Seis vestidos que siempre sientan bien para cuando no sabes qué ponerte: favorecedores a cualquier edad

Hay días en los que no sabes qué ponerte, y ese es un sentimiento universal. Da igual qué estilo tengas o cuál sea tu edad, todas nos hemos levantado alguna vez y hemos mirado al armario como si fuera la primera vez que lo hacemos. Pues bien, para esos momentos de dudas existenciales frente al espejo, hay un comodín infalible: los vestidos bonitos, ponibles, y que siempre sientan bien.

Lo sé, parecen muchas características para una simple prenda, pero créeme, los vestidos que de verdad funcionan no necesitan demasiados adornos. Su magia está en el corte, en el tejido que cae con gracia y en los pequeños detalles que elevan el conjunto sin restar comodidad: un escote favorecedor, una manga que estiliza el brazo, una falda que baila sin marcar.

Ahora bien, cómo los combines también es importante. Hazlo con unas bailarinas si vas con prisa, con alpargatas si el plan lo permite o con una americana estructurada si necesitas un punto de elegancia al conjunto. Estos vestidos no gritan, pero sí susurran buen gusto. Son el equivalente textil a ese perfume que no empalaga, pero deja huella. Y una vez descubras el tuyo, querrás repetir la fórmula más de una vez.

Vestido camisero de popelín blanco de Hannibal Laguna Collection, 198 euros. Es un clásico que nunca falla. Atemporal, fresco y estructurado, queda bien en todas las siluetas y se puede llevar con bailarinas, sandalias o incluso con mocasines. Es la prenda comodín por excelencia: en primavera lo llevas suelto, en otoño con gabardina.

Vestido midi de lino en tono topo de Massimo Dutti, 89,95 euros. El lino es un tejido que respira elegancia relajada, y su tono neutro permite mil combinaciones. Escógelo de corte recto o evasé, con escote en V o cruzado. Es uno de esos vestidos que puedes llevar del mercado a una comida con amigas solo cambiando el bolso. Y favorece especialmente a mujeres de piel clara o bronceada.

Vestido negro de tirantes anchos y falda fluida de Uniqlo, 29,90 euros. Honestamente, no me imagino un armario sin un vestido como este. Es de los que siempre queda bien, tanto con alpargatas como con sandalias de tacón. Añade un pañuelo al cuello o unos pendientes dorados y tienes un look de diez sin esfuerzo.

Vestido cruzado de satén de Cream, a la venta en Zalando, 119,95 euros. El satén con poco brillo tiene ese efecto piel luminosa, ideal para aportar luz sin exagerar. El corte cruzado estiliza cintura y escote, sin marcar el vientre. Es el tipo de vestido que puedes llevar a una cena, pero también con zapatillas discretas para un día de oficina informal.

Vestido de punto fino con manga corta y largo midi de Parfois, 29,99 euros. Este vestido de punto fino aporta una estructura desenfadada que siempre es buena opción. En tonos como el verde militar o verde oliva, siempre transmite discreción y estilo. Funciona bien con cinturón o sin él, y es comodísimo.

Vestido camisero con estampado discreto de Molly Bracken, 69 euros. Finalmente, este es el único estampado que todas podemos llevar sin cansarnos. Mejor si es en tonos neutros (blanco y azul, crema y negro). El corte camisero afina y da estructura, y si lo eliges con largo midi y falda con algo de vuelo, da movimiento al caminar.