El futuro es un vestido

El futuro de la moda (y en otros mucho ámbitos) está en las impresoras 3D que ya son una realidad. 

El 2016 será el año de la moda tecnológica atentos a la macroexposición que el Metropolitan inaugurará en mayo en Nueva York y la diseñadora Iris van Herpen estará en la cresta de la ola. Para empezar, 45 de sus diseños, tan rompedores como bellos, se exponen en el High Museum de Atlanta (EE.UU.) hasta mayo de 2016, en la muestra Iris van Herpen: transforming fashion.

Pionera en el uso de impresoras 3D para sus creaciones (y celosa guardiana de las técnicas artesanales de toda la vida) esta joven diseñadora holandesa se inspira en el arte, la ciencia, la filosofía y las culturas de todo el mundo. Colabora con ingenieros, arquitectos y expertos en efectos especiales, y no tiene reparos en usar imanes, estructuras náuticas y varillas de paraguas para sus diseños, con resultados tan futuristas como orgánicos.

Entre sus fans declaradas se encuentran Björk, que lució un modelo suyo en la portada de Biophilia, y Beyoncé, que se enfundó en otro para el videoclip de su tema Mine. También Lady Gaga, Gwendoline Christie y Tilda Swinton la adoran.