UNA 'ROYAL' SIN CORONAR

Por qué la reina Letizia tiene tiaras, pero ninguna corona: los secretos de las dos coronas ducales de la aristocracia española, en la familia Alba y Medinaceli

Nos hemos acostumbrado a contemplar a Letizia y otras reinas europeas con tiara, aunque la imagen más clásica posible de una monarca incluye corona. Una pieza que, en España, solo poseen los Alba y los Medinaceli.

La reina Letizia con la tiara de la flor de lis, encargada por Alfonso XIII a la joyería Ansorena para regalársela a Victoria Eugenia. GTRES
Por qué la reina Letizia tiene tiaras, pero ninguna corona: los secretos de las dos coronas ducales de la aristocracia española, en la familia Alba y Medinaceli
Elena de los Ríos

De todos los adornos que puede lucir una reina contemporánea, el que más peso simbólico concentra puede ser la tiara. Más allá de bandas, broches, medallas e incluso cetros, identificamos a las 'royals' por esas piezas históricas de joyería exquisita que pasan de generación en generación en las familias reales. La colección a disposición de Letizia no es demasiado extensa, pero incluye piezas memorables. Ninguna de ellas, por cierto, es una corona.

En banquetes de gala y apariciones de máxima relevancia, la reina Letizia puede escoger entre siete tiaras, cinco de ellas históricas, pues tienen más de un siglo de antigüedad. Hablamos de una colección mucho más reducida que la que posee la familia real británica: la reina Isabel lució en vida 24 tiaras distintas, aunque se cree que el joyero real guarda entre 30 y 50. Pero el detalle que nos interesa aquí tiene que ver con las coronas. ¿Cómo es que Letizia no tiene ninguna, pero sí existen en la colección de los Alba y los Medinaceli?

Aunque tiara y corona pueden llegar a confundirse para los legos, aclaremos las diferencias entre ambos términos. Existe una diferencia en la forma y en el uso entre la tiara y la corona: esta pieza es cerrada y se coloca rodeando completamente la cabeza, mientras que la tiara va semiabierta y con forma de diadema, a menudo con una parte frontal más alta. Históricamente, las coronas se han asociado a la realeza y las tiaras, a las damas de la alta sociedad.

Laura Vecino el día de su boda, ciñéndose la corona ducal de la Casa Medinaceli. INSTAGRAM (@LAURAVECINOA)

Para situar perfectamente la distinta naturaleza de la corona podemos remitirnos a las últimas veces que pudimos ver estas señaladas piezas. La corona ducal de los Alba incluye los ocho florones con forma de hojas de acanto o apio que distinguen las coronas ducales, rematadas por ocho esmeraldas. Su primera propietaria fue María Francisca de Sales Portocarrero, consorte del XVI duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia. Fue un regalo que la conocida como Paca Alba recibió de su hermana, la emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, según recogía el diario español 'El Clamor Público' en febrero de 1859.

Desde la muerte de Cayetana de Alba en 2014, ninguna otra mujer de la familia se ha ha vuelto a poner la corona ducal en público, aunque en la exposición 'La moda en la casa de Alba', inaugurada en octubre de 2023, se exhibió un retrato de Sofía Palazuelo adornada por esta hermosa pieza. Como muchas de estas coronas, los florones son desmontables para hacer la corona más pequeña o se pueden incorporar a otra base de diamantes para lucir en forma de tiara o diadema o incluso como gargantilla o collar.

La corona ducal de la Casa de Alba se parece mucho, por cierto, a la corona de rubíes que el dictador Francisco Franco regaló a la reina Fabiola por su boda con Balduino I de Bélgica, tras comprarla precisamente a la casa de Medinaceli. Esta pieza podía adornarse con rubíes o esmeraldas en su versión original y, más tarde, con unas aguamarinas encargadas expresamente por el rey Balduino. Después del fallecimiento de la reina Fabiola en 2014, la corona no ha vuelto a ser vista en público.

De los Medinaceli es la otra corona ducal que sí hemos visto en vivo y en directo recientemente. Se trata de una preciosa pieza de perlas y diamantes que forman las preceptivas hojas de acanto y que data del siglo XIX. La vimos coronando a Sol Medina Orleans-Braganza en su boda con Pedro Domínguez-Manjón, en junio de 2023. También la lució Laura Vecino en su boda con Rafa Medina, duque de Feria, en octubre de 2010.

Sol Medina Orleans-Braganza, el día de su boda. GTRES

Sabemos que Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, la XVIII duquesa de Medinaceli y conocida familiarmente como Mimi, la lució en su boda en 1938 y la prestó a las novias que la solicitaron. No pudo llevarla, sin embargo, la actual duquesa de Medinaceli, Victoria de Hohenlohe-Langenburg , debido a la disputa judicial sobre la herencia de Mimi que divide a la familia.

Contemos, finalmente, porqué la reina Letizia no dispone de una de estas coronas en su joyero real. En realidad, las coronas que tanto llaman hoy la atención se pusieron de moda entre la aristocracia española en el siglo XIX, tras la regencia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. Afortunadas novias aristocráticas, condesas, duquesas y marquesas, recibieron como regalo de boda un adorno heráldico que dejaba claro su pertenencia al Gotha. Podían así distinguirse de las adineradas burguesas de la incipiente alta sociedad, aficionadas a lucir vanguardistas tiaras.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.