Gran fiesta en Roma
Gran fiesta en Roma
Hace unos meses, el príncipe Leka II, heredero al desaparecido trono de Albania, nos sorprendía presentando en sus redes sociales a su novia, la fotógrafa de bodas Blerta Celibashi. Una decisión que causó revuelo porque poco tiempo antes había protagonizado un agrio divorcio de la madre de su única hija, la actriz Elia Zaharia, con acusaciones de violencia doméstica incluida. Leka y Elia Zaharia, que se casaron en 2016, anunciaron su separación alegando que la unión había «perdido su función».
El príncipe, de 42 años, se fotografiaba cogido de la mano de su nueva pareja, que reside en Tirana, durante una cena de gala celebrada en Nueva York y destinada a reforzar los lazos entre empresarios albaneses y estadounidenses. Desde entonces, ambos han vivido su amor con discreción, pero ahora comienzan a sonar incluso campanas de boda después de que Leka de Albania haya dado el gran paso de presentarla en sociedad junto a varios de sus parientes reales.
Ha sido durante la gran fiesta que ofrecieron en Roma Álvaro y Antonella de Orleans-Borbón, rodeados de invitados de sangre azul como Hubertus von Hohenlohe, el príncipe Constantino de Bulgaria o Eulalia de Orleans-Borbón, ahijada del rey Juan Carlos. «Fue una velada llena de conversaciones enriquecedoras, risas y una auténtica cordialidad. Además, me brindó la oportunidad de presentar a Blerta Celibashi a mis primos reales y a la élite romana, algo especialmente importante para Albania, ya que somos vecinos», escribía el príncipe Leka en su muro de Instagram junto a una foto de ambos.
Esta elegante joven de 26 años es una exitosa fotógrafa especializada en bodas con base en la capital de Albania «o donde quiera que sea tu día especial». Así se anuncia en su cuenta profesional de Instagram, donde Blerta Celibashi acumula más de treinta mil seguidores y nos muestra numerosas muestras de su trabajo.
Su cuenta personal la dedica a compartir fotos junto a su novio y a mostrarnos estampas de su día a día. Ya sea publicando tiernas fotos junto a sus sobrinas o disfrutando de escapadas turísticas. Una de las más recientes fue precisamente en España, donde se fotografió en los escarpados escalones de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, el que fuera escenario de la boda de Anne Igartiburu e Igor Yebra.
Más allá de lo que Blerta elige contarnos en sus redes sociales, la fotógrafa ha optado por mantener estos meses un perfil bajo y no entrar en su relación personal con el príncipe Leka. Ahora el tiempo dirá si, como se afirma de manera cada vez más insistente, su compromiso de boda se hace oficial o no.
A pesar de ser pretendientes a un trono ya desaparecido tras la disolución de la monarquía albanesa en 1943, el príncipe y su glamurosa ex se habían ganado el corazón de los fans del universo royal desde el momento en que se casaron hace nueve años. Una boda que contó con la presencia de veinte familias reales de todo el mundo, incluida la de nuestra reina Sofía.
Hace cinco años, ambos ampliaban la familia con el nacimiento de la pequeña princesa Geraldine. El nombre fue un homenaje a la bisabuela paterna de la pequeña, la reina Geraldine, fallecida el 22 de octubre de 2002, 18 años antes del nacimiento de su tocaya. La reina estaba casada con el rey Zog I, primer monarca de Albania tras su independencia del Imperio Otomano, pero que huyó de su patria en 1939 cuando los fascistas italianos ocuparon el país balcánico.
Pero su matrimonio llegaba el año pasado a su fin de la peor manera, cuando se supo que el príncipe había solicitado la intervención de la policía tras un presunto incidente de violencia doméstica en el que estuvieron implicados su ex y su antiguo suegro. Entonces apareció en Internet un vídeo en el que supuestamente Leka se enzarzaba en un altercado físico con la princesa Elia y su padre, Gjergj Polikron Zaharia. Esta amarga serie de acontecimientos terminó con una resolución judicial en un tribunal de Tirana que ordenaba a la pareja que se mantuviera a cinco metros el uno del otro. El príncipe aseguró entonces que tan solo podía ver a su hija en presencia de una niñera.