Seis meses y ocho países
Seis meses y ocho países
Los Reyes Magos le han traído a la princesa Leonor la mayor aventura de su vida: embarcarse en una vuelta al mundo a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, emblema de la Armanda española. Será el próximo 11 de enero cuando la guardiamarina Borbón comience en Cádiz su singladura en el crucero de instrucción junto a 75 compañeros. Esta será una nueva y apasionante etapa en la formación militar de la heredera al trono, tras cuatro meses en la Escuela Naval Militar de Marín y su paso por el Ejército de Tierra en Zaragoza.
La princesa seguirá de este modo los pasos de su abuelo, el rey Juan Carlos, que también se embarcó en 1958 como guardiamarina. Y los de su padre, el rey Felipe VI, que en 1987 partió de Las Palmas para terminar la travesía en Baltimore (Estados Unidos). Aunque en realidad, la relación de este cínico barco con los Borbón se remonta hasta 1928, cuando el tatarabuelo de Leonor, el rey Alfonso XIII, realizó en él la travesía desde Cádiz hasta Málaga.
La hija de los reyes Felipe y Letizia llegará posteriormente a Santa Cruz de Tenerife y desde allí, recalará en Las Palmas, para viajar después a Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú) y Panamá. Tras cruzar el canal se dirigirá a continuación a Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia) y Santo Domingo (República Dominicana). La ciudad de Nueva York (Estados Unidos) será su destino final en el extranjero el 5 de junio.
Aunque se espera que la guardiamarina Borbón se adapte a las mismas normas a bordo que sus compañeros, por la condición del Juan Sebastián Elcano de embajada flotante, cada vez que llegue a puerto será considerado como una visita oficial. Por lo tanto, en el momento en el que Leonor ponga un pie en tierra, será tratada como Alteza Real, por cuestiones de protocolo.
La heredera al trono no recibirá ningún trato especial en el navío. Compartirá un camarote de cuatro literas y un baño con tres compañeras y su día a día incluirá lecciones en materias como navegación, astronomía y meteorología. También desarrollará actividades propias de la Armada como servicios de combate y maniobra o tácticas anfibias.
Con un toque de diana a las siete de la mañana, los alumnos se dividirán en cinco grupos con guardias de cuatro horas cada uno, en turnos de día y de noche. A lo largo de la jornada se puede asistir a misa de forma voluntaria, aunque es tradicional que al final del día, todos entonen una oración y se produzca la tradicional lectura de la orden diaria desde el alcázar.
Pero también hay momentos para la diversión. Los jueves, según se puede leer en un blog de antiguos guardamarinas, «son algo especiales, ya que nos juntamos todos y damos una vuelta al barco abrazados bailando al ritmo de 'Paquito El Chocolatero'».
«El crucero a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano permitirá a la princesa de Asturias vivir un contacto directo con la mar, escenario clave en el que los guardiamarinas desarrollarán sus principales funciones profesionales», aseguraba la Armada en un comunicado.
«El barco es depositario de prácticas seculares, que ayudan a formar y a curtir a las personas: la navegación a vela, el léxico marinero, los buenos momentos en la mar, o los malos, en permanente pelea con un elemento tantas veces hostil, la estrecha convivencia, la incomodidad, la monotonía de las largas travesías, el compañerismo, el conocimiento de diversos países y gentes, o el de uno mismo», se añade antes de destacar que la travesía les ayudará a forjar carácter y a ser humildes.
Desde la Gran Manzana, el buque escuela emprenderá su viaje de regreso a España, donde atracará en Gijón, Ferrol, Marín y finalmente en Cádiz el 21 de julio de 2025. Esta será, según aseguró en la presentación del crucero la ministra de Defensa, Margarita Robles, «una experiencia inolvidable» para Leonor.
En el curso 2025/26, la princesa cerrará su instrucción en la Academia del Aire de San Javier (Murcia) y al finalizar el siguiente, encabezará la promoción con rango de teniente de Tierra y Aire y de alférez de navío. Todo ello forma parte de su etapa formativa para dirigir en un futuro las Fuerzas Armadas.
Para conseguir el grado de teniente de aviación, la joven royal tendrá que dominar aviones caza, el paracaidismo y el transporte aéreo. Posteriormente, Leonor deberá estudiar una carrera universitaria, probablemente una ingeniería, aunque todavía se desconoce qué elegirá exactamente.