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Las primeras fotos de Leonor en el UWC Atlantic College de Gales desataron en las redes una fiebre previsible: imaginar a la princesa Leonor en todo tipo de situaciones 'harrypoterescas' en su internado (y sus fiestas salvajes) al más puro estilo Hogwarts. ¿A qué casa la destinaría el legendario sombrero seleccionador? No ha faltado quien la la colocado en Slytherin, refugio de las familias con mayor poder y rancio abolengo del planeta ideado por J.K.Rowlins. Tiene sentido, pues el elemento de esta casa es el agua y el signo zodiacal de Leonor es, sintomáticamente, Escorpio, signo de agua. Lo que sí desentonaría en la saga de la escritora británica es la fiesta queer que vimos a través de las redes sociales: en Hogwarts se celebra un tradicional baile de gala.
Antiguas alumnas del colegio UWC Atlantic College han reconocido que la vida en el castillo del siglo XII que la princesa va a habitar tiene muchas semejanzas con el colegio que protagoniza el universo Harry Potter. Un ejemplo: también existen las casas, ocho para ser más precisos, en las que los alumnos viven en grupos mixtos, vigilados por un profesor. Todos comen en un gigantesco comedor, muy parecido al de Hogwarts, pero pueden escaparse a un pub, como el que Harry, Hermione y Ron frecuentan en Hogsmeade, para socializar con otros alumnos, el Moondance Café. Por lo que parece, el castillo de St Donat's que acoge el UWC Atlantic tiene hasta sus propios fantasmas.
«Es como un Hogwarts hippy: está lleno de excéntricos que realmente creen estar luchando contra las fuerzas de la oscuridad», ha escrito Louise Callaghan, periodista de 'The Sunday Times' y antigua alumna del colegio de Gales. «También hay fantasmas. En la torre vive Lady Stradling: sus apariciones son siempre precedidas por el olor a lavanda y lila. Generalizando, podríamos decir que el propósito del colegio es demostrar que personas de todo el mundo pueden convivir en armonía en un castillo. Y lo consiguen».
Según Marina Conde, diseñadora de La Condesa y antigua alumna, hasta el recibimiento de los alumnos de primero es semejante en los dos coles. En el planeta Harry Potter, niños y padres se despiden en la estación del tren que los lleva a Hogwarts, donde reciben los antiguos alumnos. En el UWC Atlantic College de Gales, tampoco los padres acuden a la puerta del colegio, probablemente para evitar que unos alumno sobresalgan sobre otros.
«Los nuevos acceden en el autobús del colegio, ya que nadie más les puede acercar ese día», ha recordado recientemente la diseñadora. «Cuando bajas, los de segundo te están esperando y acuden a saludarte. Tenemos que envidiar a Leonor: atención a la sesión de cine al aire libre a la que está asistiendo cada fin de semana.
Pero, ¿se parece el UWC Atlantic College a Hogwarts o es al revés? En realidad, lo que tanto seduce y hace soñar del colegio de Harry Potter es el mito alrededor de los internados británicos, lugares mágicos o terroríficos, según la literatura o el cine que haya visto en su adolescencia cada uno, que nos remiten a una edad dorada de descubrimiento, emoción y libertad. Quién no quisiera vivir la despreocupación de la adolescencia, en un colegio club social con gente de la misma edad y en plena naturaleza.
Acordémonos: antes de fascinarnos con 'Picnic en Hanging Rock' o 'Jane Eyre', ya nos encantaba que Puck viviera en el Pensionado Egeborg, al lado de un lago o soñábamos con el internado de Torres de Malory, situado junto a un misterioso acantilado. En el internado Santa Clara, as mellizas se lo pasaban como nunca aunque estaban castigadas. La gloria.
La mística del 'college' se traslada esta temporada a la moda, con una tendencia uniforme colegial que está por todas partes: desde Lacoste, Monse o Moschino hasta el último rincón de Bershka o Primark. Son prendas que remiten a los clásicos universitarios que bien podría lucir la princesa Leonor, pues en el UWC Atlantic College no existe el uniforme: cazadoras béisboleras, sudaderas con referencias universitarias, americanas, cárdigans y jerséis con insignias, faldas de tablas… Su espíritu es juvenil, pero no hay que estar en edad colegial para llevar esta tendencia. Como sucede con Harry Potter, es para todos los públicos.