los mejores
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Hay mujeres que visten bien, y luego están las francesas. Es algo que va adherido a ellas con una naturalidad aplastante, y más que de una estética definida, creo que se trata de la actitud con la que enfrentan sus estilismos. De cómo caminan por la calle con un vestido sencillo y el pelo revuelto como si acabaran de bajarse de una película y de cómo hacen que una camisa blanca y unos labios rojos parezca un look recién sacado de una pasarela.
En verano, su estilo se vuelve aún más magnético, ligero, natural, y con ese punto desaliñado perfectamente medido que ninguna otra consigue imitar del todo. Las francesas no persiguen tendencias, las editan. Eligen tejidos nobles, prendas atemporales, y tienen un don para combinar lo masculino con lo delicado y lo casual con lo más sofisticado. Les gusta lo sencillo, pero no lo aburrido.
Saben que menos es más, y que un buen corte vale más que cualquier estampado estridente. Cuando hace calor, apuestan por el lino, los colores neutros y el maquillaje invisible para un resultado atemporal que se adecúa a cualquier escenario, independientemente del estilo, la edad y el tipo de cuerpo que tengan.
Vestido lencero negro de Ralph Lauren, 345 euros. Minimalista, sensual y versátil. Las francesas lo llevan con sandalias planas de día y con labios rojos de noche. Tiene esa mezcla de ligereza y sofisticación que no pide nada a cambio. Es fácil de llevar y difícil de olvidar.
Camisa blanca de algodón de Polo Club, 34,99 euros. No falta en su armario. La combinan con vaqueros (sí, aunque sea verano), con faldas fluidas o simplemente sobre el bañador como si fuera un vestido. Cuanto más uso le des, mejor.
Sandalias planas de tiras de Martinelli, 55 euros. Nada de plataformas y nada de complicaciones. Las francesas eligen sandalias planas, discretas, de piel, que les permitan recorrer la ciudad sin perder el ritmo ni el estilo. Marrones, negras o doradas, combinan con todo y duran años en el armario.
Vestido floral fluido de Claire Luise, 239 euros. Ellas saben que un estampado suave puede ser más elegante que el color liso. Siempre eligen flores pequeñas, tonos empolvados, cortes midi y tejidos que se mueven con el cuerpo. Olvídate de las estridencias y de las exageraciones.
Bolso de rafia pequeño de Sézane, 135 euros. Las francesas llevan sus bolsos de mimbre todo el verano para ir al mercado, para una cena, o para pasear por el Marais. Es su versión del bolso de lujo, ligero, artesanal, con historia.
Pantalón de pinzas de lino de Ecoalf, 103,92 euros. En verano también hay días de trabajo y ellas no renuncian a su estructura. Eligen pantalones de pinzas, amplios, en tonos neutros, con una camiseta básica o una blusa metida por dentro. Frescos, elegantes y con ese aire despreocupado que siempre sienta bien.