María Jesús Montero reinterpreta el protocolo con un vestido negro muy original en la misa de inicio del pontificado del Papa León XIV

La mañana del 18 de mayo de 2025 será recordada como el día en el que el Papa León XIV celebró la misa de incio de su pontificado. La Plaza de San Pedro vuelve a congregar a multitud de personas que no quieren perderse sus primero pasos como Sumo Pontífice y que acuden a esta eucaristía para acompañarle y rezar con él por esta nueva etapa de la Iglesia Católica.

Junto a fieles y curiosos, esta misa también reúne en Roma a líderes mundiales, entre ellos, numerosos representantes de distintas casas reales y gobiernos. Políticos y royals, entre las que no ha faltado la reina Letizia, han acudido a esta cita según marca el protocolo: vestidos de negro y con la sobriedad por bandera (a excepción de las reinas que cuentan con el privilegio del blanco, como ocurre con Charlène de Mónaco o la propia reina española).

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Por parte de nuestro país no ha querido perderse esta cita la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, quien ya demostró en la misa funeral del Papa Francisco la relevancia que la fe tiene en su vida. En esta ocasión, Montero vuelve a Roma y lo hace vestida según dicta el protocolo. Eso sí, no sin algunas licencias que ponen un punto diferente en su look.

Esta vez, la vicepresidenta ha apostado por un vestido negro de corte midi con falda de vuelo por debajo de las rodillas. Sin embargo, no ha optado por una prenda negra entera, sino que su elección destaca por los originales detalles en color crema que adorna el cuerpo de la prenda.

El vestido cuenta con dos tiras en este tono claro a la altura de la cintura a modo de fajín que marca ligeramente la silueta y de los que cuelgan una cintas decorativas al estilo boho chic muy especiales. Este detalle le da un punto fresco y juvenil dentro de la sobriedad que el evento exige.

Los detalles en crema se extienden también al cuello solapa del vestido, a las mangas midi y a la cintura. Esto último consigue crear un efecto separador entre el cuerpo y la falda del vestido, lo que hace que se consiga una especie de trampantojo que da la sensación de que el look está compuesto por dos piezas.

María Jesús Montero ha conseguido desmarcarse dentro de la norma sin incurrir tampoco a una falla notoria de protocolo. Femenina y con mucha personalidad, la andaluza remata el look con unos salones negros clásicos y unos pendientes largos con perlas que dan luz al rostro. Además, una vez más, Montero ha vuelto a lucir su colgante con la cruz que pone de manifiesto su fe católica también en su look.

Si hay algo por lo que se caracterice el estilo de María Jesús Montero es por un maquillaje marcado por unos labios rojos en cualquier ocasión. La vicepresidenta siempre apuesta por una opción recargada de makeup con el broche de oro en este labial tan característico que, por supuesto, no podía tampoco en esta ocasión.

Así, Montero ha puesto la nota de color en este estilismo que queda ya para el recuerdo con su rojo de labios. Un maquillaje de ojos en negro y su melena midi rizada suelta han completado el beauty look de esta misa tan especial en la que ha vuelto a hacer gala de su estilo tan personal.

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