Marbella se llenó anoche de rostros conocidos, gracias a la celebración de la décima edición de la Gala Starlite, un evento solidario que tiene como objetivo principal recaudar fondos para hacer realidad los proyectos solidarios de las Fundaciones «Niños en Alegría» y «Lágrimas y Favores».
Sus anfitriones, Antonio Banderas y Sandra García-Sanjuán -presidenta de la Fundación- la han consolidado como una de las citas solidarias más relevantes de Europa, reuniendo a destacadas figuras del ámbito social, cultural y empresarial en una noche dedicada a la generosidad y al compromiso social.
Un año más, Victoria Federica ha sido una de las invitadas de honor a la gala, convirtiéndose en la mejor vestida de la noche. Con un estilo clásico, pero siempre al tanto de las últimas tendencias, ha elegido un vestido negro muy elegante para la ocasión.
La sobrina de Felipe VI lleva un vestido negro de Christopher Esber. Un diseño largo de corte midi que llega hasta los tobillos, con silueta ajustada que realza la figura. ¿Lo mejor? El escote central con una abertura en forma ondulada vertical, que va desde el pecho hasta el abdomen.
Es un modelo de tirantes finos, que dejan los hombros y brazos completamente al descubierto, y en un tejido que se adapta al cuerpo con caída fluida, dándole un aire elegante y femenino. El color, negro, es todo un cierto y símbolo de sofisticación.
Completa el look con unos zapatos de tacón destalonados, acabados en punta, con pulsera trasera, clásicos y atemporales, y un discreto, pero espectacular collar de perlas que contrasta con la originalidad del escote.
En el aspecto beauty, lleva el pelo suelto y liso, peinado con raya al medio y con la parte de delante peinada hacia atrás. En cuanto al maquillaje, lleva los ojos ahumados en tonos negros, con un toque de máscara de pestañas para realzar la mirada sin cargarla, y los labios en un tono nude con acabado cremoso, que complementa el look sofisticado sin competir con el vestido.
Si hubo alguien capaz de hacerle la competencia (estilísticamente hablando) a Victoria Federica, fue Paula Echevarría, con este vestido joya que no pasó desapercibido. Un modelo blanco con acabado brillante gracias a las aplicaciones de pedrería que cubren toda la prenda.
Un vestido de silueta recta, con mangas largas y cuello cerrado, y una abertura lateral con detalle de lazo satinado, que añade originalidad y feminidad. Completa el look con unas sandalias metalizadas, y pendientes largos.