioso está bien, pero admitirlo abiertamente es desagradable e indecente».
Y de las fiestas con los ricos, famosos y nobles, a los libros. Ya que la aristocracia la miraba como a un bicho raro, contaría sus intimidades por la vía editorial. Empezando por la de una de sus confidentes: Diana Spencer.
En 1992 salio el primero de sus ocho libros, en los que Georgia tuvo la gran idea de retener irónicamente su nombre de casada: lady Colin Campbell. 'Diana in Private: The Princess Nobody Knows' (Diana en privado: la princesa que nadie conoce) desveló los problemas de la princesa con la bulimia y su romance con James Hewitt.
«Diana utilizó mi libro como una vía de escape de su matrimonio», ha contado recientemente la escritora. «Quería volver a casarse y decidió jugar el papel de víctima para obtener la simpatía del público. Yo fui la primera en revelar que tenía bulimia, en contar que Carlos seguía con Camilla». Es cierto: en su momento le achacaron que todo eran invenciones, pero más tarde quedó demostrada su verdad.
De todos modos, el libro entró inmediatamente en la lista de los superventas de New York Times. De hecho, lady Colin Campbell pudo entonces cumplir uno de sus sueños y convertirse en madre: adoptó a dos niños rusos, Misha y Dima.
Lady C, como la llaman después de aparecer en dos programas de telerrealidad con famosos en la televisión británica, ha seguido publicando libros superventas que detallan escándalos y secretos de la realeza de su país.
En su último libro sobre Enrique de Sussex y Meghan Markle relata las diferencias de la pareja con los habitantes de palacio de Windsor y, a propósito de su visita a Reino Unido para celebrar el Jubileo de Platino de Isabel II, les ha calificado de «royals de tercera»:
«Ni el país ni la monarquía ni la familia real les necesita», ha opinado en televisión. La cosa no queda ahí: parece que Lady C ha invitado al padre de Meghan Markle a su canal de YouTube para que cuente cómo es la relación con su hija.
Nada detiene a lady Colin Campbell a la hora de conseguir un poco de atención en televisión: no solo es la única defensora del príncipe Andrés en los medios de comunicación británicos, también negó que Jeffrey Epstein, el millonario condenado por tráfico de menores, fuera pedófilo. En su opinión, al fallecido criminal y financiero le gustaban los «efebos». Ay, Lady C. ¿Por qué entonces llenó su avión de quinceañeras?
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.