Vuelve a casa por Navidad
Vuelve a casa por Navidad
Casi al límite de la cuenta atrás y cuando prácticamente todas las familias reales europeas habían compartido sus christmas con sus compatriotas, la familia real holandesa ha publicado su propia felicitación navideña, una de las tradiciones anuales de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima por estas fechas.
El monarca de los Países Bajos ha posado junto a su esposa y sus tres hijas, Amalia, Alexia y Ariane, en una bonita imagen familiar tomada este verano. En la fotografía tampoco ha faltado su mascota: el perrito Mambo. Los royals nos han deseado de este modo «una Navidad bendecida y un próspero y saludable 2025».
En el christmas aparecen estos buenos deseos en inglés, español, frisón y, curiosamente, en papiamento. Esta es la lengua criolla de la población negra de las Antillas portuguesas, Curazao, Oruba y Buen Aire, que constituye una mezcla de portugués, holandés, español y lenguas africanas. Además, es uno de los idiomas oficiales de los Países Bajos.
Al contrario que nosotros, los holandeses no se intercambian regalos en Navidad. Allí los presentes llegan a principios de mes, en el marco de las celebraciones de Sinterklaas, o San Nicolás, que tienen lugar el 6 de diciembre. En años anteriores, las princesas reales han recibido a este particular Santa Claus en el Palacio Real, a su llegada en barco.
Otra curiosidad es que el santo trae los regalos a los holandeses desde España, llegando cargado de naranjas y juguetes y con vestimentas que recuerdan la huella que dejó la España imperial en el corazón del continente. Esta tradición está acompañada de cierta polémica, ya que los ayudantes de San Nicolás son los Zwarte Pieten o 'los negros Pedritos', unos jóvenes tiznados de negro, con pelo rizado y labios exageradamente grandes y rojos.
En cuanto a la parte gastronómica de estas fiestas, el menú de Navidad de Máxima y su familia suele ser el mismo que el de sus compatriotas. Se trata de un brunch navideño llamado 'gourmetten', en el que cada persona tiene su propia cazuelita de comida cocinándose a la parrilla.
Según han informado medios locales, la familia real holandesa aterrizaba en vuelo privado hace unas horas en Argentina para pasar las fiestas junto a la familia de la reina. Los royals llegaron primero a Buenos Aires y desde allí, se trasladaron al Aeropuerto Internacional Armando Tola, en El Calafate, donde les esperaba un amplio dispositivo de seguridad.
Al parecer, la intención de Máxima, su marido y sus tres hijas es pasar unos días en Villa La Angostura, en la Patagonia. Considerada como la ciudad turística de lujo por excelencia en la costa noroeste del Lago Nahuel Huapi, este es el destino predilecto de la royal y su familia para escapar del crudo invierno holandés.
A 12.000 kilómetros de los Países Bajos, la familia real se alojará una vez más, como han hecho en anteriores Navidades, en su mansión en San Carlos de Bariloche. Esta residencia, conocida como Estancia Pilpilcurá, es el refugio ideal para alejarse de las presiones de la vida pública. Rodeada de naturaleza, la casa cuenta con cinco amplias habitaciones decoradas con madera nativa y textiles artesanales de la región, combinados con tapices traídos desde Holanda, supervisados personalmente por la reina Máxima.