FIGURAS HISTÓRICAS
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Cuando en 2018 editorial Anagrama publicó Hija de revolucionarios, escrito por Laurence Debray, poco podía imaginar la notoriedad que iba a alcanzar la escritora francesas ahora, en el primer plano de la actualidad, por estar detrás de las memorias del rey Juan Carlos, pero sobre todo por haberse convertido en una de las personas de su máxima confianza y que suele acompañarle en muchos de sus viajes y actos públicos, como la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, por poner un ejemplo reciente.
Laurence Debray ya hablaba en el mencionado libro biográfico de cómo se convirtió en una fan absoluta del ahora rey emérito cuando recaló en Sevilla como estudiante y cómo incluso ponía posters del monarca en su habitación. Esa admiración fue creciendo con el paso del tiempo y quedó refrendada en su libro Mi rey caído, que vio la luz en 2022.
Se le ha criticado a Laurence Debray por tener quizás una actitud demasiado contemporizadora con los errores de los últimos años del reinado de Juan Carlos I, pero más allá de ello no se puede poner en duda su sólida formación intelectual, pues es licenciada en Historia y Literatura por La Sorbona, universidad por cierto por la que pasó la modelo Inés Sastre, y posteriormente cursó Económicas en la London School of Economics.
Laurence Debray creció en un entorno muy intelectual, pero también difícil afectivamente, como diseccionaba en Hija de revolucionarios. Nacida en 1976 es hija del político francés Régis Debray y de la antropóloga venezolana Elizabeth Burgos, que mantuvieron una cuando menos curiosa relación sentimental en unas circunstancias muy inusuales que a ella le afectaron profundamente.
Régis Debray viajó a Cuba en 1960 cuando se produjo la revolución cubana y se entrevistó con Fidel Castro y el Che Guevara, con quienes acabaría manteniendo una gran amistad. Se metió de lleno en el movimiento guerrillero en Bolivia para intentar derrocar a su presidente, René Barrientos, pero fracasó en su propósito y fue encarcelado.
Fue condenado a 30 años de prisión en 1967, en una época en la que ya estaba unido sentimentalmente a Elizabeth Burgos. De hecho, se casaron en la prisión el 14 de febrero de 1968. Durante su estancia en la cárcel dio numerosas pistas e información, al igual que su compañero Ciro Bustos, para descubrir el paradero del Che Guevara, que fue fusilado al día siguiente de su captura, el 9 de octubre de 1967. Aun así, investigaciones llevadas a cabo por Laurence Debray exoneran a su progenitor en este sentido y mantiene que fue el argentino Bustos quien lo delató.
Tras una campaña internacional de presión en la que participaron, entre otros, el papa Pablo VI, André Malraux y Charles de Gaulle, fue amnistiado por el siguiente presidente boliviano, Juan José Torres, y puesto en libertad el 23 de septiembre de 1970. Elizabeth Burgos también se empleó a fondo para conseguir la liberación de su marido.
Tras estos años oscuros Debray, viajó en 1971 donde conoció a Salvador Allende. Tras su muerte en 1973, con el golpe de Estado de Augusto Pinochet, comenzó a cambiar su manera de aproximarse al mundo y se acercó al socialismo francés. François Mitterrand le contrató como asesor en política exterior para el Tercer Mundo, pero paulatinamente su relación se fue enfriando, por lo que cuando el presidente fue reelecto en 1988 decidió no formar parte de su equipo.
Régis Debray y Elizabeth Burgos se conocieron en Caracas en 1963 cuando el primero viajó a Venezuela para entrevistarse con el guerrillero Douglas Bravo. La antropóloga, muy implicada en las luchas izquierdistas de Hispanoamérica, pasó por Colombia, Ecuador, Perú, donde fue detenida, y Chile, donde fue colaboradora de Salvador Allende. Al igual que su marido, una vez aplacada su vena revolucionaria se estableció en Francia. Fue Directora de la Casa de América Latina en París, agregada cultural de Francia en Madrid y directora del Instituto Cultural Francés de Sevilla. De ahí la querencia y vinculación tan estrecha de Laurence Debray con España.
Cuando el matrimonio llegó a Francia en 1973 se instaló temporalmente en la casa de la célebre actriz Simone Signoret, casada con su segundo marido, el actor y cantante Yves Montand, y ganadora de un Oscar en 1959 por Un lugar en la cumbre. Tras su ruptura, Debray contrajo matrimonio en segundas nupcias con la directora de orquesta Isabelle Ambrosini, con quien tuvo un segundo hijo, Antoine, que nació en 2001.
Para Laurence Debray sus padres son unas figuras más lejanas que sus abuelos, a quien se sentía más unida, y considera como padres adoptivos al escritor Jorge Semprún, a Alfonso Guerra y a Juan Carlos I, a quien dedicó una tesis doctoral y por quien ha cambiado su vida, ahora que está casada con Émile Servan-Schreiber. Un matrimonio firme y sólido, por cierto.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.