Victoria Eugenia de Medinaceli, la duquesa que rivalizaba con Cayetana de Alba y se codeó con la jet set (Grace Kelly incluida)

Junto a la Duquesa de Alba, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, Duquesa de Medinaceli, fue una de las nobles más importantes de España. Su carácter fuerte, pero discreto brilló en la alta sociedad internacional. En su palacio se celebraron algunos de los bailes más fastuosos de la nobleza.

Imagen de la duquesa de Medinacelli con mantilla. / Instagram

Elena Castelló
ELENA CASTELLÓ

Antes de que Sofía Palazuelo fuera duquesa de Huéscar y Tamara Falcó marquesa de Griñón, la alta sociedad española estaba dominada por dos mujeres: Cayetana de Alba y la duquesa de Medinaceli. Durante sesenta años Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa fue la cabeza de una de las familias más antiguas de España, cuyo título, el Ducado de Medinaceli, creado por Isabel La Católica, se remonta al año 1479, aunque tiene su origen en el primogénito del Rey Alfonso X 'El Sabio': el Príncipe Don Fernando de la Cerda. Una mujer que marcó un antes y un después como puede ocurrir como el Duqeue de Westminster.

El Rey Enrique II de Castilla le entregó el condado de Medinaceli a Bernardo de Foix, esposo de Isabel de la Cerda, hija de Don Fernando. Los Reyes Católicos lo elevaron a ducado de Medinaceli y, posteriormente, en 1520, el Rey Carlos I Ie incorporó la Grandeza de España. De ese modo, los Medinaceli fueron convirtiéndose en una de las familias más importantes de España y reunieron varios títulos más en torno a ella, los más conocidos los ducados de Segorbe, Feria o Santiesteban.

La duquesa de Medinacelli junto a Jackie Onassis y la duquesa de Alaba en los toros. / instagram

Cómo era la duquesa de Medinaceli en la intimidad

Conocida entre sus íntimos como Mimí, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba procede pues de una poderosa estirpe unida a la historia de España. Sus padrinos de bautismo fueron los reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia, de ahí su nombre. Fallecida el 18 de agosto de 2013, fue una de las figuras más notables de la nobleza española del siglo XX. A través de su Fundación Casa Ducal de Medinaceli ayudó a numerosas personas y gestionó y conservó el cuantioso patrimonio familiar. Mantuvo hasta el final una salud de hierro. Hoy descansa en el panteón familiar del Hospital de San Juan Bautista de Toledo.

La Casa de Pilatos, el palacio sevillano en el que residió la mayor parte de su vida y que conserva una importantísima colección de arte, fue escenario de rodajes de películas como «Lawrence de Arabia» o «Knight and Day» y de bailes y reuniones a los que acudía la jet set internacional. Entre sus invitados estuvieron Audrey Hepburn o los príncipes de Liechtenstein, Franz Josef y Gina.

Fue una mujer de fuerte personalidad, pero siempre de gran discreción, a pesar de sus importantes relaciones. Una de las fiestas más impactantes celebradas en la Casa de Pilatos fue el baile de debutantes del 1 de abril de 1966, un evento que repetía cada año, con fines benéficos para la Cruz Roja, y en el que se ponían de largo las hijas de la alta sociedad norteamericana y europea, y al que esta vez asistieron los príncipes de Mónaco y Jacqueline Kennedy.

Imagen del baile de debutantes al que asistieron Garce Kelly y el príncipe Rainiero / Instagram

Sus amistades comprendían desde estrellas de Hollywood a miembros de la realeza europea. Tenía una gran amistad con la Condesa de Romanones, Aline Griffith, el director Orson Wells, Esperanza de Borbón-Dos Sicilias de Orléans, la Begum Yvette, el Príncipe Mulay Abdulah, hermano de del rey de Marruecos, o Mel Ferrer, y con los títulos más importantes de la nobleza española, como los Duques de Alba, Alburquerque y Arión, o Lola Flores. Fue una época de esplendor para la alta sociedad española. En los años ochenta, Tom Cruise y Cameron Díaz se alojaron en el palacio y la visitaron diariamente durante el rodaje de «Noche y dia».

Una infancia digna de la realeza

Mimí era hija del XVII duque de Medinaceli, Luis Jesús Fernández de Córdoba y Salabert, y de su primera esposa, Ana María Fernández de Henestrosa, dama de la reina Victoria Eugenia. Ostentó el título desde 1956, cuando falleció su padre. También se convirtió en duquesa de Alcalá de los Gazules, en marquesa de Camarasa y Tarifa o en condesa de Los Molares. Entre sus títulos figuraban nueve ducados, 19 marquesados, 21 condados, y cuatro vizcondados y 14 de ellos con Grandeza de España.

