La jugada maestra de Tamara Falcó: convertirse en la heredera de Isabel Preysler haciendo justo lo contrario que su madre

Tamara Falcó ha encontrado la fórmula para actualizar el papel de socialite perfecta de Isabel Preysler al siglo XXI. Su naturalidad desarmante alimenta la viralidad, hace subir la audiencia y vende portadas. Es la nueva aristócrata pop.

Pincha en la foto para ver los vestidos de invitada más bonitos de Tamara Falcó para inspirar nuestros mejores looks de boda. /gtres

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Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

Lo ha conseguido. Pocos apostaban por Tamara Falcó (40 años) como sucesora de Isabel Preysler, pero ya podemos confirmar que estamos ante la única de sus hijas capaz de actualizar el papel de perfecta anfitriona y esposa de hombres importantes (cada vez más importantes) para las narrativas del siglo XXI. No era una tarea fácil y, de hecho, la marquesa de Griñón ha dado muchas vueltas antes de encontrar la fórmula del éxito que ahora disfruta. Tamara, a fuerza de prueba y error, ha logrado responder a la pregunta del siglo: ¿cómo debe ser la mujer que, en plena era millennial, encarne un ideal de feminidad de la alta sociedad que logre conectar con todos los públicos? Si Isabel Preysler abonó en las revistas la mística de la mujer oriental, distante, silenciosa y siempre perfecta, Tamara Falcó ha apostado por todo lo contrario: en televisión habla sin complejos y sin filtros. Y es tanto o más famosa que su madre.

El contraste es llamativo. Isabel Preysler fue labrándose un porvenir en la élite social española mediante matrimonios sucesivos, la única manera en la que podían ascender en la escala social las mujeres de entonces. Con Julio Iglesias se convirtió en pop(ular); con el marqués de Griñón conquistó la aristocracia nacional; con Miguel Boyer tocó el poder político e intelectual y con Mario Vargas Llosa, su último compañero sentimental y Nobel de Literatura, roza el cielo de máximo prestigio creativo. Su presencia elegante y casi siempre silenciosa al lado de estos grandes hombres hipnotizó a varias generaciones. Como la reina Sofía, Isabel Preysler tuvo el acierto mantener en la intimidad tanto sus opiniones como su exótico acento, aunque hizo el intento de convertirse en popular por méritos propios con un programa de televisión que, debido a su dificultad para actuar con naturalidad, se estrelló estrepitosamente.

Tamara Falcó ha hecho justamente lo contrario y, probablemente, ahí ha residido su acierto. Nada ha sido un misterio en su ya considerable vida: fue una niña pizpireta y locuaz con un extravagante acento made in Preysler del que jamás se avergonzó. Quiso, durante mucho tiempo, imitar a su madre, pero muy pronto pudo comprobar que era una misión imposible. Estrelló su coche, suspendió asignaturas, salió en portadas, fue objeto de una y mil burlas, engordó, se confesó católica practicante, adelgazó, hizo negocios ruinosos, justificó su soltería una y otra vez...

Por qué es famosa Tamara Falcó

Fue todo lo que Isabel Preysler jamás imaginó que sería una de sus hijas. Y, en ese quemar etapas, al filo de los 40, Tamara Falcó resolvió la cuadratura del círculo. Solo tenía que ser ella misma: sin filtros, natural, auténtica. Influencer, cocinera, tertuliana. Lo que sea, pero sin miedo alguno a decir lo inconveniente. Si la madre se hizo con todas las portadas encarnando una calculadísima elegancia, la hija conquista la viralidad por la fuerza de su naturalidad. Ahora mismo, no hay quien le tosa a Tamara Falcó, de la misma manera que no había ni hay quien le saque un defecto a Isabel Preysler. La marquesa de Griñón lo ha conseguido: como su madre, se mueve ya por encima del bien y del mal. O sea, que las críticas ni la rozan.

Los comentarios y pensamientos de Tamara Falcó, marquesa de Griñón, se esperan como agua de mayo en El Hormiguero, donde colabora como tertuliana. Son una mina viral. «Si Bardem hubiera hecho de español no le hubieran nominado», opinó sobre la candidatura al Oscar de Javier Bardem por por interpretar al cubano Desi Arnaz en Being the Ricardos. Por suerte, nadie toma muy en serio su manera Tamara de ver el mundo y, de hecho, sus opiniones excéntricas alimentan una leyenda de aristócrata extravagante, casi surrealista. En cierto sentido, emite en la misma longitud de onda que Mario Vaquerizo, otro favorito de lo estrambótico en televisión. ¿Veremos a esta Tamara locuaz y divertida en La Marquesa, la docuserie que ya graba Netflix? Ojalá sí. Sería un paso atrás para Tamara que todo se quedara en una extensión de su perfil de Instagram. Queremos escucharla sin guión. Sin filtros.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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