Vaqueros y coches rápidos
Vaqueros y coches rápidos
Cuando pensamos en reinas de Jordania, inmediatamente la mente se nos va a Rania o su gran enemiga, Noor. Pero si echamos la vista atrás encontramos la trágica historia de la reina Alia de Jordania, que jugó un importante papel en la monarquía hachemita como tercera esposa del Rey Hussein, y también en la modernización del país del Medio Oriente hasta su trágico fallecimiento cuando solo tenía 28 años.
Alia Baha ud-din Toukan nació el día de Navidad de 1948 en El Cairo (Egipto), de padre palestino que fue embajador de Jordania en varios países de Europa, Oriente Próximo y las Naciones Unidas. Además, ayudó al rey Abdalá I a redactar la Constitución jordana. Su juventud transcurrió viajando con sus padres por todo el mundo, viendo en Estados Unidos, Turquía, Egipto o el Reino Unido. También vivió un tiempo en Roma, donde asistió a la filial italiana de la Universidad Loyola de Chicago. Estudió ciencias políticas, psicología social y relaciones públicas, aspirando a seguir los pasos de su padre como diplomática.
El rumbo de su vida cambiaría en 1971, cuando tomó la decisión de trasladarse a Jordania, donde acabaría recibiendo el encargo de supervisar los preparativos de la primera edición del Festival Internacional de Esquí Acuático, que se iba a celebrar en el país ese año. ¿Quién la reclamó para esa tarea? Pues nada menos que el rey Hussein bin Talal de Jordania, a quien había conocido de niña en Egipto, mientras su padre le daba clases particulares.
La primera esposa del rey Husssein fue Dina, una prima lejana. Cuando se casaron, ella tenía 25 años y Hussein solo 19. Tuvieron una hija, la princesa Alia bint Huséin, pero tras el divorcio, tan solo dos años después del 'sí, quiero', Dina perdería la custodia. Como curiosidad, en los años 80 se haría famosa por negociar la mayor liberación de prisioneros de la OLP en Israel, uno de los cuales era su segundo marido. En aquel trato, nada menos que 4.760 palestinos fueron canjeados por ocho soldados israelíes. Dina falleció a los 89 años y Hussein y dos de sus hijos asistieron a su funeral.
Tras la separación, Hussein se casó con la princesa Muna, de la que se divorció en 1972. Muna era inglesa, nacida en Suffolk con el nombre de Toni Gardiner. Conoció al rey en el rodaje de 'Lawrence de Arabia', donde trabajaba como secretaria. Tuvieron cuatro hijos, el mayor de los cuales es el actual rey Abdalá II, esposo de la reina Rania. La boda de Muna y Hussein tuvo lugar en el palacio de Zahran, donde el príncipe heredero Husssein se casaba también en junio del año pasado. Tras separarse, Muna nunca volvió a casarse y sigue viviendo en Jordania, en el lujoso palacio en Amán que le regaló el rey.
Repudiada Muna, Alia y Hussein se casaron en una ceremonia privada con tan solo doce invitados el 24 de diciembre de 1972. Ella recibió el título de reina Alia Al-Hussein. Tendrían tres hijos: la princesa Haya (1974), el príncipe Ali (1975) y Abir Muhaisen (1973). Abir, palestina, fue adoptada por la pareja después de que sus padres murieran en un accidente aéreo cuando vivía en un campo de refugiados en Amán.
Incansable trabajadora para el pueblo jordano, la reina Alia creó la Oficina de la Reina de Jordania y desempeñó un papel activo en la ayuda a mujeres y niños. Colaboró a la hora de financiar proyectos de desarrollo social y trató de que los niños más pobres tuvieran acceso a la educación. En 1974, pidió que se concediera a las mujeres el derecho al voto como a los hombres en Jordania y ese mismo se promulgó la ley que lo permitía, aunque no entraría en vigor hasta 1989. También se crearon bibliotecas en todo el reino gracias a su amor por la literatura.
En su breve reinado, rompió tradiciones y levantó ampollas entre los sectores más conservadores de la sociedad jordana. La joven reina, totalmente occidentalizada, era conocida por su afición a los coches rápidos, el esquí acuático y los pantalones vaqueros, que comenzó a llevar en sus tiempos de estudiante en Nueva York.
También fue la primera de las esposas del rey Hussein en recibir el título de reina y también fue la primera en acompañarle en sus viajes al extranjero. Estuvo con él durante sus visitas a Estados Unidos en 1973 y 1974. Implicada en la actividad política del país, también abogó porque las mujeres pudieran ser miembros del Parlamento.
Desgraciadamente, su fructífera etapa como amada reina de Jordania duró poco. Alia murió en un accidente de helicóptero en Amán el 9 de febrero de 1977. Regresaba de un viaje para inspeccionar el hospital de Tafileh, en el sur del país. Se dice que su esposo se había opuesto a que viajara hasta allí ese día, ya que el tiempo era demasiado peligroso para volar.
Fue el propio rey Hussein, con la voz quebrada por la emoción, el que anunció por radio que el helicóptero donde viajaba su esposa se había estrellado durante una violenta tormenta. «Estoy de luto por mi Alia, la reina, mi preciosa compañera», dijo el compungido monarca entonces.
Cierto es que el luto no le duró demasiado. Cuando todavía lloraba la muerte de su tercera esposa, Hussein conocería a una trabajadora de la compañía aérea Alia Air, llamada Lisa Halaby. El monarca no tardó en proponerle matrimonio y esta, tras meditar la decisión durante dos semanas, aceptó. Para casarse, en 1978, tuvo que convertirse al Islam y su nombre pasó a ser Noor Al Hussein (Luz de Hussein).
Noor de Jordania, la Grace Kelly del mundo árabe, acompañaría como reina y esposa a Hussein hasta el final de sus días. Actualmente, lleva una vida de perfil bajo, aunque mantiene su espíritu solidario. Por eso acude de vez en cuando a fiestas y citas con carácter benéfico. Y pese a no formar ya parte de la familia real, mantiene su estatus de reina.