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La guerra de los aceites alimentarios

En torno a los ingredientes de nuestra dieta se está librando una batalla. El foco está ahora en el aceite de palma. ¿A quién debemos hacer caso?

Cucharada de aceite adobe stock
La guerra de los aceites alimentarios
Marisol Guisasola

Como la mayoría de familias, los Ruiz (Alicia y Carlos, de 42 y 44 años, y sus hijos Marta y Juan Carlos, de 15 y 14) consumían aceite de palma casi a diario, sin saberlo. Desde que se han enterado de que es malo para la salud, leen todas las etiquetas y ya no compran nada que lo lleve, lo cual no es sencillo porque, como dice Alicia, "está en montones de productos, desde salsas a galletas y bollería, pasando por aperitivos y todo tipo de precocinados... además de detergentes, champús y cosméticos". El mensaje ha provocado una reacción en contra del aceite de palma y las principales cadenas de supermercados (como Mercadona, DIA, Lidl, y Alcampo) trabajan con sus proveedores para que lo eliminen de sus productos y, cuando eso no sea posible, utilicen solo el que tiene el certificado de sostenibilidad.

Problema medioambiental

  • Primeras noticias preocupantes sobre el aceite de palma datan de 1990. Los principales países productores habían destinado grandes extensiones de terreno virgen a cultivos intensivos de palma, lo que afectó gravemente a los ecosistemas.

  • En algunos de esos países, como Borneo, el problema sigue siendo grave. El Observatorio de la Tierra de la NASA calcula que, para 2022, se habrá destruido el 98% de sus bosques, sobre todo por la tala y los incendios provocados para dejar espacio a las plantaciones de palma.

  • Los métodos de producción masiva afectan a la huella de carbono, pero  no tanto por su papel como ingrediente alimentario, sino como combustible. Si al biodiésel se suman la electricidad y el calor producidos con aceite de palma, su papel en la bioenergía asciende al 61%, seguido de la alimentación, con el 34%. El 5% restante se lo reparten otros usos industriales y piensos.

  • En la actualidad, la Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible audita a quienes desean recibir el Certificado Aceite de Palma Sostenible, que avala que se produce sin causar daños al medio ambiente. La RSPO tiene más de 3.000 miembros.

¿La mejor opción?

Alicia confiesa, sin embargo, que ya no sabe qué creer. "Hace años dijeron que los aceites de girasol o de maíz eran más sanos que el de oliva, y luego nos contaron lo contrario. Después, que las grasas del pescado azul eran perjudiciales y, más tarde, que eran supersanas. Lo mismo pasó con los productos que indicaban "grasas vegetales" en las etiquetas, y que luego resultó que eran las malísimas grasas trans. Ahora nos dicen que el aceite de palma es perjudicial, pero igual dentro de unos años retiran lo dicho", comenta con sonrisa resignada.

El aceite de palma es hoy el más consumido en el mundo (con unas ventas de 44.000 millones de euros). La industria lo adoptó cuando se comprobó que los aceites vegetales parcialmente hidrogenados (grasas trans) eran perjudiciales. ¿Ventajas del aceite de palma? Además de su bajo coste (650 ¬ la tonelada, frente a los 900 ¬ del aceite de girasol y los 3.500 ¬ del aceite de oliva), es semisólido a temperatura ambiente (una ventaja, porque las grasas sólidas se manipulan mejor), se enrancia menos y adopta texturas apetecibles. 

Pero, ¡ay!, la que parecía una fantástica alternativa puede morir de éxito: el cultivo masivo de árboles de palma (necesaria para atender la demanda) ha aniquilado formidables extensiones de selva virgen y hábitats de vida salvaje en los países productores, sobre todo del sudeste asiático, y provocado la indignación general y centenares de movimientos que intentan parar la destrucción. A eso se añade que el aceite de palma contiene un 50% de grasa saturada, que aumenta el riesgo cardiovascular y de otras patologías, y que la OMS aconseja reducir su consumo.

Si el aceite de palma pierde la batalla, será sustituido por el de semillas transgénicas

Y ahora viene el debate. Porque expertos como el norteamericano Bruce Fife, médico y nutricionista que ha dedicado gran parte de su vida al estudio de los aceites tropicales, insisten en que la avalancha de noticias contra el aceite de palma es parte de una guerra por el control mundial de las grasas alimentarias lanzada desde el sector de las semillas (maíz, girasol, soja, colza...). Incluso respecto a la salud, Fife y otros nutricionistas distinguen entre el aceite de palma no refinado y de color rojizo (lo que indica la presencia de betacaroteno y asegura muchos otros antioxidantes protectores) y el refinado, de color blanco, y mucho peor para la salud, aunque es el más utilizado por la industria.

"Los que deberían preocuparnos son los aceites de semillas, porque el 90% de ellos se obtienen a partir de especies transgénicas, diseñadas para tolerar altas cantidades de herbicidas, de efectos nefastos para la salud y el entorno", declara Bruce Fife en su libro The shocking truth about palm oil (La sorprendente verdad sobre el aceite de palma). "El 80% del aceite de palma importado por EE.UU. procede de Malasia y llega con su certificado de sostenibilidad. Si el aceite de palma pierde la batalla, la demanda será atendida por los aceites de semillas transgénicas. Como las semillas necesitan entre 10 y 20 veces más terreno que la palma de aceite, acabaremos destinando enormes extensiones de tierra a su cultivo. Suma a eso el empleo masivo de herbicidas y los efectos son fáciles de prever".

