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Como dijo Papuchi: "Raro, raro, raro...". Así me ha parecido un artículo que he leído recientemente en 'El Norte de Castilla', decano de la prensa española. En él, la periodista especializada en temas de salud Ana Santiago nos relata un curioso caso, brillantemente resuelto por el Servicio de Alergia del Hospital Pío del Río Hortega de Valladolid, por cierto candidato a los premios europeos LIFE Awards 2019.
El paciente en cuestión había sufrido una reacción alérgica grave años atrás al tomar una ración de bígaros. Las alergias al pescado o al marisco son relativamente frecuentes, pero ¿alergia a los bígaros?, esto no lo es tanto. Ese paciente se había dedicado a pulir los suelos de la facultad de medicina de Valladolid durante 30 años y cada vez que lo hacía tenía síntomas tipo gripales, con cansancio, febrícula, tiritona, entre otros, que iban empeorando con el paso de los años, hasta que en uno de ellos requirió ingreso urgente en la UCI del citado hospital.
Había sido diagnosticado de neumonitis (inflamación del pulmón, generalmente por causas alérgicas). Sus médicos pensaban que la posible causa seguramente fuera el contacto con productos químicos utilizados para pulir suelos, pero no fue así. Después de mucho pensar e investigar se comprobó que el pavimento en cuestión se trataba de un suelo fósil con unos moluscos extinguidos en el periodo cretácico llamados 'hippurites'.
Estas caracolas todavía eran capaces de producir reacciones alérgicas al inhalar el polvillo que se generaba al pulir la superficie. Al parecer estas baldosas conocidas con el nombre de Rojo de Marquina son muy frecuentes en edificios y cada vez están más de moda. Así que mucho ojo si se pone malo después de ingerir un caracol.
Todos estamos al tanto de personas alérgicas al polen, al látex, a los ácaros o al pelo de perros y gatos, pero hay otra serie de ellas mucho menos frecuentes y que se podrían considerar como raras. Algunas pueden llegar a ser difíciles de diagnosticar, como el caso que hemos visto previamente, pero otras, aunque infrecuentes, son sobradamente conocidas. Como por ejemplo la alergia al sol, al ejercicio o al frío. Otras no lo son tanto como la alergia al sudor, al semen, a las vibraciones o la rarísima alergia al agua.
Nuestros famosos no se libran de tener alergias raras. Vease el caso de Alaska que al parecer es alérgica a los pájaros, Fonsi Nieto que lo es a los caballos, Antonio Banderas a las picaduras de mosquito, Eva Longoria al perfume, Serena Williams a los cacahuetes o Britney Spears, entre otros, al Nylon. Aunque otros muchos se podrían considerar alérgicos a las entrevistas, al menos si no hay beneficio de por medio.
Una alergia es una reacción del sistema inmunitario hacia alguna sustancia que no altera a la mayoría de la población. El sistema inmunitario es un mecanismo de defensa frente a gérmenes. Sin embargo, en la mayoría de las reacciones alérgicas responde a una falsa alarma. La herencia genética en combinación con factores del medio ambiente probablemente tienen un papel en las génesis de estas.
Las alergias pueden provocar una serie de síntomas como goteo nasal, estornudos, picores, enrojecimiento, erupciones cutáneas o también asma. Pueden ir de leves a más severas. En el caso extremo, la anafilaxia puede resultar fatal y si no se trata adecuadamente puede llegar a producir el fallecimiento.
Se usan pruebas específicas a nivel de la piel y análisis de sangre para diagnosticarlas, a veces puede ser necesario realizar pruebas de provocación para demostrar su existencia. Los tratamientos suelen incluir medicación y sobre todo evitar las sustancias u objetos que las causan específicamente, cuando estas se conocen.
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