Los peligros de los vapeadores

David Saldaña Publicado · 24 de septiembre de 2019, 07:57 h

Cada vez nos parece menos extraño cruzarnos con gente por las calles emanando grandes humaredas de vapor blanco proveniente de extraños artilugios metálicos o de otros materiales. Son los llamados vapeadores, que parece que han venido para quedarse. No hay más que fijarse en nuestros famosos. Leonardo Dicaprio, Katy Perry, que parece tener todos los vicios y todas las enfermedades, o Samuel L Jackson no se despegan de su dispositivo ni a sol ni a sombra.

Los fanes esgrimen su utilidad como paso intermedio para dejar de fumar tabaco, o argumentan la "teoría del mal menor". Es decir, que fumar el vapor producido por estos dispositivos, también conocidos como e-cigars entre los iniciados, es menos nocivo que inhalar el humo del tabaco normal, que de todos es conocido por sus cientos de sustancias tóxicas y cancerígenas, algo que ha sido reconocido incluso por la OMS, pero se desconocen sus efectos cancerígenos a largo plazo.

Los cigarros electrónicos vaporizan líquidos con diferentes sabores, algunos sin nicotina, pero la mayoría con la presencia de esta sustancia, en diferentes concentraciones. Por lo tanto mantienen intacto su poder de adicción. La idea de las personas que defienden su uso es que disminuyendo las concentraciones de nicotina progresivamente se puede llegar a eliminarla, haciendo que desaparezca la dependencia a esta sustancia.

Estos dispositivos y los vapores que emanan parece que no son tan inocuos como nos los presentan. En EEUU están disparadas todas las alarmas. En los últimos meses han ingresado en centros sanitarios de diferentes estados como Wisconsin o Illinois, entre otros, más de 300 personas con extrañas enfermedades pulmonares relacionadas con los cigarros electrónicos. Alguna de ellas ha requerido su ingreso en UCI y de momento seis personas han fallecido.

Las enfermedades pulmonares no se limitan al cáncer. Las neumonías, neumonitis —inflamación del pulmón por diferentes sustancias—, el distress respiratorio —enfermedad en el que el pulmón no intercambia oxígeno adecuadamente— pueden ser potencialmente mortales, y de hecho lo han sido en estos casos. Se desconoce la causa de este brote, que afecta a pacientes fundamentalmente jóvenes, pero según las autoridades sanitarias locales, cada vez se está más cerca de conocerlo. Parece ser que en EEUU algunas personas fuman marihuana o derivados o líquidos artesanales, sin ningún tipo de control. Algunos componentes de los líquidos, como el acetato de vitamina E, también están siendo estudiados.

Aunque en nuestro país no debe estar tan extendida la costumbre de elaborar líquidos artesanales o con sustancias como la marihuana, por el momento, ¿cuánto va a tardar esta moda en alcanzarnos? En la cultura de globalización e Internet probablemente muy poco tiempo. Yo personalmente pienso preguntar a todos mis pacientes con enfermedades pulmonares si vapean. Los médicos siempre preguntamos a los pacientes si fuman, pero visto lo visto, tendremos que añadir nuevas cuestiones a los antecedentes, a lo mejor nos llevamos una sorpresa.

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Por otro lado, en el país de las barras y estrellas se está estudiando prohibir los líquidos con sabores, cosa que la administración Trump va a llevar a cabo en las próximas semanas. Está demostrado que las agresivas campañas de márketing inducen a los adolescentes a iniciarse en su consumo como puente al tabaco. En algunas ciudades como San Francisco se ha prohibido la venta de estos dispositivos. Como en otros muchos aspectos, en el país americano nos llevan ventaja. Deberíamos aprender de sus errores y anticiparnos antes de repetir los mismos en Europa.

El consumo de cigarrillos electrónicos ha aumentado desde los siete millones en el año 2011 a más de 35 millones en el mundo, según las últimas estadísticas. No existen datos del consumo de estos dispositivos en España, pero como dice la sabiduría popular: "cuando veas las barbas de tu vecino pelar pon las tuyas a remojar".