La vida secreta de Ronna Keitt, viuda de Julio Iglesias Puga: «Era un hombre muy juvenil, muy astuto…»

Juanra López Publicado · 30 de julio de 2025, 14:13 h

Si por algo se ha caracterizado Ronna Keitt, viuda del doctor Iglesias Puga, a quien cariñosamente conocíamos como Papuchi, un apelativo que le encantaba, ha sido por su enorme discreción. Apartada del mundanal ruido, decidió llevar su vida privada alejada de los medios de comunicación lo que le dotó de un halo de misterio.

Rona Keitt ha reaparecido en TardeAR, programa de Telecinco, para rendir tributo al padre de Julio Iglesias, que hubiera cumplido 115 años el pasado 26 de julio. Nacido en Orense en 1915, Julio Iglesias Puga, que fue un eminente ginecólogo, sigue en la memoria colectiva por su enorme simpatía. Recordemos que en primeras nupcias estuvo casado con María del Rosario de la Cueva, y tuvieron dos hijos, Julio y Carlos Iglesias.

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El padre de Julio Iglesias, con quien el artista tenía una gran relación, murió el 19 de diciembre de 2005 y supimos una semana antes de su fallecimiento que iba a ser padre por segunda vez con la modelo. Su primer hijo, James Nathaniel, nació el 18 de mayo de 2004, y posteriormente, el 26 de julio de 2006, llegó su hija Ruth, por lo que Ronna se encontró con dos bebés al tiempo que elaboraba su duelo.

Ronna Keitt, que tiene su residencia fijada en Estados Unidos, ha contado ahora que junto al doctor vivió un cuento de hadas. Recuerda, asimismo, cómo se conocieron, cuando ella estaba dando un paseo con una amiga por el madrileño Paseo de la Habana. Julio Iglesias Puga las invitó a tomar un café y el resto ya es historia de la crónica social.

La diferencia de edad entre ambos, 48 años, no fue obstáculo para que el doctor Julio Iglesias Puga conquistara a la joven modelo, porque «tenía mucho sentido del humor, era inteligente, familiar, con valores». Y no podemos pasar por alto tampoco su carisma, que encandilaba también a los reporteros que seguían sus andanzas y que él contaba con tanto desparpajo para los programas de corazón.

«Los que le conocían se acordarán de que él era un hombre muy juvenil, muy astuto y rápido de mente. Esa forma de pensar y de ser era de alguien adelantado a su edad y no se notaba la diferencia como se piensa», destacó Ronna Keitt, quien subrayó el aprendizaje que para ella supuso estar a su lado.

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Su boda fue secreta y, según ha recordado ahora Ronna Heitt, fue algo que el doctor Iglesias Puga deseaba particularmente: «La organizamos con poco tiempo y fue muy espontánea. Él quería casarse más que yo. No es que yo no quisiera, pero en ese momento vio necesario formalizar la relación. Fue muy gracioso. Cuando estábamos delante de la jueza, Julio dijo: 'Llevamos muchos años juntos, no es algo de un día para otro'».

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«Era un hombre humilde que no quería hacer grandes shows. Era muy humano. Sabía llevar la corriente de las cosas y me gustaría que mis hijos lo aprendiesen, que no sean serios ni se tomen las cosas demasiado en serio, Quiero que sean felices, porque él era feliz y alegre. Era muy bueno y apasionado por la vida. Su falta se ha sentido bastante y lo recuerdo con alegría, nada de lágrimas», manifestó Ronna, que ha mantenido vivo el recuerdo de su marido con sus dos hijos, que han crecido en Estados Unidos.

Ronna Keitt quiere que sus hijos tengan presentes sus raíces españolas y cada año han venido desde Estados Unidos, «para que conozcan el país, la gente, la cultura, la familia, los amigos…». Además, desveló que les encanta Galicia, la tierra de sus ancestros por parte de padre. Peñíscola es el enclave donde suelen pasar sus vacaciones.

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