secretos foto royal
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Lafelicitación de Navidad de Casa Real vuelve este 2022 con sorpresa. En un año con muchos sobresaltos para los reyes, esperábamos contemplar a Letizia, Felipe, Leonor y Sofía subrayando la unidad del núcleo familiar. Sin embargo, Zarzuela ha enviado un retrato de la princesa y la infanta en solitario. Es la segunda vez que ocurre: en 2021, recibimos una foto de las hermanas en el Pueblo Ejemplar de Asturias, Somao. ¿Por qué se ha optado por esta fórmula minimalista este año?
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Inevitablemente vemos la sabia mano de Letizia sobre esta felicitación que da el pistoletazo de salida definitivo de la Navidad. En un año en el que el rey emérito Juan Carlos ha dado tantos quebraderos de cabeza (desde su visita a Sanxenxo a las revelaciones de Corinna Larsen), y con los sobrinos Froilán y Victoria Federica haciendo de las suyas casi cada mes, resultaba más que conveniente fijar la mirada más en el futuro de la Corona que en su presente.
Leonor y Sofía representan el mejor activo de la monarquía y el único que deja atrás las polémicas de los Borbón. Su presencia en solitario en esta felicitación navideña anuncia, además, el inminente protagonismo de la heredera, que en 2023 cumplirá la mayoría de edad y jurará la Constitución. El abrazo de su hermana también es significativo: pese a tener 18 años, aún disfrutará de la protección de su privacidad en la etapa universitaria. A los efectos, el equipo que forman la princesa y la infanta no ha de deshacerse.
Mucho más de Letizia se advierte en la escenografía y el tono general de la felicitación con la que Casa Real felicita la Navidad en este 2022. Lo más obvio no deja de ser sustancia: nos sigue sorprendiendo cómo nuestra familia real opta por no insistir en los clichés navideños y propone imágenes otoñales. Es algo que también hacen los Windsor pero, por ejemplo, no los Grimaldi, que se fotografían junto al adornadísimo árbol navideño de palacio.
En esta ocasión, Leonor y Sofía posaron frente a un fantástico arbolado, adornado con los colores otoñales de sus hojas. Puede ser algún rincón del jardín de Zarzuela, pues vemos a las hermanas vestidas con una de las prendas prohibidas en sus apariciones de la agenda oficial de Casa Real: los vaqueros. En realidad, todo en la fotografía es minimalista, con el objetivo de que fijemos la atención en lo principal: el gesto entre hermanas.
Sin duda, Letizia ha querido trasladarnos una imagen de complicidad y protección que vale más de mil palabras. Sofía abraza a Leonor, que a su vez sostiene a su hermana. Este es un retrato no solo de la buena onda entre sus hijas, sino del deseo íntimo de la reina de que mantengan esta relación a lo largo de los años. Evidentemente es una idealización, porque la relación entre hermanas suele acarrear, también, discusiones y lágrimas. Seguro que las dos adolescentes han tenido su dosis de ambas.
Lo que no es una idealización, sino un producto del cálculo más frío, es la posición de la princesa Leonor y la infanta Sofía en la foto. Esta nos indica qué figura es la que manda, quién posee la autoridad y quién ocupa un segundo plano. Evidentemente es Leonor, a la que han colocado justo en el centro de la fotografía y en la que observamos esa sonrisa ya automatizada que cubre el expediente en los eventos oficiales. Ha aprendido a colocar el mentón justo en la posición más neutral: ni evocando timidez ni provocando soberbia.
La infanta Sofía, sin embargo, se muestra más espontánea en su abrazo. Su sonrisa resulta más fresca y una ligera elevación de su cabeza traslada un gesto mucho más expresivo y natural. Constatamos una vez más que la hija pequeña del rey Felipe y la reina Letizia sí tiene a su alcance desarrollar un sentido de la moda mucho más pegado a las tendencias que su hermana, más obligada a vestir sin dar demasiada información. Su jersey de rayas marineras es pura tendencia.
En al texto que acompaña a esta felicitación de Navidad podemos ver las firmas de Felipe, Letizia, Leonor y Sofía. Todo indica que la misma princesa Leonor ha escrito la única frase que aparece manuscrita: «Muy afectuosamente y con nuestros mejores deseos». Resulta curioso comprobar lo distintas que son las grafías de las hermanas, que tanto parecen asemejarse. Una posee un estilo claramente afilado y la otra, de lo más redondeado. Estamos deseando ver las coger las riendas de su propia expresión personal.