Se había casado, el 12 de enero de 1938, con Rafael Medina, que fue alcalde de Sevilla entre 1943 y 1947. A la ceremonia acudió de luto porque meses antes había fallecido su madre. Su infancia discurrió en un mundo hoy desaparecido y olvidado, entre el frío ceremonial de la Corte -en la que la casa de Medinaceli tenía gran protagonismo por su preeminencia- y una relación informal con los reyes por la amistad que unía a Alfonso XIII con su padre, ambos de la misma generación y con similares aficiones, y a la reina doña Victoria Eugenia con su madre.

La duquesa detrás de los príncipes del principado de Mónaco en una imagen de 1966. / Fototeca Municipal de Sevilla

Siguiendo las costumbres aristocráticas de la época, Mimí, por ejemplo, apenas veía a sus hijos una vez por semana, aunque cuentan que, al pequeño Ignacio, sí le permitió dormir en su cama. Recibió una exquisita educación en distintos países europeos y hablaba fluidamente varias lenguas. Una de sus grandes aficiones era leer la prensa en diferentes idiomas.

Mimí se instaló en Sevilla, en la Casa de Pilatos, tras pasar su infancia y adolescencia en el Palacio de Medinaceli, uno de los más impresionantes del Paseo de la Castellana, destruido en los años setenta. Celebró su decimocuarto cumpleaños junto a su madre, su abuela y su hermana en el mismo tren que conducía a la reina con sus hijos al exilio tras la proclamación de la República, mientras su padre acompañaba al rey Alfonso XIII a través del puerto de Cartagena. La familia regresó en 1937.

Poseía algunos de los palacios más bellos de España, como el pazo de Oca, en Pontevedra, el Hospital de Tavera, en Toledo, el palacio Ducal de los Medinaceli, en Soria, o el Palacio de los Cobos, en Úbeda, Jaén. La casa de Medinaceli, que debe su nombre al municipio soriano de Medinaceli, posee, además, una impresionante colección de arte que incluye cuadros de Ribera y Zurbarán, entre otros muchos.

Imagen de Casa Pilatos en la actualidad. / instgram

Una vida difícil por culpa de la herencia familiar

Pero Victoria Eugenia tuvo que enfrentarse a una vida difícil. El patrimonio de los Medinaceli quedó dividido cuando su padre se casó, en segundas nupcias, con María Concepción Rey de Pablo Blanco, que no se ajustaba a los cánones establecidos para la esposa de un duque, y mucho menos si ese duque era el de Medinaceli.

Fruto de esta unión nació una hija, Casilda Fernández de Córdoba Rey, que recibió el Ducado de Cardona. La situación creada con el segundo matrimonio del XVII Duque de Medinaceli terminó por estallar al morir éste y procederse a la lectura de su testamento: el grueso de las propiedades familiares quedaban para la segunda esposa y la hija de ambos, dejando a Victoria Eugenia y a su hermana María de la Paz la legítima únicamente.

Esta decisión del Duque afectaría profundamente a la Casa de Medinaceli, haciendo que el gran patrimonio acumulado durante siglos por los sucesivos duques saliera de la rama principal, dejando prácticamente sin recursos a la heredera de los títulos. Numerosas propiedades y obras de arte (entre ellas diversos cuadros firmados por Pieter Brueghel el Viejo, Pantoja de la Cruz, Lucas Jordán y Goya) pasaron a la madrastra y la medio-hermana de la XVIII Duquesa de Medinaceli.

Vídeo. La nueva generación de mujeres de la Casa de Alba

Pero, más duro, sin duda, fue ver morir a tres de sus cuatro hijos, en apenas un año. Ana, condesa de Ofalia, Luis, Duque de Santisteban, y Rafael, Duque de Feria precedieron a su madre en la muerte. Además, Rafael, ex marido de Naty Abascal y padre de sus dos hijos, Rafael y Luis de Medina, fue fuente de una gran preocupación para ella, tras enfrentarse a un juicio por corrupción y tráfico de menores e ingresar en prisión en 1993. Rafael falleció nueve años después por sobredosis de barbitúricos.

Ignacio, Duque de Segorbe es el único que sigue con vida y hoy mantiene un contencioso con su familia, entre ellos la actual Duquesa de Medinaceli, bisnieta de Victoria Eugenia, Elisabeth de Hohenlohe-Langenburg y Schmidt-Polex, porque considera que los títulos le corresponden a él por ser el único hijo vivo de la Duquesa y por su labor al frente de la Fundación Casa Ducal. Antes de fallecer, Mimí trató de otorgar todos los títulos con Grandeza de España a su hijo Ignacio, así como el Ducado de Medinaceli. Pero la justicia falló que era un fraude.

Mujer de profundas convicciones religiosas, pertenecía a numerosas cofradías y organizaciones eclesiales. La Semana Santa, que hoy es una de las celebraciones sevillanas más importantes, se fundó en su patio de Casa Pilatos. Mantuvo además una intensa labor social con organizaciones como la Cruz Roja y la ayuda a niños sin hogar, además de una gran actividad para conservar el patrimonio de la Casa.

21 de marzo-19 de abril

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