La agenda royal de esta semana ha comenzado con un acto en solitario protagonizado por la reina Sofía. En esta primera jornada han sido la emérita y el rey Felipe VI quienes han participado en diferentes compromisos sin la presencia de la reina Letizia, cuya última aparición pública fue el viernes, en una salida sorpresa en la que lució un look invernal que causó sensación.
Un estilo que ha servido de inspiración para muchas y al que se ha sumado también doña Sofía, quien, por su parte, ha elegido una combinación de prendas perfecta para ir elegante y abrigada a cualquier cita especial que tengas próximamente.
Hace unos días se decantó por el que podría considerarse uno de sus mejores looks de este 2025, y hoy parece haber querido ampliar esta lista con una propuesta más casual e informal, pero igualmente de matrícula de honor. Como presidenta de honor de la Fundación Atapuerca, la reina Sofía ha entregado los Premios Evolución en una cita celebrada en el Palacio de Congresos y Auditorio de Burgos.
La madre de Felipe VI ha viajado hasta la ciudad castellano-leonesa para reconocer al presidente de la Junta de Castilla y León y a los copatronos fundadores de la Fundación Atapuerca. Y en esta primera edición del evento, Doña Sofía se ha mostrado muy sonriente y también muy estilosa.
Manteniendo su actitud siempre cariñosa, servicial y cercana, ha demostrado seguir en plena forma para afrontar los compromisos institucionales como miembro de la monarquía española. Y no solo destaca por su actitud impecable, sino también por su estilo, consolidándose como una de las royals mejor vestidas de la actualidad.
Para esta ocasión, se decantó por la que podríamos definir como su fórmula estilística preferida. Como base del look, optó por unos pantalones negros de corte recto. Se trata de una pieza básica que suele ser el punto de partida de muchos de los estilismos que utiliza para este tipo de citas y que combina siempre con una chaqueta especial, protagonizada por un tejido, diseño o estampado más original.
En esta ocasión eligió el tweed, un tejido perfecto para el invierno porque es muy calentito y tiene ese grosor que inevitablemente evoca la época navideña. Lo hizo en una chaqueta con cierre de botones dorados en la parte frontal y un print de cuadros que combina tonalidades como el verde, el amarillo y el azul. Además, este estampado está adornado con pequeñas motas negras que enlazan con el detalle de las solapas del cuello y los bolsillos, confeccionados en terciopelo.
Una prenda sofisticada y muy elegante que confirma que doña Sofía no teme a las tonalidades llamativas ni a la mezcla de colores, tejidos y estampados. La reina se atreve con prendas que marcan la diferencia y, aunque procura mantenerse clásica y tradicional, siempre añade un toque personal y distintivo.
Para completar la propuesta, añadió un bolso negro y unos botines a juego de tacón cómodo. Estos últimos se los hemos visto en varias ocasiones y parecen ser ese zapato perfecto que combina con absolutamente todo y resulta lo suficientemente cómodo y calentito para afrontar los días de frío, especialmente cuando tiene que pasar mucho tiempo de pie.
Como no podía ser de otra forma, la Reina Sofía también dio mucha presencia a las joyas. No faltaron sus múltiples pulseras, además de unos pendientes de forma cuadrada, y destacó la elección de un broche en forma de mariposa, una pieza a la que recurre con frecuencia y que ha lucido en numerosas ocasiones.
Por último, y teniendo en cuenta las bajísimas temperaturas del norte del país, la Reina optó por llevar un abrigo acolchado. Nada de modelos de paño muy elegantes: prefirió asegurarse de ir bien abrigada con esta opción tres cuartos, a la altura de la rodilla, también en color negro.