sus hijos, su patrimonio y un faquir
sus hijos, su patrimonio y un faquir
La vida de Ricardo Castella (Madrid, 1974), actual director de La Revuelta, el programa que presenta en Televisión Española David Broncano, pudo ser muy diferente si no hubiera recibido la visita de un faquir mientras estudiaba Ingeniería de Telecomunicaciones. Con un futuro aparentemente lejos de la comedia en su camino, aquella entrada en su clase de Miguel Ángel Valero, más conocido por su papel de Piraña en Verano azul, supuso un antes y un después para él.
Entonces decidió escribir unos cuantos monólogos para El club de la comedia, que con el tiempo le abrirían paso a una fructífera carrera en el mundo del espectáculo. Delante y detrás de las cámaras, Ricardo Castella ha ido ejerciendo tanto como guionista o actor en programas tan icónicos como Muchachada Nui, Noche Hache o Sé lo que hicisteis.
Una trayectoria que vivió su punto álgido cuando su camino se cruzó con el de David Broncano hace casi una década. Desde entonces, junto a su también socio Jorge Ponce, han formado una triple alianza que cosechó primero un rotundo éxito en Movistar+ con La Resistencia. Ahora, en La Revuelta, han demostrado que su forma de hacer humor sigue convenciendo a los espectadores. Todo mientras él sigue rehuyendo la fama y convirtiendo su vida personal en un auténtico búnker.
El humorista madrileño se muestra muy cómodo siendo «el otro» en el trío de personajes que más aparecen en cámara en La Revuelta, que completan Broncano y Grison, su colega de instrumentos y también de giras conjuntas por España. «Si vamos juntos, le van a tirar a él. Si voy con David, le van a tirar a él, con Jorge Ponce igual. Yo soy el otro y siempre doy un par de pasitos para que se hagan la foto», aseguraba, modesto, en una entrevista con El Televisero.
Esta discreción la aplica a rajatabla en su vida privada, de la que en la época de la sobreinformación en Internet, apenas existen datos. De hecho, en ni una sola de sus publicaciones en Instagram nos aporta una curiosidad sobre su vida personal. No sabemos, por ejemplo, si tiene o no pareja y tan solo se conoce el dato de que tiene hijos, en plural, por una conversación con la revista Esquire en la que hablaba de cómo cuida su privacidad.
«A menudo mis hijos no entienden por qué tienes que dejar de hacer algo importante con ellos por atender a alguien que no conocemos y se nos acerca en la calle. Y creo que tienen razón», explicaba Ricardo Castella en esta conversación, razonando sobre los momentos de tensión que a veces vive con los fans. Aunque luego añadía, conciliador, que en su experiencia, «la mayoría de la gente es bastante razonable y educada y cuando se lo explico lo entienden».
El encargado de poner cierta cordura al caos habitual que es cada emisión de La Revuelta siempre aparece con una guitarra al cuello y un pañuelo o turbante en la cabeza. Misterioso una vez más, nunca ha querido explicar el porqué de su predilección por ese complemento de moda. Quién sabe, quizá tenga que ver con aquel faquir que le hizo adentrarse en la comedia.
Más detalles conocemos, en cambio, de la cara B de su labor profesional, la que queda detrás de las cámaras. Castella, Broncano y Ponce formalizaron su relación creando una sociedad llamada Encofrados Encofrasa SL, en la que figuran como administradores mancomunados. Y lo cierto es que no les va nada mal porque a falta de registrar los datos procedentes de su millonario contrato con TVE por La Revuelta, los datos del registro mercantil confirman que en 2023 facturaron 2,5 millones de euros.
Fiel a su política de discreción, el humorista quiso precisamente alejarse en su día de la polémica que generó su contrato con el canal público. «El presupuesto parecía que se lo llevaba él [David Broncano] a su casa», afirmaba en la entrevista antes mencionada, «pero si cobran 100 personas de ahí y hacemos casi 200 programas con todo ese dinero... es muy desproporcionado y no tiene sentido».