Otro libro sobre el mismo tema es L´olio giusto: Perché è scoppiata la guerra dell´olio (El aceite correcto. Por qué ha estallado la guerra del aceite, sin publicar en España), escrito por la periodista italiana Rita Fatiguso y José Galvez, economista ecuatoriano. Cuenta cómo todo empezó hace 13 años, cuando la Asociación Americana de la Soja pidió a la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU.) que las etiquetas de los alimentos envasados indicaran "sin aceite " o "sin aceite de palma", porque "esos aceites pueden provocar obesidad y enfermedades cardiovasculares "y "no son americanos y atentan contra nuestra economía". El tema acabó perdiendo fuelle, pero volvió a tomar oxígeno en 2015, cuando Ségolène Royal, entonces ministra de Ecología francesa, dijo que no había que comprar Nutella "porque lleva aceite de palma, una especie vegetal que ha desplazado a la vegetación autóctona".

¿Leche infantil con aceite de palma?

  • Además del aceite de palma (con un 50%), los aceites de oliva y de soja (14 y 10% respectivamente) e incluso la leche materna (el 25% de sus grasas) contienen ácido palmítico. Existen dos formas de ácido palmítico, la alfa y la beta. La leche materna contiene ambas, aunque la beta es la mayoritaria. Por esa razón, las leches de fórmula incorporan estos ácidos en una proporción que intenta ser similar a la de la leche materna.

De lo bueno y lo malo

Lanzado en plena Conferencia Internacional del Clima COP21, el comentario de la ministra francesa indignó a los italianos, para quienes ese producto es objeto de veneración. En un acto de reivindicación, el primer ministro italiano Matteo Renzi pidió a su mujer y su hija que comieran pan untado con esa crema de avellanas ante las cámaras de televisión. Los fabricantes del producto y de otros que llevan aceite de palma aseguran que, de momento, es insustituible y han reaccionado reduciendo la temperatura empleada en el proceso de refinado, lo que disminuye los niveles de sustancias que podrían aumentar el riesgo de cáncer. Con todo, el debate no ha cedido. Ahora se citan presiones del sector de la colza, que ha recuperado su prestigio y cuyo cultivo crece de forma desaforada. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, los campos de colza en España han pasado de ocupar 43.000 hectáreas en 2014 a 206.000 en 2016.

Los beneficios del aceite de oliva

Por su parte, el sector olivarero español insiste en comparar las propiedades de cualquier grasa alimentaria con las del aceite de oliva virgen extra (AOVE). Reconocen que los frenos para su despegue mundial son que "necesita un nicho ecológico de tipo mediterráneo" y que "el coste de producirlo resulta elevado, lo que reduce su penetración en el mercado". Incluso así, sus ventas no dejan de crecer (China es ahora, tras EE.UU. y Japón, el tercer mayor mercado para el AOVE español), gracias en parte al estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), uno de los más difundidos a nivel mundial y que ha demostrado los muchos beneficios de dicho aceite. Tanto, que ahora incluso lo recomiendan las Guías Nutricionales de los EE.UU. Para separar mitos y realidades, hemos hablado con uno de los impulsores y autor senior del estudio PREDIMED, el profesor de las Universidades de Navarra y Harvard, y miembro de CIBEROBN, Miguel Ángel Martínez-González. Estas son sus conclusiones:

Es un error creer que, sin este aceite, un producto muy procesado será más sano

Es químicamente indiscutible que el aceite de palma es mucho más rico en ácido palmítico (de la palma le viene su nombre) que el resto de los aceites. El ácido palmítico es una grasa saturada y estudios científicos rigurosos indican que la grasa saturada aumenta el colesterol "malo" (LDL) y es un importante factor de riesgo cardiovascular. Cuando el equipo del dr. Martínez-González valoró en estudios con miles de participantes y años de duración el efecto de reducir el consumo de grasa saturada y aumentar a cambio el de grasas insaturadas, y quedó claro que las insaturadas son más saludables que las saturadas.

Los procesos que alteran la naturaleza de los aceites desvirtúan sus propiedades, sea el aceite que sea. Así se ha demostrado con el aceite de oliva virgen extra frente al de oliva "refinado"; o con los aceites vegetales insaturados frente a los parcialmente hidrogenados (grasas trans). Es mucho mejor para la salud evitar los productos ultraprocesados y sustituirlos por no procesados.

Es un error creer que, eliminando el aceite de palma de un alimento altamente procesado, este se convertirá en saludable. Ricos en azúcares añadidos, harinas refinadas y grasas poco recomendables, esos productos son una mala alternativa nutricional. Conviene saber que el aceite de palma puede venir citado en las etiquetas como aceite de palmiste, oleína de palma, estearina de palma, manteca de palma e incluso grasa hidrogenada de palmiste. Aunque el aceite hidrogenado de palmiste contiene menos grasas trans que otros aceites hidrogenados, su consumo no es en absoluto aconsejable.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.