Sevilla se convierte esta semana en el epicentro de la moda flamenca. Desde el pasado lunes 5 de mayo, la capital andaluza celebra la Feria de Abril, una de las fiestas más populares de nuestro país. En la primera noche, conocida como la Noche de Pescaíto, hay que vestirse muy elegante pero sin el traje de flamenca, que se reserva para la primera mañana de feria.
Pero pasada la primera noche, todas las famosas que cada año acuden a esta cita, se ponen el vestido que mejor sienta a una mujer: el traje de flamenca. Un año más, Victoria Federica no ha faltado a la Feria de Sevilla, y en el tercer día ha sido el elegido por la influencer para vestirse con el traje tradicional.
La hija de la infanta Elena ha elegido un traje en color azul vibrante, que no ha pasado desapercibido. Se trata de un modelo clásico, con mangas largas ajustadas y volantes anchos en los puños que terminan en forma de campana. La falda tiene los volantes en capa, un diseño típico de este traje que aporta movimiento y volumen.
Pero lo más importante para llevar el traje de flamenca con estilo y elegancia, es elegir los complementos perfectos. En este caso, Victoria Federica ha optado por un mantón muy especial, de manila y en morado. Está bordado con motivos florales blancos y decorado con pequeños adornos rojos en forma de flor.
Tiene flecos largos que cuelgan tanto por delante como por detrás, y lo ha colocado de manera cruzada, añadiendo elegancia y dinamismo al look. La combinación de los dos colores, el morado y el azul, es todo un acierto, ya que contrastan a la perfección y son muy favorecedores.
Ha completado el look con una gran flor roja que ha colocado justo encima del moño, y pendientes largos rojos, que combinan tanto con la flor como con los detalles del mantón. En el aspecto beauty, lleva un maquillaje en tonos rosas, muy natural.
Pero este no es el primer look que ha llevado Victoria Federica en la Feria de Abril este año, ya que en el segundo día se vistió con el tradicional traje corto andaluz, para dar el primer paseo a caballo, como lleva haciendo desde hace años.
Llevo una chaqueta tipo torera en terciopelo gris, con bordados negros ornamentales de inspiración barroca en solapas, puños y parte delantera, de la firma Amazonia, con chaleco a juego, también bordado y camisa blanca clásica de botones negros al frente, de cuello cerrado y sin volantes, muy sobria y refinada.
Completó el look con una falda-pantalón negra larga, y un sombrero cordobés negro, de ala ancha y copa plana, un icono del traje corto. En esta ocasión, también optó por un moño bajo recogido, para poder llevar de forma cómoda el sombrero.