F F
U U
T T
UR UR
A A
G G
E E
N N

Scroll Down

Fina Puigdevall: la chef que convirtió sus raíces en una forma de futuro

PUBLICADO

15 Julio 2025

COMPARTIR
Redactor

Daniel

Mendez

En un mundo gastronómico cada vez más globalizado, Fina Puigdevall ha construido un universo propio desde un lugar tan íntimo como poderoso: la masía en la que nació, en el corazón volcánico de La Garrotxa (Girona). Desde allí dirige Les Cols, un restaurante de dos estrellas Michelin que se ha convertido en símbolo de la cocina de proximidad, del respeto por el entorno y del legado familiar.

En FUTURA, la sección de Mujerhoy que da voz a mujeres que están transformando sus disciplinas, la historia de Fina Puigdevall es la de una creadora que ha sabido convertir el paisaje en lenguaje y la tradición en una forma de vanguardia.

Enraizada en la tierra

«Todo eso también influye en nuestra cocina», explica desde un pequeño despacho anexo al restaurante. Les Cols está enclavado en la masía familiar del siglo XV donde Fina nació y creció, y desde allí defiende una gastronomía que honra el producto local, el ciclo de las estaciones y la identidad de su territorio. «Creo que, probablemente sin saberlo, mi mayor influencia siempre fue mi madre. Éramos cinco hermanos y ella iba al mercado cada día, se encargaba de cocinar, preparaba menús variados... Aquella cocina siempre estaba en marcha. Eso es lo que siempre vi en casa».

Hoy, su madre sigue cocinando a los 87 años. Esa imagen doméstica, cálida y persistente, atraviesa la filosofía de Les Cols, donde el tiempo parece acompasarse al ritmo de la naturaleza.

De un cambio de rumbo al reconocimiento internacional

El destino quiso que Fina cambiara las leyes por los fogones. «Estudiaba Derecho en Girona y me apunté a un curso de cocina... Me gustó mucho. Primero, iba un día a la semana, después dos, luego tres...». La pasión se impuso y abandonó su proyecto de convertirse en abogada. Su marido, Manuel Puigvert —abogado de profesión— se convirtió en su compañero de vida y de trabajo.

Juntos transformaron la masía familiar en un restaurante. Con esfuerzo, coherencia y una profunda conexión con la tierra, Les Cols se convirtió en un referente. En 2003, el estudio de arquitectura RCR llevó a cabo una renovación que convirtió el espacio en una prolongación del paisaje: luz, vegetación y piedra volcánica conviven en un entorno que respira calma y autenticidad.

«Este lugar siempre me ha dado muchísima fuerza. No me puedo imaginar el restaurante en otro sitio que no sea la casa en la que nací. Incluso cuando estoy de vacaciones, lo añoro muchísimo y tengo ganas de volver».

Una mirada al futuro: la herencia y la tercera estrella

El reconocimiento llegó pronto: una estrella Michelin en 2005, otra en 2010. «Para conservar la segunda tienes que desear la tercera. No hay otra fórmula. Y si ya tuviera tres, querría una cuarta, aunque no exista», dice riendo.

Pero el verdadero logro de Fina está en el relevo generacional. Sus tres hijas, Clara, Martina y Carlota, se han incorporado al proyecto, aportando nueva energía y una mirada contemporánea. «Jamás pensé que se dedicarían a esto... Tienes que tener mucha pasión para dedicarte a la cocina», confiesa.

Cada una ha encontrado su lugar: Martina, graduada en el Basque Culinary Center, lidera el huerto que abastece al restaurante; Carlota estudió en el CETT; Clara, sumiller, aporta sensibilidad y conocimiento al servicio de sala. «Han traído un aire nuevo, ganas y mucha energía. Gracias a eso, tenemos productos a diario».

Dos generaciones, una misma esencia

Les Cols es hoy el reflejo de dos generaciones que conviven entre los fogones. Fina se ha apartado un poco de la primera línea, dejando espacio a Martina. «Ahora es ella la que está al mando y la que se dirige a un equipo en el que hay gente que lleva conmigo desde el primer día. Las dos generaciones coexisten muy bien. Pese al estrés, creo que tenemos un ambiente de trabajo bastante tranquilo y armonioso».

En sus microreuniones, rápidas y resolutivas, se nota la complicidad de una familia que ha hecho de su vida un proyecto común.

Desde la masía de La Garrotxa, Fina Puigdevall demuestra que el futuro de la gastronomía puede escribirse desde las raíces, con sensibilidad, coherencia y verdad. En su cocina se mezclan el legado y la innovación, la tradición y la intuición femenina que impulsa el cambio.

Fina Puigdevall: la chef que convirtió sus raíces en una forma de futuro

En un mundo gastronómico cada vez más globalizado, Fina Puigdevall ha construido un universo propio desde un lugar tan íntimo como poderoso: la masía en la que nació, en el corazón volcánico de La Garrotxa (Girona). Desde allí dirige Les Cols, un restaurante de dos estrellas Michelin que se ha convertido en símbolo de la cocina de proximidad, del respeto por el entorno y del legado familiar.