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EN UN GRAN MOMENTO

Por qué Ricardo Bofill se apartó de la vida pública: de sus años oscuros a su nuevo y polémico proyecto en Arabia Saudí

Tras sus relaciones fallidas con Chábeli Iglesias, Paulina Rubio y Ana Turpin, Ricardo Bofill decidió apartarse de la vida pública.

Ricardo Bofill lleva hoy día una vida discreta muy distinta de aquellos años en los que protagonizó portadas y visitó platós de televisión. gtres

Como si tuviera el síndrome de Greta Garbo, Ricardo Bofill jr. decidió hace años apartarse definitivamente del mundanal ruido y dedicarse a la arquitectura, profesión que convirtió a su padre, Ricardo Bofill, en una figura internacionalmente reconocida. El que fuera marido de Chabeli Iglesias mantiene vivo su legado a través de Taller de Arquitectura, que está al frente ahora de un polémico proyecto en Arabia Saudí.

Ricardo Bofill jr., después de su fallida boda con la hija de Isabel Preysler, se convirtió en carne de plató televisivo. Tuvo una convulsa relación sentimental con Paulina Rubio, entonces una estrella en México, pero con una carrera aún por despuntar en España. Después apareció en su vida la actriz Ana Turpin, a la que hizo protagonista de su opera prima, Hot Milk.

Sus años de fiesta y pasar por el lado oscuro de la vida le llevaron a situaciones muy extremas que él mismo desgranó en un sobrecogedor reportaje con el escritor y arquitecto Miquel de Palol, gran amigo suyo. Miquel es además autor de una extensa obra poética y de las novelas El ángel de hora en hora y La fortuna del señor Filemón.

Una de las etapas más duras la vivió Bofill en 2002, cuando se estaba desintoxicando en la clínica Quirón de Barcelona. «Me daban tres meses de vida», manifestó entonces. Como él mismo confesó, su hermano Pablo le salvó la vida. Fue precisamente él quien dio la voz de alarma cuando vio que la situación se iba de las manos. Bofill destacaba que la relación que mantenía con su progenitor era muy buena, pero que no estaba al tanto de la cantidad de droga que tomaba. Finalmente, el tratamiento dio su resultado y aseguraba que por primera vez en quince años, volvía a ser él mismo.

Ricardo Bofill reapareció en 2019 en otra entrevista publicada por El País, donde aseguraba que estaba completamente centrado en el trabajo, que era muy casero y solo mantenía diez amigos de toda la vida. Asimismo, desvelaba que les gustaba salir en moto, que iba a conciertos en el Palau de la Música y que seguía practicando el surf. Añadía que vivía que vivía frente a la playa, al final de la Diagonal en Barcelona, que estaba soltero y no tenía hijos, y que disfrutaba mucho con los hijos de su círculo íntimo de amigos.

Proyectos en India y China

En aquel entonces tenía numerosos proyectos arquitectónicos, fundamentalmente en China y Rusia, y estaba especialmente entusiasmado con su desembarco en India. Allí reformó las oficinas de Google y estaba involucrado en un barrio residencial de casas de cuatro plantas en Chennai. Su apuesta es la arquitectura sostenible y ponía mucho énfasis en el medio ambiente.

En su trabajo está muy vinculado a su hermano Pablo, quince años más joven que él, y destinado a continuar el legado de su padre. Ricardo es hijo de la actriz Serena Vergano, musa del cine Experimental de la Escuela de Barcelona, mientras que Pablo lo es de la artista francesa Annabelle D'Huart. Su meta futura es volver a una vida más en contacto con la naturaleza.

Ricardo Bofill, con Chábeli Iglesias. GTRES

Ahora el estudio de Ricardo Bofill está involucrado en un gran proyecto en Arabia Saudí, no exento de polémica al ser un país que viola los derechos humanos (castigos físicos, pena de muerte, sistema de tutela masculina sobre las mujeres...). De hecho, algunas organizaciones humanitarias ya han fijado su vista en esta iniciativa.

En cuanto al nuevo proyecto del estudio de Bofill, bautizado con el nombre de Utamo, basten algunos detalles para entender su magnificencia. Empezamos por su entrada de 64 metros de altura revestida con bloques de piedra escalonados, que marcan la llegada a al denominado «teatro del futuro». Se encuentra dentro del megaproyecto Neom, que abarca nada menos que diez destinos, entre los que se encuentran una ciudad portuaria en forma octogonal llamada Oxagon, la megaciudad The Line y un complejo isleño bautizado como Sindalah.

«Utamo, como una película, necesita una ascensión dramática y después un punto de inflexión», ha manifestado el propio Ricardo Emilio Bofill, nombre completo del arquitecto. «A medida que nos acercamos a esta gran puerta, te das cuenta de que hay algo mucho más especial dentro. Atraviesas un espacio que se vuelve cada vez más estrecho y después, de repente, explota en otro mundo que te sumerge en el arte y la interpretación, potenciados por la tecnología más increíble», ha explicado en declaraciones recogidas por Dezeen.